¡Ay, papá! Aquí seguimos con el circo político, mi gente. El Presidente Rodrigo Chaves, sin pelos en la lengua, le mandó un mensaje directo a los diputados que andan tramando cómo quitarle la inmunidad. Dicen que tendrá que ver con eso del TSE y unos supuestos ‘delitos de beligerancia’, pero ya saben, cada quien dice su, y ahí anda el tema.
La cosa es que Chaves, como bien nos ha demostrado, no se queda callado. Lanzó unas frases fuertes, advirtiendo que habrá “consecuencias” para aquellos que voten a favor de levantarle la inmunidad. ¡Qué manera de ponerle presión!, parece que quiere mandar a todos al brete. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) sigue picoteándole con esas investigaciones sobre el uso de plata y recursos oficiales durante la campaña. Ya saben, el tema de favorecer una candidatura... ¡pura sal!
Según fuentes cercanas al palacio, el presidente estaría bastante incómodo con toda esta movida. Se rumora que teme que si le quitan la inmunidad, el TSE pueda acelerar los procesos y caerle con todo. Imagínense perder la oportunidad de seguir gobernando por cuatro años… ¡qué lata! Pero él, con su labia característica, asegura que “han pedido sabiduría a Dios” para tomar decisiones correctas en el congreso.
Ahora, para entender mejor la magnitud del asunto, hay que recordar que necesita 38 votos para poder retirarle la inmunidad. Ahí entra PUSC y Nueva República, esos partidos que siempre andan dando vueltas y frenando cosas. Parece que serán ellos los que decidan el destino del presidente. ¡Qué se puede esperar! Los políticos hacen lo que pueden, diay…
Pero ojo, que la popularidad de Chaves sigue altísima, pese a todo. Una encuesta reciente de Opol Consultores revela que casi el 70% de los ticos todavía lo aprueban. ¡Eso sí es decir! A pesar de las controversias, la gente parece creer en su discurso y en su promesa de cambiar las cosas. Aunque muchos digan que es pura fanfarronería, la verdad es que los números hablan por sí solos.
Y hablando de discursos, Chaves no se guardó nada al referirse a ciertos diputados, especialmente aquellos del Frente Amplio y de Liberación Nacional. Les dijo que no valía la pena hablar con ellos porque “no tienen criterio propio”. ¡Qué directa la vaina! Parecía que estaba hablando solo para los periodistas, pero bueno, así es él, siempre buscando la atención. Algunos dicen que se está yendo al traste con estas actitudes, otros que simplemente es honesto y dice las cosas como son.
Lo cierto es que el ambiente en el Congreso está tenso como una telaraña. La sesión decisiva será el 16 de diciembre, y todos estarán pendientes de cada voto. Se espera una jornada larga y llena de debates encendidos. Algunos analistas políticos creen que Chaves debería asistir a la sesión para defenderse y mostrar su cara. Otros piensan que sería mejor que se quedara en casa para evitar mayores conflictos. ¡Un verdadero dilema, mi gente!
Finalmente, y dejando de lado las negociantes y los tecnicismos, me pregunto: ¿creen ustedes que el Presidente Chaves está exagerando en sus reacciones o realmente enfrenta una amenaza seria a su permanencia en el cargo? ¿Y cuál cree que será el factor determinante para que los diputados tomen su decisión final?
La cosa es que Chaves, como bien nos ha demostrado, no se queda callado. Lanzó unas frases fuertes, advirtiendo que habrá “consecuencias” para aquellos que voten a favor de levantarle la inmunidad. ¡Qué manera de ponerle presión!, parece que quiere mandar a todos al brete. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) sigue picoteándole con esas investigaciones sobre el uso de plata y recursos oficiales durante la campaña. Ya saben, el tema de favorecer una candidatura... ¡pura sal!
Según fuentes cercanas al palacio, el presidente estaría bastante incómodo con toda esta movida. Se rumora que teme que si le quitan la inmunidad, el TSE pueda acelerar los procesos y caerle con todo. Imagínense perder la oportunidad de seguir gobernando por cuatro años… ¡qué lata! Pero él, con su labia característica, asegura que “han pedido sabiduría a Dios” para tomar decisiones correctas en el congreso.
Ahora, para entender mejor la magnitud del asunto, hay que recordar que necesita 38 votos para poder retirarle la inmunidad. Ahí entra PUSC y Nueva República, esos partidos que siempre andan dando vueltas y frenando cosas. Parece que serán ellos los que decidan el destino del presidente. ¡Qué se puede esperar! Los políticos hacen lo que pueden, diay…
Pero ojo, que la popularidad de Chaves sigue altísima, pese a todo. Una encuesta reciente de Opol Consultores revela que casi el 70% de los ticos todavía lo aprueban. ¡Eso sí es decir! A pesar de las controversias, la gente parece creer en su discurso y en su promesa de cambiar las cosas. Aunque muchos digan que es pura fanfarronería, la verdad es que los números hablan por sí solos.
Y hablando de discursos, Chaves no se guardó nada al referirse a ciertos diputados, especialmente aquellos del Frente Amplio y de Liberación Nacional. Les dijo que no valía la pena hablar con ellos porque “no tienen criterio propio”. ¡Qué directa la vaina! Parecía que estaba hablando solo para los periodistas, pero bueno, así es él, siempre buscando la atención. Algunos dicen que se está yendo al traste con estas actitudes, otros que simplemente es honesto y dice las cosas como son.
Lo cierto es que el ambiente en el Congreso está tenso como una telaraña. La sesión decisiva será el 16 de diciembre, y todos estarán pendientes de cada voto. Se espera una jornada larga y llena de debates encendidos. Algunos analistas políticos creen que Chaves debería asistir a la sesión para defenderse y mostrar su cara. Otros piensan que sería mejor que se quedara en casa para evitar mayores conflictos. ¡Un verdadero dilema, mi gente!
Finalmente, y dejando de lado las negociantes y los tecnicismos, me pregunto: ¿creen ustedes que el Presidente Chaves está exagerando en sus reacciones o realmente enfrenta una amenaza seria a su permanencia en el cargo? ¿Y cuál cree que será el factor determinante para que los diputados tomen su decisión final?
