La candidata presidencial Claudia Dobles, de la Coalición Agenda Ciudadana, enfrenta un interrogante constante en las redes sociales: ¿dónde está su compañero, el expresidente Carlos Alvarado? Mientras ella recorro cantones como Parrita, Quepos y Esparza prometiendo modernizar el puerto de Caldera y revitalizar el sector agrícola y turístico, Alvarado se encuentra a miles de kilómetros, participando en un foro sobre inteligencia artificial en Riad, Arabia Saudita. La ausencia de Alvarado en la campaña de Dobles ha generado preguntas y críticas, incluso comparándola con la estrategia de la aspirante Laura Fernández y su pareja, Jeffry Umaña.
Alvarado, lejos de Costa Rica, se presentó como panelista en el CoMotionGLOBAL25, un evento que reúne a líderes globales para discutir el futuro de las ciudades y la tecnología. Allí, compartió su experiencia como expresidente y destacó el Plan de Descarbonización de Costa Rica, buscando posicionar al país como referente en innovación ambiental. Según su equipo de prensa, su participación tiene como objetivo demostrar el potencial de Costa Rica para aportar soluciones a desafíos mundiales, especialmente en materia de sostenibilidad y uso de tecnologías avanzadas, como drones y la inteligencia artificial. Un brete importante, sin duda, para proyectar una imagen de líder visionario a nivel internacional.
Pero mientras Alvarado se roe en medio oriente tratando de salvar el planeta con algoritmos y planes de descarbonización, Dobles anda haciendo pura pipa acá en casa, enfrentando directamente las preguntas de los ciudadanos y defendiendo su plataforma política. Las encuestas reflejan que aún le cuesta conectar con gran parte del electorado, aunque sí se observa un ligero crecimiento en su intención de voto, pasando de un 2.3% a un 5.2% en el último estudio del Idespo. Ese empujoncito siempre viene bien, pero todavía hay mucho camino por recorrer.
Dobles ha aprovechado estas visitas para recalcar la necesidad de fortalecer la seguridad pública en la región Pacífica Central, donde, asegura, el crimen organizado ha llenado el vacío dejado por el Estado. Su propuesta incluye la contratación de 4.000 nuevos policías, la reinstauración de los mega operativos y la creación de un centro nacional de mando equipado con drones y herramientas de análisis criminal. Un tema candente, sin duda alguna, que preocupa a muchos ticos y que podría influir significativamente en la decisión del votante.
Durante su gestión como Primera Dama, Dobles impulsó iniciativas como el programa “Jale al Puerto” a través del ICT y lideró la reapertura del Parque Nacional Isla San Lucas. Estos logros buscan demostrar su capacidad para gestionar proyectos y generar impacto positivo en la sociedad costarricense. Ahora, intenta capitalizar esas experiencias para convencer al público de que es la candidata adecuada para liderar el país. Pero la sombra larga de su esposo y su gestión durante la pandemia sigue siendo un obstáculo difícil de superar.
Algunos analistas políticos sugieren que la estrategia de Alvarado, aunque aparentemente enfocada en promover el país a nivel internacional, podría estar perjudicando la campaña de Dobles. Al no acompañarla en los actos públicos y mantenerse alejado de la escena política local, Alvarado estaría privando a Dobles de un apoyo visible y disminuyendo su capacidad de movilizar a sus bases. Otros argumentan que su participación en el foro es necesaria para atraer inversiones y mejorar la imagen del país en el extranjero, lo que a largo plazo beneficiaría a toda la nación. En fin, qué vara tan compleja, ¿verdad?
Las críticas hacia Dobles no se limitan a la ausencia de Alvarado. También se cuestiona su discurso político, considerado por algunos como poco claro y carente de propuestas concretas. Sus promesas de modernización del puerto de Caldera y fortalecimiento del sector agropecuario necesitan mayor detalle y respaldo técnico para resultar convincentes ante un electorado cada vez más exigente. Además, el panorama político se complica con la aparición de otros candidatos fuertes, lo que dificulta aún más su camino hacia Casa Amarilla. ¡Qué cargada se trae!
