¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) anunció que ya no va a pagar los subsidios por licencias de cuidado de familiares enfermos este año. Sí, así como lo leyeron, si usted necesita ausentarse del trabajo para cuidar de su papi, mamí, o hijito enfermo, tendrá que hacerlo sin el dinerito extra que solía recibir. ¡Un golpe duro para muchas familias!
Según explicó la presidenta ejecutiva de la CCSS, Mónica Taylor, la vaina es que se agotaron todos los fondos destinados a estos subsidios para el año 2025. Recibieron unos ¢3.952 millones de la Dirección General de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Desaf), pero parece que no alcanzó para cubrir todas las solicitudes. Esto quiere decir que podrá irse a cuidar de su familia, pero sin recibir el salario durante esos días.
La ley 7756, que regula estas licencias, permite que los trabajadores asalariados se ausenten del trabajo para atender a un familiar enfermo, ya sea un hijo, padre, madre o incluso un paciente en fase terminal. Antes, la CCSS cubría parte de ese tiempo con un subsidio, pero ahora, con este nuevo panorama, tocará apurarse con los ahorros o pedir prestado. ¡Un brete para cualquiera!
Taylor también mencionó que la CCSS está haciendo un llamamiento a la Asamblea Legislativa para que reforme esa ley y destine más recursos para estos subsidios. Pero bueno, ya saben cómo anda la cosa en el Congreso… promesas y más promesas, pero a la hora de abrir la chequera, siempre hay excusas. ¡Menos plata para esto y más para otros proyectos turbios, imagínate!
La situación ha generado mucha preocupación entre los trabajadores, especialmente aquellos que tienen responsabilidades familiares significativas. Muchos se preguntan cómo van a hacer para llegar a fin de mes si tienen que dejar de trabajar para cuidar de sus seres queridos. Algunos incluso han expresado temor a perder sus empleos si no pueden cumplir con sus obligaciones laborales. ¡Esto pinta feo, chunches!
Algunos expertos señalan que este problema podría haber sido evitado si el gobierno hubiera previsto esta situación y destinado más recursos a la CCSS desde el principio. Otros critican la gestión de la caja, argumentando que podrían haber administrado mejor los fondos existentes. Lo cierto es que ahora toca lidiar con las consecuencias, y eso recae directamente sobre los hombros de los trabajadores y sus familias. Realmente, qué despiche.
Para entender bien la magnitud del problema, recordemos que la Constitución Política establece que la CCSS debe garantizar el acceso a servicios de salud y seguridad social para todos los costarricenses. Esta decisión podría considerarse una violación de ese derecho fundamental, aunque legalmente la CCSS argumenta que simplemente no tiene otra opción debido a la falta de recursos. ¡Una vara difícil de digerir para muchos!
En resumen, nos encontramos ante una situación complicada que afecta directamente a miles de familias costarricenses. La falta de subsidio para las licencias de cuidado representa un retroceso en materia de derechos laborales y podría tener graves consecuencias sociales. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que el gobierno debería priorizar la asignación de más recursos para estos subsidios, o deberían buscar otras alternativas para apoyar a las familias que necesitan cuidadores?
Según explicó la presidenta ejecutiva de la CCSS, Mónica Taylor, la vaina es que se agotaron todos los fondos destinados a estos subsidios para el año 2025. Recibieron unos ¢3.952 millones de la Dirección General de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Desaf), pero parece que no alcanzó para cubrir todas las solicitudes. Esto quiere decir que podrá irse a cuidar de su familia, pero sin recibir el salario durante esos días.
La ley 7756, que regula estas licencias, permite que los trabajadores asalariados se ausenten del trabajo para atender a un familiar enfermo, ya sea un hijo, padre, madre o incluso un paciente en fase terminal. Antes, la CCSS cubría parte de ese tiempo con un subsidio, pero ahora, con este nuevo panorama, tocará apurarse con los ahorros o pedir prestado. ¡Un brete para cualquiera!
Taylor también mencionó que la CCSS está haciendo un llamamiento a la Asamblea Legislativa para que reforme esa ley y destine más recursos para estos subsidios. Pero bueno, ya saben cómo anda la cosa en el Congreso… promesas y más promesas, pero a la hora de abrir la chequera, siempre hay excusas. ¡Menos plata para esto y más para otros proyectos turbios, imagínate!
La situación ha generado mucha preocupación entre los trabajadores, especialmente aquellos que tienen responsabilidades familiares significativas. Muchos se preguntan cómo van a hacer para llegar a fin de mes si tienen que dejar de trabajar para cuidar de sus seres queridos. Algunos incluso han expresado temor a perder sus empleos si no pueden cumplir con sus obligaciones laborales. ¡Esto pinta feo, chunches!
Algunos expertos señalan que este problema podría haber sido evitado si el gobierno hubiera previsto esta situación y destinado más recursos a la CCSS desde el principio. Otros critican la gestión de la caja, argumentando que podrían haber administrado mejor los fondos existentes. Lo cierto es que ahora toca lidiar con las consecuencias, y eso recae directamente sobre los hombros de los trabajadores y sus familias. Realmente, qué despiche.
Para entender bien la magnitud del problema, recordemos que la Constitución Política establece que la CCSS debe garantizar el acceso a servicios de salud y seguridad social para todos los costarricenses. Esta decisión podría considerarse una violación de ese derecho fundamental, aunque legalmente la CCSS argumenta que simplemente no tiene otra opción debido a la falta de recursos. ¡Una vara difícil de digerir para muchos!
En resumen, nos encontramos ante una situación complicada que afecta directamente a miles de familias costarricenses. La falta de subsidio para las licencias de cuidado representa un retroceso en materia de derechos laborales y podría tener graves consecuencias sociales. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que el gobierno debería priorizar la asignación de más recursos para estos subsidios, o deberían buscar otras alternativas para apoyar a las familias que necesitan cuidadores?
