El cuidacarros de la calle exige al dueño del carro que le dé 2000 por media hora que estuvo parqueado. Cuando se trata de negociar el precio el cuidador le dice que le eche lo que quiera...pero que es mejor andar con cuidado, mientras se le acerca otro compita cuidacarros a ver qué está pasando.
Las amenazas de algunos, expresas o tácitas, hacen que la gente ceda terreno y permita que ellos, los que logran su cometido con amenazas, sigan ganando espacio.
La policía no puede defendernos, nosotros no nos defendemos por no hacer más grande el asunto, tenemos que cumplir las exigencias para evitar problemas, por temor y porque no se está acostumbrado a generar violencia.
Así pasa con los que están pidiendo dinero en los altos de muchas esquinas, un trapo sucio para limpiar el vidrio sirve para amenazar al conductor y hacerlo que le dé algo para evitar que el parabrisas quede asqueroso. Si no se le da plata viene el problema, un vidrio quebrado o una patada al carro, el conductor debe irse sin poder hacer nada...ellos siempre tienen las de ganar, a no ser que se salga del miedo y se actúe de alguna manera para que el que amenaza se sienta también amenazado.
Mientras a la gente honrada nadie la defienda y no se defienda sola, será la historia del tigre suelto contra el burro amarrado.
Las amenazas de algunos, expresas o tácitas, hacen que la gente ceda terreno y permita que ellos, los que logran su cometido con amenazas, sigan ganando espacio.
La policía no puede defendernos, nosotros no nos defendemos por no hacer más grande el asunto, tenemos que cumplir las exigencias para evitar problemas, por temor y porque no se está acostumbrado a generar violencia.
Así pasa con los que están pidiendo dinero en los altos de muchas esquinas, un trapo sucio para limpiar el vidrio sirve para amenazar al conductor y hacerlo que le dé algo para evitar que el parabrisas quede asqueroso. Si no se le da plata viene el problema, un vidrio quebrado o una patada al carro, el conductor debe irse sin poder hacer nada...ellos siempre tienen las de ganar, a no ser que se salga del miedo y se actúe de alguna manera para que el que amenaza se sienta también amenazado.
Mientras a la gente honrada nadie la defienda y no se defienda sola, será la historia del tigre suelto contra el burro amarrado.