¡Ay, Dios mío! Se armó un chinchorro tremendo en el gobierno, pues. Resulta que el presidente Rodrigo Chaves salió a defenderse de las acusaciones sobre unas reuniones que tuvo en Casa Presidencial con empresarios de la compañía mexicana Tradeco. ¿Y quién anda metido en esto? Pues el abogado Randall Chuken, que parece ser ahora el nuevo villano de la película.
La bronca viene de allá atrás, cuando se estaban buscando empresas para ampliar la carretera entre Barranca y Limonal. Según varios documentos, Chuken estaría involucrado en negocios turbios con esa licitación. Pero eso no es todo, pues también apareció que tiene conexiones sospechosas en Panamá, ¡hasta con gente relacionada con el narcotráfico! Parece sacado de novela, vamos.
El caso se puso aún más picante cuando la Fiscalía General abrió una investigación contra el propio Chaves, alegando posibles irregularidades en el proceso de selección de la empresa que asumiría la obra. Por lo que entendemos, Chaves habría estado “empujando” a Tradeco a toda costa, sin importarles los antecedentes penales de algunos de sus exdirectivos. ¡Un movidito, díganlo ustedes!
Chaves, defendiéndose como pudo, dijo que conoce a Chuken desde hace rato y que es un abogado de renombre internacional, que representa a empresas grandes como OHLA de España. Según él, Chuken le presentó varias opciones para la ampliación de la carretera, y que Tradeco era la mejor opción para evitar una pérdida de $120 millones y dos años de retraso. ¡Eso dicen, eh!
Pero ahí no quedó la cosa, pues el expresidente Luis Amador Jiménez salió a dar su versión, afirmando que Chuves le daba órdenes directas a Chuken como si fuera un funcionario público. Amador también contó que Chuken le ofreció financiamiento para su campaña política y hasta le habló del presidente de la Liga Deportiva Alajuelense, Joseph Joseph, como posible fuente de apoyo. ¡Uy, qué quilombo!
“Me muero de risa”, soltó Chaves, minimizando las acusaciones y diciendo que no existe ningún delito de tentativa en Costa Rica. Agregó que los únicos problemas que tendría serían si hubiese cometido algún delito contra la Hacienda Pública, pero insistió en que Tradeco nunca obtuvo ningún contrato. Dice que todo es una exageración, pura envidia. ¿Será cierto?
Todo este drama se complicó aún más cuando se reveló que Chuken se reunió con Laura Fernández Delgado en un restaurante elegante, donde aparentemente discutieron sobre algunas demandas judiciales. Además, el OIJ ha mencionado a Chuken en informes relacionados con la investigación del contrato de Barranca–Limonal y la empresa Tradeco. ¡Parece que esto no va a terminar pronto, pues!
Definitivamente, este caso tiene a todo el país hablando. Con tantos giros inesperados y acusaciones cruzadas, ¿cree usted que el presidente Chaves está actuando correctamente al defender a capa y espada a Tradeco y a su abogado Randall Chuken? ¿O acaso estamos ante un intento desesperado de encubrir una trama de corrupción mucho mayor? Comparta su opinión en el foro, ¡queremos saber qué piensa usted sobre este chinchorro!
La bronca viene de allá atrás, cuando se estaban buscando empresas para ampliar la carretera entre Barranca y Limonal. Según varios documentos, Chuken estaría involucrado en negocios turbios con esa licitación. Pero eso no es todo, pues también apareció que tiene conexiones sospechosas en Panamá, ¡hasta con gente relacionada con el narcotráfico! Parece sacado de novela, vamos.
El caso se puso aún más picante cuando la Fiscalía General abrió una investigación contra el propio Chaves, alegando posibles irregularidades en el proceso de selección de la empresa que asumiría la obra. Por lo que entendemos, Chaves habría estado “empujando” a Tradeco a toda costa, sin importarles los antecedentes penales de algunos de sus exdirectivos. ¡Un movidito, díganlo ustedes!
Chaves, defendiéndose como pudo, dijo que conoce a Chuken desde hace rato y que es un abogado de renombre internacional, que representa a empresas grandes como OHLA de España. Según él, Chuken le presentó varias opciones para la ampliación de la carretera, y que Tradeco era la mejor opción para evitar una pérdida de $120 millones y dos años de retraso. ¡Eso dicen, eh!
Pero ahí no quedó la cosa, pues el expresidente Luis Amador Jiménez salió a dar su versión, afirmando que Chuves le daba órdenes directas a Chuken como si fuera un funcionario público. Amador también contó que Chuken le ofreció financiamiento para su campaña política y hasta le habló del presidente de la Liga Deportiva Alajuelense, Joseph Joseph, como posible fuente de apoyo. ¡Uy, qué quilombo!
“Me muero de risa”, soltó Chaves, minimizando las acusaciones y diciendo que no existe ningún delito de tentativa en Costa Rica. Agregó que los únicos problemas que tendría serían si hubiese cometido algún delito contra la Hacienda Pública, pero insistió en que Tradeco nunca obtuvo ningún contrato. Dice que todo es una exageración, pura envidia. ¿Será cierto?
Todo este drama se complicó aún más cuando se reveló que Chuken se reunió con Laura Fernández Delgado en un restaurante elegante, donde aparentemente discutieron sobre algunas demandas judiciales. Además, el OIJ ha mencionado a Chuken en informes relacionados con la investigación del contrato de Barranca–Limonal y la empresa Tradeco. ¡Parece que esto no va a terminar pronto, pues!
Definitivamente, este caso tiene a todo el país hablando. Con tantos giros inesperados y acusaciones cruzadas, ¿cree usted que el presidente Chaves está actuando correctamente al defender a capa y espada a Tradeco y a su abogado Randall Chuken? ¿O acaso estamos ante un intento desesperado de encubrir una trama de corrupción mucho mayor? Comparta su opinión en el foro, ¡queremos saber qué piensa usted sobre este chinchorro!