¡Aguanten, mi gente! Ron Centenario acaba de lanzar una bomba bien chévere para celebrar sus 40 años. No es cualquier celebración, sino una edición limitada que mezcla la tradición del buen ron con el arte costarricense. Imagínate, una botella que parece una obra maestra digna de estar colgada en una pared, en lugar de servirse en un vaso.
La historia es así: Centenario se unió con el talentoso artista visual Rafael Gutiérrez, conocido por esas “casitas” que pintaba. Ya saben, esas imágenes que te transportan directo a los recuerdos de la infancia, a las comunidades tranquilas rodeadas de montañas. Gutiérrez le dio un toque personal a la botella del Ron Centenario Aniversario, transformándola en una pieza única que rinde homenaje a nuestra rica cultura.
Según Dianne Medrano, la CEO de Centenario Internacional, esta alianza es mucho más que un simple lanzamiento de producto; es una celebración del arte en todas sus formas. “Nos une una misma raíz: el arte, el cual cuenta historias, transmite emociones y deja un legado,” comentó. Es que, vamos a ser honestos, el ron de Costa Rica ya es un arte por sí solo, reconocido mundialmente. Un brete, pa' que lo entendamos bien.
Rafael Gutiérrez, por su parte, explica que las casitas representan la esencia de nuestro país. “Son una forma de contar quiénes somos: comunidades que crecen entre montañas, ciudades que cambian sin perder su calidez,” dice. Y añade que el arte nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda de dónde venimos. ¡Qué razón tan tuanis!
Lo interesante es que cada botella de esta edición limitada es única. Integra elementos que evocan la naturaleza y el espíritu urbano, reflejando la dualidad que define a Costa Rica. Como dice Gutiérrez, “Cada botella está impregnada de lo que caracteriza a nuestro país, una energía inagotable que se refleja en cada trazo y cada contraste”. Un verdadero chunche para los coleccionistas, ¿eh?
Y hablando de exclusividad, prepárense porque esto es serio: solo se produjeron 200 botellas en total. Cien para el mercado interno, es decir, para nosotros, los ticos, y cien para exportación. Dennis González, el gerente de Mercadeo de Centenario Internacional, enfatizó que el número fue elegido deliberadamente: “Todo fue parte de una dinámica simbólica de centenarios: 100 y 100.” Además, añadió que la producción masiva es imposible debido al detallado trabajo artístico y la calidad del ron. ¡Un nivelazo, vamos!
Pero eso no es todo, mi gente. Centenario también anunció que pronto llegará el “Ron Parade”, una iniciativa aún más ambiciosa que involucrará a otros artistas visuales para intervenir más piezas y llevar la creatividad tica a escenarios internacionales. Pa’lante con el orgullo nacional, digo yo. Esto promete ser un espectáculo a todo dar, ¡qué chiva!
Así que, si quieres hacerte con una de estas joyas, toca moverle al WhatsApp. Puedes solicitarla directamente a través del número 6181-9030. ¡Apúrate, que se agotan rapidito! Ahora dime, ¿crees que Centenario debería explorar otras colaboraciones artísticas nacionales para futuras ediciones limitadas, o prefieres que sigan enfocándose en la tradición pura del ron?
La historia es así: Centenario se unió con el talentoso artista visual Rafael Gutiérrez, conocido por esas “casitas” que pintaba. Ya saben, esas imágenes que te transportan directo a los recuerdos de la infancia, a las comunidades tranquilas rodeadas de montañas. Gutiérrez le dio un toque personal a la botella del Ron Centenario Aniversario, transformándola en una pieza única que rinde homenaje a nuestra rica cultura.
Según Dianne Medrano, la CEO de Centenario Internacional, esta alianza es mucho más que un simple lanzamiento de producto; es una celebración del arte en todas sus formas. “Nos une una misma raíz: el arte, el cual cuenta historias, transmite emociones y deja un legado,” comentó. Es que, vamos a ser honestos, el ron de Costa Rica ya es un arte por sí solo, reconocido mundialmente. Un brete, pa' que lo entendamos bien.
Rafael Gutiérrez, por su parte, explica que las casitas representan la esencia de nuestro país. “Son una forma de contar quiénes somos: comunidades que crecen entre montañas, ciudades que cambian sin perder su calidez,” dice. Y añade que el arte nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda de dónde venimos. ¡Qué razón tan tuanis!
Lo interesante es que cada botella de esta edición limitada es única. Integra elementos que evocan la naturaleza y el espíritu urbano, reflejando la dualidad que define a Costa Rica. Como dice Gutiérrez, “Cada botella está impregnada de lo que caracteriza a nuestro país, una energía inagotable que se refleja en cada trazo y cada contraste”. Un verdadero chunche para los coleccionistas, ¿eh?
Y hablando de exclusividad, prepárense porque esto es serio: solo se produjeron 200 botellas en total. Cien para el mercado interno, es decir, para nosotros, los ticos, y cien para exportación. Dennis González, el gerente de Mercadeo de Centenario Internacional, enfatizó que el número fue elegido deliberadamente: “Todo fue parte de una dinámica simbólica de centenarios: 100 y 100.” Además, añadió que la producción masiva es imposible debido al detallado trabajo artístico y la calidad del ron. ¡Un nivelazo, vamos!
Pero eso no es todo, mi gente. Centenario también anunció que pronto llegará el “Ron Parade”, una iniciativa aún más ambiciosa que involucrará a otros artistas visuales para intervenir más piezas y llevar la creatividad tica a escenarios internacionales. Pa’lante con el orgullo nacional, digo yo. Esto promete ser un espectáculo a todo dar, ¡qué chiva!
Así que, si quieres hacerte con una de estas joyas, toca moverle al WhatsApp. Puedes solicitarla directamente a través del número 6181-9030. ¡Apúrate, que se agotan rapidito! Ahora dime, ¿crees que Centenario debería explorar otras colaboraciones artísticas nacionales para futuras ediciones limitadas, o prefieres que sigan enfocándose en la tradición pura del ron?