¡Duro, duro! La bomba explotó ayer a la tarde: el Grupo ASUR, esos mexicanos, se tragaron a Aeris, la compañía que maneja el Juan Santamaría y otros 19 aeropuertos alrededor. Hablamos de unos 936 millones de dólares, una suma considerable, diay. Esto le da un giro interesante a la aviación en Costa Rica, ¿no?
Para entender bien esto, hay que recordar que Aeris lleva varios años operando el SJO, modernizándolo poco a poco. Han invertido en tecnología, en mejorar la experiencia del pasajero... Vamos, tratando de ponerlo a la altura de otros aeropuertos internacionales. Pero ahora, parece que entran nuevos dueños con ideas frescas – o eso dicen.
ASUR, como muchos saben, es un operador gigante en Latinoamérica, tienen aeropuertos en México, Estados Unidos, Puerto Rico y Colombia. Son conocidos por ser eficientes, tener buenos servicios y cumplir con todos los estándares de seguridad. Eso suena bien en el papel, claro, pero siempre uno se pregunta qué tan fácil será adaptarse a nuestra realidad, a nuestras particularidades, ¿saben?
Según lo que nos contaron desde AERIS, por ahora todo sigue igual. El mismo equipo administrativo estará al mando, manteniendo la estructura que tenemos ahorita. Dicen que no habrá cambios drásticos ni de golpe. Ricardo Hernández, el director ejecutivo, tranquilizó a todos asegurando que seguirán trabajando con el mismo empeño de siempre, manteniendo la calidad del servicio que esperamos los ticos y los turistas. Eso sí, prometen innovaciones y más inversiones, porque así es la onda con estas empresas grandes.
Pero vamos a ser honestos, gente. Un mexicano comprando nuestro aeropuerto principal… Da un poquito de cosquillas, ¿verdad? No me malinterpreten, yo creo en el libre mercado y en la competencia sana, pero uno no puede evitar sentir cierto apego hacia lo nuestro. Es como si te vendieran la casa donde creciste, ¿me entienden? Uno siente una mezcla de curiosidad y preocupación. ¿Será que realmente van a invertir tanto como prometen, o simplemente van a sacarles agua hasta el último chorro?
Y hablando de inversiones, hay proyectos que estaban en marcha, permisos que estaban pendientes con el gobierno... Según AERIS, todo sigue como iba. Los trámites, las negociaciones, los programas de mejora… Todo continúa sin problemas. Al parecer, ASUR está manejando la transición con cuidado, buscando no meterle el dedo en el ojo al gobierno ni a nadie. Eso es importante, porque si se arma bronca ahí, las cosas podrían complicarse bastante.
Para entender bien esto, hay que recordar que Aeris lleva varios años operando el SJO, modernizándolo poco a poco. Han invertido en tecnología, en mejorar la experiencia del pasajero... Vamos, tratando de ponerlo a la altura de otros aeropuertos internacionales. Pero ahora, parece que entran nuevos dueños con ideas frescas – o eso dicen.
ASUR, como muchos saben, es un operador gigante en Latinoamérica, tienen aeropuertos en México, Estados Unidos, Puerto Rico y Colombia. Son conocidos por ser eficientes, tener buenos servicios y cumplir con todos los estándares de seguridad. Eso suena bien en el papel, claro, pero siempre uno se pregunta qué tan fácil será adaptarse a nuestra realidad, a nuestras particularidades, ¿saben?
Según lo que nos contaron desde AERIS, por ahora todo sigue igual. El mismo equipo administrativo estará al mando, manteniendo la estructura que tenemos ahorita. Dicen que no habrá cambios drásticos ni de golpe. Ricardo Hernández, el director ejecutivo, tranquilizó a todos asegurando que seguirán trabajando con el mismo empeño de siempre, manteniendo la calidad del servicio que esperamos los ticos y los turistas. Eso sí, prometen innovaciones y más inversiones, porque así es la onda con estas empresas grandes.
Pero vamos a ser honestos, gente. Un mexicano comprando nuestro aeropuerto principal… Da un poquito de cosquillas, ¿verdad? No me malinterpreten, yo creo en el libre mercado y en la competencia sana, pero uno no puede evitar sentir cierto apego hacia lo nuestro. Es como si te vendieran la casa donde creciste, ¿me entienden? Uno siente una mezcla de curiosidad y preocupación. ¿Será que realmente van a invertir tanto como prometen, o simplemente van a sacarles agua hasta el último chorro?
Y hablando de inversiones, hay proyectos que estaban en marcha, permisos que estaban pendientes con el gobierno... Según AERIS, todo sigue como iba. Los trámites, las negociaciones, los programas de mejora… Todo continúa sin problemas. Al parecer, ASUR está manejando la transición con cuidado, buscando no meterle el dedo en el ojo al gobierno ni a nadie. Eso es importante, porque si se arma bronca ahí, las cosas podrían complicarse bastante.
