¡Ay, Dios mío! La Sala Constitucional, nuestro baluarte de justicia, parece que va a estar bien fregada. Resulta que, como nos enteramos gracias a nuestros compas de Diario Extra, podrían quedarse sin magistrados suplentes a partir del 16 de diciembre. ¡Una bronca tremenda, mándale! Imagínate, si alguien se enferma o decide irse de viaje, ahí se acabó, la sala paralizada. Esto no es cualquier cosita, amigos, esto afecta a todos los que dependemos de decisiones judiciales.
Y claro, la pregunta que ronda por todas partes es: ¿Cómo llegamos a este brete? Según la diputada Alejandra Larios, presidenta de la Comisión de Nombramientos, la Corte Plena le pasó la lista de candidatos a medias de octubre. Dicen que hubo algún movidito con los papeles, que la documentación llegó tarde, y así, poco a poco, el tiempo se nos fue escapando entre los dedos como arena. Parece que alguien se jaló una torta con los tiempos y ahora estamos pagándolo caro.
Ahora, no quiero poner palos en la rueda de nadie, pero me da que hay algo raro en todo este asunto. La ley dice clarito que los diputados tienen que nombrar a los 12 magistrados suplentes para cuatro años. Pero, ¿por qué la Corte no mandó la lista antes? Ya saben, "pa’ que no falte nada”, como dicen por acá. Imaginen la presión que tendrán esos diputados ahora, con tan poca lana de tiempo para revisar a tanta gente y asegurarse de que sean los mejores para el puesto. ¡Qué estrés!
Y no es solo el tiempo, también hay toda la burocracia que conlleva estos procesos. Hay que estudiar los currículums, entrevistar a los candidatos, verificar los atestados… todo eso toma tiempo, y cuando te das cuenta, ¡boom!, el plazo ya venció. Es como intentar meterle en un vaso de agua una ballena entera, pura imposibilidad.
Si revisamos la lista de magistrados cuyos cargos están próximos a vencer, vemos un panorama bastante completo: Alejandro Delgado Faith, Ana María Picado Brenes, Hubert Fernández Argüello, Ileana Sánchez Navarro, Ronald Salazar Murillo, Alexandra Alvarado Paniagua, José Roberto Garita Navarro, Rosibel Jara Velásquez, Fernando E. Lara Gamboa, Jorge Isaac Solano Aguilar, Aracelly Pacheco Salazar y Ana Cristina Fernández Acuña. Un montón de gente importante que pronto tendrá que ver qué sigue en esta jugada. Eso sí, la Corte asegura que están haciendo todo lo posible, ampliando sesiones y entrevistando a varios candidatos al día, pero según Larios, es “materialmente imposible” terminar a tiempo. ¡Que nadie les meta prisa, porque andan apretaditos!
Pero vamos a ponernos serios por un momento. Esta situación pone en riesgo la independencia judicial, que es fundamental para nuestra democracia. Una Sala Constitucional funcionando a medio andar puede tomar decisiones precipitadas o sesgadas. Además, genera incertidumbre jurídica, lo cual afecta la inversión y el desarrollo del país. No podemos jugar con estas cosas, porque al final somos todos los ciudadanos quienes salimos perjudicados. Esto no es un juego de niños, es la base de nuestro sistema legal, ¡y necesita respeto!
Personalmente, creo que tanto la Corte Plena como la Asamblea Legislativa deberían asumir su responsabilidad en esta crisis. Si tenían conocimiento de los plazos, debían haber actuado con mayor diligencia y coordinación. La excusa del tiempo es fácil, pero a veces es simplemente falta de organización. Y ahora, la ciudadanía observa cómo la administración de justicia, pilar fundamental de un Estado democrático, se tambalea por temas administrativos. Una verdadera lástima, diay.
