¡Ay, Dios mío! Qué desmadre se armó en el Congreso, mi gente. Resulta que el Presidente Chaves decidió no ir a la cita que tenían programada para este martes. Y no porque tenía antojo de gallito o algo así, sino porque dice que le quieren estar tomando el pelo con unos protocolos que ni siquiera existen. ¡Imagínate la bronca!
Todo esto viene de raíz, ¿eh? Como ya saben, anda dando vueltas el tema del desafuero presidencial, un asunto que te pone a cualquiera mosco, especialmente cuando ves cómo algunos diputados parecen más interesados en hacer show que en resolver cosas de verdad. Desde el gobierno argumentan que todavía no les han dado una bola clara de qué esperar en esa comparecencia, ni cuáles van a ser las reglas del juego. ¡Un lío total!
¿Se acuerdan de la última vez que intentaron llamar al Presidente?, Pues parece que ahí ya estaban sembrando la semilla de la desconfianza. Dicen que le limitaron a solo diez minutitos al abogado del Presidente para defenderlo. ¡Diez minutos! Eso es menos que para pedir un cascón en la soda de la esquina. Aparentemente eso reforzó la idea en Casa Amarilla de que el Congreso no estaba dispuesto a llevar un proceso justo y transparente.
Ahora bien, no todo es culpa de los diputados, claro. También salió a relucir un video en redes donde la presidenta interina del Congreso, Vanessa Castro, parecía estar maquinando para romper el quórum. ¡Con razón el Presidente puso el freno! Imagínate tener que rendir cuentas en un ambiente así, donde se respira incertidumbre y se huele a movidas políticas. Ni regalándole una cajuela llena de bizcochos sería suficiente para animarme a meterme en ese brete.
Desde el gobierno afirman que el Presidente prefiere mantenerse alejado de toda esta jugada política, un escenario que califican como ‘de alto ruido electoral’. Porque, vamos a ser honestos, estamos a puertas de las elecciones y la cosa se está poniendo picante. Se nota que algunos diputados ven en este tema una oportunidad para ganar puntos políticos, aunque eso signifique poner en riesgo la estabilidad del país. ¡Qué barbaridad!
Y ojo, porque también recalcaron que no hay pruebas claras de que el Presidente haya cometido alguna falta grave. Dicen que el proceso legislativo está tomando una dirección innecesaria, enfocándose en buscarle la quinta pata al gato en lugar de abordar problemas reales que afectan a la población. Uno piensa… ¿no tendríamos que estar hablando de salud, educación, seguridad…? Pero bueno, ya sabemos cómo va la cosa en estos temas.
En fin, ahora la pelota está en el techo de los diputados. Tendrán que decidir si cumplen con su compromiso de votar sobre el desafuero o si prefieren seguir postergándolo indefinidamente. El comunicado de la presidencia deja claro que el Presidente no se prestará a un circo mediático, pero sí espera que los representantes de la gente hagan lo correcto y tomen una decisión responsable. El futuro de la democracia tica podría depender de ello, diay.
Después de tanto rollo, me pregunto... ¿Ustedes creen que la ausencia del Presidente al Congreso fortalece o debilita la institucionalidad democrática en Costa Rica? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan mis compas!
Todo esto viene de raíz, ¿eh? Como ya saben, anda dando vueltas el tema del desafuero presidencial, un asunto que te pone a cualquiera mosco, especialmente cuando ves cómo algunos diputados parecen más interesados en hacer show que en resolver cosas de verdad. Desde el gobierno argumentan que todavía no les han dado una bola clara de qué esperar en esa comparecencia, ni cuáles van a ser las reglas del juego. ¡Un lío total!
¿Se acuerdan de la última vez que intentaron llamar al Presidente?, Pues parece que ahí ya estaban sembrando la semilla de la desconfianza. Dicen que le limitaron a solo diez minutitos al abogado del Presidente para defenderlo. ¡Diez minutos! Eso es menos que para pedir un cascón en la soda de la esquina. Aparentemente eso reforzó la idea en Casa Amarilla de que el Congreso no estaba dispuesto a llevar un proceso justo y transparente.
Ahora bien, no todo es culpa de los diputados, claro. También salió a relucir un video en redes donde la presidenta interina del Congreso, Vanessa Castro, parecía estar maquinando para romper el quórum. ¡Con razón el Presidente puso el freno! Imagínate tener que rendir cuentas en un ambiente así, donde se respira incertidumbre y se huele a movidas políticas. Ni regalándole una cajuela llena de bizcochos sería suficiente para animarme a meterme en ese brete.
Desde el gobierno afirman que el Presidente prefiere mantenerse alejado de toda esta jugada política, un escenario que califican como ‘de alto ruido electoral’. Porque, vamos a ser honestos, estamos a puertas de las elecciones y la cosa se está poniendo picante. Se nota que algunos diputados ven en este tema una oportunidad para ganar puntos políticos, aunque eso signifique poner en riesgo la estabilidad del país. ¡Qué barbaridad!
Y ojo, porque también recalcaron que no hay pruebas claras de que el Presidente haya cometido alguna falta grave. Dicen que el proceso legislativo está tomando una dirección innecesaria, enfocándose en buscarle la quinta pata al gato en lugar de abordar problemas reales que afectan a la población. Uno piensa… ¿no tendríamos que estar hablando de salud, educación, seguridad…? Pero bueno, ya sabemos cómo va la cosa en estos temas.
En fin, ahora la pelota está en el techo de los diputados. Tendrán que decidir si cumplen con su compromiso de votar sobre el desafuero o si prefieren seguir postergándolo indefinidamente. El comunicado de la presidencia deja claro que el Presidente no se prestará a un circo mediático, pero sí espera que los representantes de la gente hagan lo correcto y tomen una decisión responsable. El futuro de la democracia tica podría depender de ello, diay.
Después de tanto rollo, me pregunto... ¿Ustedes creen que la ausencia del Presidente al Congreso fortalece o debilita la institucionalidad democrática en Costa Rica? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan mis compas!
