¡Ay, patata! Pues resulta que la Junta Directiva de la CCSS le dio luz verde para que el Doctor Alexander Sánchez Cabo siga chambeando como gerente médico y la licenciada Gabriela Artavia Monge como gerente administrativa interina hasta marzo del 2026. Esto, dicen, pa' asegurar que todo siga funcionando bien en la atención médica y la administración de la caja, porque ya saben cómo andamos, siempre buscando mejorar los servicios.
Mónica Taylor, la presidenta ejecutiva, soltó la bomba explicando que esto es pa’ garantizar la continuidad. Según ella, estas dos gerencias son vitales para que la CCSS siga dando la lata… digo, brindando sus servicios. Parece que van en serio con mantener la estabilidad, aunque algunos se preguntan si no sería momento de abrirle espacio a gente nueva con ideas frescas, ¿no creen?
Ahora, el Doctor Sánchez Cabo, parece que ha hecho buen papel. Ampliaron las plazas de formación médica – ¡tremendo avance!, casi 500 plazas disponibles ahora – e incluso están pensando en meterle más caballos para el próximo año. También se han aliado con la UCR, el Poder Judicial y otras universidades para llevarle más especialistas a zonas donde los necesitamos con urgencia, como medicina nuclear y cirugía de columna. Suena chiva, pero hay que ver si realmente llega a todos los rincones del país.
Y ni hablar del portafolio de prioridades de investigación en salud que están a punto de presentar. Dicen que quieren hacer de la investigación médica el motor de la CCSS. ¡Eso sí sería un cambio radical! El mae se puso las pilas con la gestión de datos y hasta se mandó a hacer alianzas con el CENDEISS para echarlo andar. Se nota que quiere dejarle bien las cosas al que venga después.
Pero bueno, no todo es miel sobre hojuelas. Mientras tanto, la licenciada Artavia también ha tenido que apañárselas. Implementó un sistema pa’ pagar las nóminas – un brete eso, ¿eh? – y están trabajando en evaluar el desempeño de los trabajadores. Ya lograron asignar miles de plazas, y hasta actualizaron perfiles de puestos pa’ cumplir con la ley marco del empleo público. Eso suena a mucho papeleo, pero es importante pa’ que todo esté en regla.
Además, le dieron un empujoncito a los salarios de los médicos asistentes especialistas y aprobaron un reglamento pa’ vender bienes inmuebles que tenga la CCSS, pa’ tener más plata para atender a los asegurados. ¡Imaginen qué barbaridad podríamos hacer si vendieran esos terrenos baldíos que tienen tirados por ahí! Pa’ construir centros de salud, por ejemplo. Ya se imaginan las colas que se quitarían, maese…
Claro que no todo es color de rosa. El hospital Maximiliano Peralta sigue siendo un dolor de cabeza con el tema del hacinamiento. Están abriendo servicios de emergencia en otros lugares, pero todavía queda muchísimo por hacer. Y la verdad, a veces da la sensación de que se parchean las cosas en lugar de buscar soluciones definitivas. Es fácil decir que se están haciendo esfuerzos, pero los pacientes siguen sufriendo, y eso es lo que realmente importa. ¡Qué pena!
Entonces, viendo todo esto... ¿creen que estas prórrogas son un soplo de aire fresco para la CCSS, garantizando la continuidad de proyectos importantes, o simplemente perpetúan un statu quo que necesita urgentemente un cambio generacional y nuevas ideas? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
Mónica Taylor, la presidenta ejecutiva, soltó la bomba explicando que esto es pa’ garantizar la continuidad. Según ella, estas dos gerencias son vitales para que la CCSS siga dando la lata… digo, brindando sus servicios. Parece que van en serio con mantener la estabilidad, aunque algunos se preguntan si no sería momento de abrirle espacio a gente nueva con ideas frescas, ¿no creen?
Ahora, el Doctor Sánchez Cabo, parece que ha hecho buen papel. Ampliaron las plazas de formación médica – ¡tremendo avance!, casi 500 plazas disponibles ahora – e incluso están pensando en meterle más caballos para el próximo año. También se han aliado con la UCR, el Poder Judicial y otras universidades para llevarle más especialistas a zonas donde los necesitamos con urgencia, como medicina nuclear y cirugía de columna. Suena chiva, pero hay que ver si realmente llega a todos los rincones del país.
Y ni hablar del portafolio de prioridades de investigación en salud que están a punto de presentar. Dicen que quieren hacer de la investigación médica el motor de la CCSS. ¡Eso sí sería un cambio radical! El mae se puso las pilas con la gestión de datos y hasta se mandó a hacer alianzas con el CENDEISS para echarlo andar. Se nota que quiere dejarle bien las cosas al que venga después.
Pero bueno, no todo es miel sobre hojuelas. Mientras tanto, la licenciada Artavia también ha tenido que apañárselas. Implementó un sistema pa’ pagar las nóminas – un brete eso, ¿eh? – y están trabajando en evaluar el desempeño de los trabajadores. Ya lograron asignar miles de plazas, y hasta actualizaron perfiles de puestos pa’ cumplir con la ley marco del empleo público. Eso suena a mucho papeleo, pero es importante pa’ que todo esté en regla.
Además, le dieron un empujoncito a los salarios de los médicos asistentes especialistas y aprobaron un reglamento pa’ vender bienes inmuebles que tenga la CCSS, pa’ tener más plata para atender a los asegurados. ¡Imaginen qué barbaridad podríamos hacer si vendieran esos terrenos baldíos que tienen tirados por ahí! Pa’ construir centros de salud, por ejemplo. Ya se imaginan las colas que se quitarían, maese…
Claro que no todo es color de rosa. El hospital Maximiliano Peralta sigue siendo un dolor de cabeza con el tema del hacinamiento. Están abriendo servicios de emergencia en otros lugares, pero todavía queda muchísimo por hacer. Y la verdad, a veces da la sensación de que se parchean las cosas en lugar de buscar soluciones definitivas. Es fácil decir que se están haciendo esfuerzos, pero los pacientes siguen sufriendo, y eso es lo que realmente importa. ¡Qué pena!
Entonces, viendo todo esto... ¿creen que estas prórrogas son un soplo de aire fresco para la CCSS, garantizando la continuidad de proyectos importantes, o simplemente perpetúan un statu quo que necesita urgentemente un cambio generacional y nuevas ideas? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!