En fin, la pelota está en la cancha de ambos poderes. Esperaremos a ver qué respuesta nos da la Corte sobre por qué enviaron la lista tan tarde. Con todo este quilombo, ¿creen ustedes que la Asamblea Legislativa logrará nombrar a los magistrados suplentes a tiempo, o estamos condenados a tener una Sala Constitucional a medio funcionar? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, estoy ansioso por saber qué piensa el pueblo!
Y claro, la pregunta que ronda por todas partes es: ¿Cómo llegamos a este brete? Según la diputada Alejandra Larios, presidenta de la Comisión de Nombramientos, la Corte Plena le pasó la lista de candidatos a medias de octubre. Dicen que hubo algún movidito con los papeles, que la documentación llegó tarde, y así, poco a poco, el tiempo se nos fue escapando entre los dedos como arena. Parece que alguien se jaló una torta con los tiempos y ahora estamos pagándolo caro.
Ahora, no quiero poner palos en la rueda de nadie, pero me da que hay algo raro en todo este asunto. La ley dice clarito que los diputados tienen que nombrar a los 12 magistrados suplentes para cuatro años. Pero, ¿por qué la Corte no mandó la lista antes? Ya saben, "pa’ que no falte nada”, como dicen por acá. Imaginen la presión que tendrán esos diputados ahora, con tan poca lana de tiempo para revisar a tanta gente y asegurarse de que sean los mejores para el puesto. ¡Qué estrés!
Y no es solo el tiempo, también hay toda la burocracia que conlleva estos procesos. Hay que estudiar los currículums, entrevistar a los candidatos, verificar los atestados… todo eso toma tiempo, y cuando te das cuenta, ¡boom!, el plazo ya venció. Es como intentar meterle en un vaso de agua una ballena entera, pura imposibilidad.
Si revisamos la lista de magistrados cuyos cargos están próximos a vencer, vemos un panorama bastante completo: Alejandro Delgado Faith, Ana María Picado Brenes, Hubert Fernández Argüello, Ileana Sánchez Navarro, Ronald Salazar Murillo, Alexandra Alvarado Paniagua, José Roberto Garita Navarro, Rosibel Jara Velásquez, Fernando E. Lara Gamboa, Jorge Isaac Solano Aguilar, Aracelly Pacheco Salazar y Ana Cristina Fernández Acuña. Un montón de gente importante que pronto tendrá que ver qué sigue en esta jugada. Eso sí, la Corte asegura que están haciendo todo lo posible, ampliando sesiones y entrevistando a varios candidatos al día, pero según Larios, es “materialmente imposible” terminar a tiempo. ¡Que nadie les meta prisa, porque andan apretaditos!
Pero vamos a ponernos serios por un momento. Esta situación pone en riesgo la independencia judicial, que es fundamental para nuestra democracia. Una Sala Constitucional funcionando a medio andar puede tomar decisiones precipitadas o sesgadas. Además, genera incertidumbre jurídica, lo cual afecta la inversión y el desarrollo del país. No podemos jugar con estas cosas, porque al final somos todos los ciudadanos quienes salimos perjudicados. Esto no es un juego de niños, es la base de nuestro sistema legal, ¡y necesita respeto!
Personalmente, creo que tanto la Corte Plena como la Asamblea Legislativa deberían asumir su responsabilidad en esta crisis. Si tenían conocimiento de los plazos, debían haber actuado con mayor diligencia y coordinación. La excusa del tiempo es fácil, pero a veces es simplemente falta de organización. Y ahora, la ciudadanía observa cómo la administración de justicia, pilar fundamental de un Estado democrático, se tambalea por temas administrativos. Una verdadera lástima, diay.
En fin, la pelota está en la cancha de ambos poderes. Esperaremos a ver qué respuesta nos da la Corte sobre por qué enviaron la lista tan tarde. Con todo este quilombo, ¿creen ustedes que la Asamblea Legislativa logrará nombrar a los magistrados suplentes a tiempo, o estamos condenados a tener una Sala Constitucional a medio funcionar? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, estoy ansioso por saber qué piensa el pueblo!
