¡Ay, Dios mío! Ya todos sabemos que moverse por San José puede ser un brete, pero ahora tenemos otra razón para sudar la gota gorda. La Circunvalación, esa que tanto usamos para esquivar el centro, va a tener paso regulado hasta el martes. Sí, señores, varios días de tráfico lento y presas aseguradas. Prepárense para llegar tarde, porque esto pinta feo, diay.
Parece que el MOPT está empeñado en construir un paso a desnivel entre Hatillo 7 y Hatillo 8. Según nos cuentan, la idea es solucionar el eterno embotellamiento que se arma por ahí, donde el tráfico parece que nunca termina. Un proyecto que, en teoría, busca conectar comunidades y agilizar el tránsito, pero que, en la práctica, nos obliga a armarnos de paciencia… mucha paciencia. Vamos, que nos toca sufrir para que luego anden tranquilos.
La obra, que lleva tiempo gestándose, implica un paso elevado de casi 385 metros de largo. Imagínense, una carretera colgando por encima de la Circunvalación. Suena impresionante, sí, pero también complicado. Ya terminaron de colocar las piezas metálicas que van a sostener este monstruo de acero, así que ahora le toca el turno a la instalación de losas de concreto y demás cositas necesarias para que funcione a toda máquina.
Las autoridades han recomendado tomar precauciones y buscar rutas alternativas si es posible. Pero vamos, ¿quién quiere andar dando rodeos cuando se puede ir directo, aunque sea despacio? Igual, dicen que habrá controles viales desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde, del lunes al martes. Lo que significa que, si te descuidas, podrías pasar horas atrapado en el tráfico, viendo el sol ponerse detrás de los edificios.
Lo bueno es que, al final, cuando esté listo, este paso a desnivel debería traerle aire fresco a la circulación. Se acabarán los semáforos en ese punto, y los carros podrán pasar fluidamente, sin interrupciones. Será como si ganáramos un tesoro, o al menos eso esperan los ingenieros del MOPT. Veremos si cumplen con sus promesas, porque ya hemos visto muchas cosas raras por estos lados.
Muchos se preguntan si realmente vale la pena todo este sacrificio. ¿Será que este paso a desnivel solucionará el problema de fondo, o simplemente trasladará el embotellamiento a otro lugar? Algunos expertos aseguran que se necesita una visión más integral del transporte público, con más opciones para la gente y menos dependencia del carro particular. Pero bueno, eso ya es otra vara que hay que discutir por separado.
Ahora, hablando de cosas más leves, me acuerdo de cuando era chico y mi abu me decía “preparate pa’l peor”. Pues creo que ese dicho nunca ha sido tan cierto como ahora. Con estas obras en la Circunvalación, debemos estar preparados para cualquier cosa: retrasos, atascos, cambios de planes... ¡lo que se les ocurra! Mejor salir con tiempo de casa y llevar música para distraerse del tráfico, chunches para picar y un buen libro para leer. Así, el tiempo pasa más rápido, aunque sigamos parados.
Y para terminar, les dejo una pregunta que me quema por dentro: ¿Creen que este paso a desnivel será la solución definitiva para el tráfico en la Circunvalación, o solo será un parche temporal que volverá a causar problemas en el futuro? Dejen sus opiniones abajo, ¡me interesa saber qué piensan mis compas!
Parece que el MOPT está empeñado en construir un paso a desnivel entre Hatillo 7 y Hatillo 8. Según nos cuentan, la idea es solucionar el eterno embotellamiento que se arma por ahí, donde el tráfico parece que nunca termina. Un proyecto que, en teoría, busca conectar comunidades y agilizar el tránsito, pero que, en la práctica, nos obliga a armarnos de paciencia… mucha paciencia. Vamos, que nos toca sufrir para que luego anden tranquilos.
La obra, que lleva tiempo gestándose, implica un paso elevado de casi 385 metros de largo. Imagínense, una carretera colgando por encima de la Circunvalación. Suena impresionante, sí, pero también complicado. Ya terminaron de colocar las piezas metálicas que van a sostener este monstruo de acero, así que ahora le toca el turno a la instalación de losas de concreto y demás cositas necesarias para que funcione a toda máquina.
Las autoridades han recomendado tomar precauciones y buscar rutas alternativas si es posible. Pero vamos, ¿quién quiere andar dando rodeos cuando se puede ir directo, aunque sea despacio? Igual, dicen que habrá controles viales desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde, del lunes al martes. Lo que significa que, si te descuidas, podrías pasar horas atrapado en el tráfico, viendo el sol ponerse detrás de los edificios.
Lo bueno es que, al final, cuando esté listo, este paso a desnivel debería traerle aire fresco a la circulación. Se acabarán los semáforos en ese punto, y los carros podrán pasar fluidamente, sin interrupciones. Será como si ganáramos un tesoro, o al menos eso esperan los ingenieros del MOPT. Veremos si cumplen con sus promesas, porque ya hemos visto muchas cosas raras por estos lados.
Muchos se preguntan si realmente vale la pena todo este sacrificio. ¿Será que este paso a desnivel solucionará el problema de fondo, o simplemente trasladará el embotellamiento a otro lugar? Algunos expertos aseguran que se necesita una visión más integral del transporte público, con más opciones para la gente y menos dependencia del carro particular. Pero bueno, eso ya es otra vara que hay que discutir por separado.
Ahora, hablando de cosas más leves, me acuerdo de cuando era chico y mi abu me decía “preparate pa’l peor”. Pues creo que ese dicho nunca ha sido tan cierto como ahora. Con estas obras en la Circunvalación, debemos estar preparados para cualquier cosa: retrasos, atascos, cambios de planes... ¡lo que se les ocurra! Mejor salir con tiempo de casa y llevar música para distraerse del tráfico, chunches para picar y un buen libro para leer. Así, el tiempo pasa más rápido, aunque sigamos parados.
Y para terminar, les dejo una pregunta que me quema por dentro: ¿Creen que este paso a desnivel será la solución definitiva para el tráfico en la Circunvalación, o solo será un parche temporal que volverá a causar problemas en el futuro? Dejen sus opiniones abajo, ¡me interesa saber qué piensan mis compas!
