¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos, varas con varas, tratando de entender qué pasó en Nicaragua. Celso Borges, nuestro capitán, soltó unas verdades en una entrevista que han encendido el Foro. Lo que dijo, bueno, lo dijo: no les gustó irse con un empate en casa, pero el resultado allá, según él, “no le pareció mal”. ¡Qué carga!
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, la selección nacional viajó a suelo nicaragüense la semana pasada para disputar el partido correspondiente a la fase eliminatoria camino al Mundial del 2026. Se esperaba una victoria tranquila, considerando la diferencia de nivel entre ambos equipos. Pero ni corto ni perezoso, nos pusimos al día y terminamos empatando 1-1, dejando escapar dos puntitos importantísimos. Un verdadero despiche si me preguntan.
La reacción inicial en redes sociales fue de pura frustración. La gente estaba quemada, hartísima de ver cómo se nos escapan oportunidades así. Muchos criticaron la actitud del equipo, argumentando que bajaron el pie pensando que el partido ya estaba ganado. Otros echaron la culpa a la preparación física, diciendo que llegamos flacos al juego. ¡Qué sal!
Pero entonces llegó Celso con su comentario, sacudiendo el avispero. Al parecer, él sí quedó conforme con el empate. Según sus declaraciones, espera que esto sirva de aprendizaje para futuros compromisos. Esto, claro, generó aún más controversia. Algunos lo aplaudieron por su honestidad, reconociendo que, a veces, un punto es mejor que cero. Otros, en cambio, lo acusaron de minimizar la importancia de ganar en casa, especialmente cuando se necesita sumar para clasificar.
Es importante recordar que estamos en una zona muy competitiva dentro de la Concacaf. Equipos como Panamá, Honduras y Jamaica también pelean por esos cupos al Mundial. Perder puntos en partidos teóricos fáciles puede costarnos caro al final del camino. Y vaya que hemos pasado apuros en otras ocasiones… todavía tengo pesadillas con aquel partido contra Haití, ¡qué torta!
Ahora bien, analizando fríamente la situación, quizás Celso tenga razón. Un empate en condición de visitante no es el peor resultado del mundo, especialmente teniendo en cuenta el calendario apretado que tenemos por delante. Pero eso no justifica la flojedad mostrada en casa, donde teníamos toda la ventaja a nuestro favor. Una pena porque teníamos ahí una oportunidad de oro para afianzar nuestra posición en la tabla.
Lo cierto es que este incidente ha puesto de relieve algunos problemas estructurales del fútbol costarricense. Falta inversión en las categorías inferiores, poca disciplina táctica y una mentalidad ganadora que parece haberse perdido en el camino. Si no corregimos estos vicios, seguiremos dando vueltas en círculos, lamentándonos por oportunidades perdidas y soñando con un futuro mejor. Hay que ponerle brete, señores, porque si no, nos vamos a quedar sin Mundial otra vez.
En fin, la polémica sigue latente y el debate está abierto. ¿Estaba justificadamente conformista Celso Borges con el empate en Nicaragua, o debió haber exigido más de su equipo? ¿Crees que la actitud defensiva del cuerpo técnico está afectando el potencial ofensivo de la selección? ¡Vamos, compas, déjenme saber su opinión en los comentarios! Seguro que hay mil y una posturas sobre este tema, y yo quiero leerlas todas.
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, la selección nacional viajó a suelo nicaragüense la semana pasada para disputar el partido correspondiente a la fase eliminatoria camino al Mundial del 2026. Se esperaba una victoria tranquila, considerando la diferencia de nivel entre ambos equipos. Pero ni corto ni perezoso, nos pusimos al día y terminamos empatando 1-1, dejando escapar dos puntitos importantísimos. Un verdadero despiche si me preguntan.
La reacción inicial en redes sociales fue de pura frustración. La gente estaba quemada, hartísima de ver cómo se nos escapan oportunidades así. Muchos criticaron la actitud del equipo, argumentando que bajaron el pie pensando que el partido ya estaba ganado. Otros echaron la culpa a la preparación física, diciendo que llegamos flacos al juego. ¡Qué sal!
Pero entonces llegó Celso con su comentario, sacudiendo el avispero. Al parecer, él sí quedó conforme con el empate. Según sus declaraciones, espera que esto sirva de aprendizaje para futuros compromisos. Esto, claro, generó aún más controversia. Algunos lo aplaudieron por su honestidad, reconociendo que, a veces, un punto es mejor que cero. Otros, en cambio, lo acusaron de minimizar la importancia de ganar en casa, especialmente cuando se necesita sumar para clasificar.
Es importante recordar que estamos en una zona muy competitiva dentro de la Concacaf. Equipos como Panamá, Honduras y Jamaica también pelean por esos cupos al Mundial. Perder puntos en partidos teóricos fáciles puede costarnos caro al final del camino. Y vaya que hemos pasado apuros en otras ocasiones… todavía tengo pesadillas con aquel partido contra Haití, ¡qué torta!
Ahora bien, analizando fríamente la situación, quizás Celso tenga razón. Un empate en condición de visitante no es el peor resultado del mundo, especialmente teniendo en cuenta el calendario apretado que tenemos por delante. Pero eso no justifica la flojedad mostrada en casa, donde teníamos toda la ventaja a nuestro favor. Una pena porque teníamos ahí una oportunidad de oro para afianzar nuestra posición en la tabla.
Lo cierto es que este incidente ha puesto de relieve algunos problemas estructurales del fútbol costarricense. Falta inversión en las categorías inferiores, poca disciplina táctica y una mentalidad ganadora que parece haberse perdido en el camino. Si no corregimos estos vicios, seguiremos dando vueltas en círculos, lamentándonos por oportunidades perdidas y soñando con un futuro mejor. Hay que ponerle brete, señores, porque si no, nos vamos a quedar sin Mundial otra vez.
En fin, la polémica sigue latente y el debate está abierto. ¿Estaba justificadamente conformista Celso Borges con el empate en Nicaragua, o debió haber exigido más de su equipo? ¿Crees que la actitud defensiva del cuerpo técnico está afectando el potencial ofensivo de la selección? ¡Vamos, compas, déjenme saber su opinión en los comentarios! Seguro que hay mil y una posturas sobre este tema, y yo quiero leerlas todas.