En definitiva, la campaña de Claudia Dobles se encuentra en un momento crucial. La ausencia de Carlos Alvarado, las dudas sobre su propuesta política y la competencia creciente representan desafíos importantes que deberá superar para aumentar su popularidad y aspirar a llegar a la Presidencia de la República. Dada esta situación, me pregunto: ¿creen ustedes que la estrategia de mantener a Alvarado fuera del país es un acierto o un error para la campaña de Dobles, y cuál debería ser el próximo paso para revertir la situación?
Alvarado, lejos de Costa Rica, se presentó como panelista en el CoMotionGLOBAL25, un evento que reúne a líderes globales para discutir el futuro de las ciudades y la tecnología. Allí, compartió su experiencia como expresidente y destacó el Plan de Descarbonización de Costa Rica, buscando posicionar al país como referente en innovación ambiental. Según su equipo de prensa, su participación tiene como objetivo demostrar el potencial de Costa Rica para aportar soluciones a desafíos mundiales, especialmente en materia de sostenibilidad y uso de tecnologías avanzadas, como drones y la inteligencia artificial. Un brete importante, sin duda, para proyectar una imagen de líder visionario a nivel internacional.
Pero mientras Alvarado se roe en medio oriente tratando de salvar el planeta con algoritmos y planes de descarbonización, Dobles anda haciendo pura pipa acá en casa, enfrentando directamente las preguntas de los ciudadanos y defendiendo su plataforma política. Las encuestas reflejan que aún le cuesta conectar con gran parte del electorado, aunque sí se observa un ligero crecimiento en su intención de voto, pasando de un 2.3% a un 5.2% en el último estudio del Idespo. Ese empujoncito siempre viene bien, pero todavía hay mucho camino por recorrer.
Dobles ha aprovechado estas visitas para recalcar la necesidad de fortalecer la seguridad pública en la región Pacífica Central, donde, asegura, el crimen organizado ha llenado el vacío dejado por el Estado. Su propuesta incluye la contratación de 4.000 nuevos policías, la reinstauración de los mega operativos y la creación de un centro nacional de mando equipado con drones y herramientas de análisis criminal. Un tema candente, sin duda alguna, que preocupa a muchos ticos y que podría influir significativamente en la decisión del votante.
Durante su gestión como Primera Dama, Dobles impulsó iniciativas como el programa “Jale al Puerto” a través del ICT y lideró la reapertura del Parque Nacional Isla San Lucas. Estos logros buscan demostrar su capacidad para gestionar proyectos y generar impacto positivo en la sociedad costarricense. Ahora, intenta capitalizar esas experiencias para convencer al público de que es la candidata adecuada para liderar el país. Pero la sombra larga de su esposo y su gestión durante la pandemia sigue siendo un obstáculo difícil de superar.
Algunos analistas políticos sugieren que la estrategia de Alvarado, aunque aparentemente enfocada en promover el país a nivel internacional, podría estar perjudicando la campaña de Dobles. Al no acompañarla en los actos públicos y mantenerse alejado de la escena política local, Alvarado estaría privando a Dobles de un apoyo visible y disminuyendo su capacidad de movilizar a sus bases. Otros argumentan que su participación en el foro es necesaria para atraer inversiones y mejorar la imagen del país en el extranjero, lo que a largo plazo beneficiaría a toda la nación. En fin, qué vara tan compleja, ¿verdad?
Las críticas hacia Dobles no se limitan a la ausencia de Alvarado. También se cuestiona su discurso político, considerado por algunos como poco claro y carente de propuestas concretas. Sus promesas de modernización del puerto de Caldera y fortalecimiento del sector agropecuario necesitan mayor detalle y respaldo técnico para resultar convincentes ante un electorado cada vez más exigente. Además, el panorama político se complica con la aparición de otros candidatos fuertes, lo que dificulta aún más su camino hacia Casa Amarilla. ¡Qué cargada se trae!
En definitiva, la campaña de Claudia Dobles se encuentra en un momento crucial. La ausencia de Carlos Alvarado, las dudas sobre su propuesta política y la competencia creciente representan desafíos importantes que deberá superar para aumentar su popularidad y aspirar a llegar a la Presidencia de la República. Dada esta situación, me pregunto: ¿creen ustedes que la estrategia de mantener a Alvarado fuera del país es un acierto o un error para la campaña de Dobles, y cuál debería ser el próximo paso para revertir la situación?