¡Aguante duro, mae! Pero vaya que nos comimos este sapo. La eliminación de Costa Rica de la contienda mundialista ha dejado un sabor amargo en toda la boca, pero parece que también encendió la polémica política. La ex presidenta Laura Chinchilla, con la picardía que la caracteriza, no tardó en sacar pecho y recordarle al actual Presidente, Rodolfo Chaves, cómo se hacen las cosas en el fútbol nacional.
Y es que, como bien sabemos, la relación entre ambos no ha sido precisamente de armonía. Intercambio constante de pullas, críticas públicas y hasta ataques directos han marcado su relación desde que Chinchilla dejó el Sillón Presidencial. Entonces, cuando la oportunidad de lanzar un derechazo se presentó, la ex mandataria no dudó ni un segundo en aprovecharla. El mensaje publicado en sus redes sociales explotó como dinamita y puso a temblar las estructuras del oficialismo.
En pocas palabras, Chinchilla le recordó a Chaves que, durante su gestión, Costa Rica logró clasificar al Mundial de Brasil 2014, donde la selección nacional –con el profe Jorge Luis Pinto al mando– hizo historia al llegar hasta los cuartos de final. Un logro que, hasta ahora, nadie ha podido superar. Con ese antecedente, la ex presidenta le sentenció que, antes de que el gobierno empiece a culpar a las administraciones anteriores por el fracaso de La Sele, ella quiere dejar claro cuál fue su papel en este asunto. Un auténtico filazo, diay.
Muchos interpretaron el mensaje de Chinchilla como una indirecta directa hacia Chaves, aprovechando el momento de frustración generalizada que dejó la derrota deportiva. Algunos incluso argumentan que la ex presidenta buscaba congraciarse con la afición futbolera, que está visiblemente decepcionada con el presente de La Sele. Lo cierto es que su comentario se viralizó rápidamente y generó un intenso debate en las redes sociales y los medios de comunicación.
Pero la cosa no terminó ahí, porque Chaves, fiel a su estilo polémico, respondió con dureza a las declaraciones de Chinchilla. En medio de un torrente de insultos y acusaciones mutuas, el presidente cuestionó la capacidad de la ex mandataria para gestionar el país y la acusó de haber saboteado el proceso de clasificación al Mundial. Una escalada de tensiones que demuestra que la rivalidad política en Costa Rica va más allá de cualquier partido o elección.
Expertos en comunicación política señalan que ambos líderes están utilizando la coyuntura futbolística para fortalecer sus bases y atacar a sus oponentes. Argumentan que este tipo de estrategias puede ser efectiva a corto plazo, pero a largo plazo puede deteriorar la imagen de ambos políticos y polarizar aún más a la sociedad costarricense. Además, advierten que este tipo de debates superficiales impiden abordar los problemas reales del país, como la pobreza, la desigualdad y la inseguridad.
El caso nos recuerda a tiempos atrás, cuando la política nacional era un verdadero circo mediático. Peleas de gallos, acusaciones infundadas y ataques personales eran moneda corriente en los medios de comunicación. Afortunadamente, en los últimos años había habido un intento por profesionalizar la política y promover un debate más constructivo. Pero parece que la llegada de Chaves al poder ha reavivado viejas costumbres y ha traído de vuelta la confrontación visceral al escenario político costarricense. ¡Qué despiche!
Ahora bien, dejando de lado las disputas políticas, es importante reflexionar sobre el futuro del fútbol costarricense. Después de tantos años de éxitos, La Sele parece haberse estancado y necesita urgentemente una renovación profunda. Se necesitan nuevos talentos, nuevas ideas y una estrategia clara para recuperar la competitividad internacional. La pregunta que dejo en el foro es la siguiente: ¿Cree usted que Costa Rica tendrá alguna posibilidad real de clasificar al Mundial de 2026, o deberíamos empezar a pensar en prepararnos para los Juegos Olímpicos?
Y es que, como bien sabemos, la relación entre ambos no ha sido precisamente de armonía. Intercambio constante de pullas, críticas públicas y hasta ataques directos han marcado su relación desde que Chinchilla dejó el Sillón Presidencial. Entonces, cuando la oportunidad de lanzar un derechazo se presentó, la ex mandataria no dudó ni un segundo en aprovecharla. El mensaje publicado en sus redes sociales explotó como dinamita y puso a temblar las estructuras del oficialismo.
En pocas palabras, Chinchilla le recordó a Chaves que, durante su gestión, Costa Rica logró clasificar al Mundial de Brasil 2014, donde la selección nacional –con el profe Jorge Luis Pinto al mando– hizo historia al llegar hasta los cuartos de final. Un logro que, hasta ahora, nadie ha podido superar. Con ese antecedente, la ex presidenta le sentenció que, antes de que el gobierno empiece a culpar a las administraciones anteriores por el fracaso de La Sele, ella quiere dejar claro cuál fue su papel en este asunto. Un auténtico filazo, diay.
Muchos interpretaron el mensaje de Chinchilla como una indirecta directa hacia Chaves, aprovechando el momento de frustración generalizada que dejó la derrota deportiva. Algunos incluso argumentan que la ex presidenta buscaba congraciarse con la afición futbolera, que está visiblemente decepcionada con el presente de La Sele. Lo cierto es que su comentario se viralizó rápidamente y generó un intenso debate en las redes sociales y los medios de comunicación.
Pero la cosa no terminó ahí, porque Chaves, fiel a su estilo polémico, respondió con dureza a las declaraciones de Chinchilla. En medio de un torrente de insultos y acusaciones mutuas, el presidente cuestionó la capacidad de la ex mandataria para gestionar el país y la acusó de haber saboteado el proceso de clasificación al Mundial. Una escalada de tensiones que demuestra que la rivalidad política en Costa Rica va más allá de cualquier partido o elección.
Expertos en comunicación política señalan que ambos líderes están utilizando la coyuntura futbolística para fortalecer sus bases y atacar a sus oponentes. Argumentan que este tipo de estrategias puede ser efectiva a corto plazo, pero a largo plazo puede deteriorar la imagen de ambos políticos y polarizar aún más a la sociedad costarricense. Además, advierten que este tipo de debates superficiales impiden abordar los problemas reales del país, como la pobreza, la desigualdad y la inseguridad.
El caso nos recuerda a tiempos atrás, cuando la política nacional era un verdadero circo mediático. Peleas de gallos, acusaciones infundadas y ataques personales eran moneda corriente en los medios de comunicación. Afortunadamente, en los últimos años había habido un intento por profesionalizar la política y promover un debate más constructivo. Pero parece que la llegada de Chaves al poder ha reavivado viejas costumbres y ha traído de vuelta la confrontación visceral al escenario político costarricense. ¡Qué despiche!
Ahora bien, dejando de lado las disputas políticas, es importante reflexionar sobre el futuro del fútbol costarricense. Después de tantos años de éxitos, La Sele parece haberse estancado y necesita urgentemente una renovación profunda. Se necesitan nuevos talentos, nuevas ideas y una estrategia clara para recuperar la competitividad internacional. La pregunta que dejo en el foro es la siguiente: ¿Cree usted que Costa Rica tendrá alguna posibilidad real de clasificar al Mundial de 2026, o deberíamos empezar a pensar en prepararnos para los Juegos Olímpicos?
