¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, ¿verdad, compas? Resulta que nos pusieron en la lista de países que ayudan al tráfico de drogas. Sí, Costa Rica, la Suiza centroamericana, aparece en medio de Afganistán, Venezuela y compañía. Una verdadera pena, porque nos habíamos esforzado tanto para mantenernos limpios de este brete.
Según el reporte de Estados Unidos, nuestro país figura porque tenemos condiciones geográficas y económicas que facilitan el movimiento de drogas y productos químicos relacionados. Dicen que somos como un puente, una vía fácil para que la mercancía llegue a otros lados. Claramente, no es un reconocimiento precisamente a nuestras virtudes, sino más bien una crítica contundente a nuestras debilidades en la lucha contra el narcotráfico. Esto sí da qué pensar, chunches.
Lo que más preocupa es que, pese a nuestros esfuerzos, seguimos siendo un punto vulnerable. No solo por nuestra ubicación estratégica, cerca de corredores marítimos clave, sino también por la corrupción que, lamentablemente, sigue royendo nuestras instituciones. Parece que el problema no es solamente un tema policial o judicial, sino un asunto estructural que va mucho más allá de los operativos sorpresa y las decomisiones ocasionales. Hay que darle caña a este tema, porque nos afecta a todos.
Ahora bien, no todo es tan negro como parece. El informe estadounidense aclara que estar en la lista no significa que no estamos haciendo nada. Reconocen que hemos implementado medidas, aunque dicen que aún no son suficientes. Incluso mencionan que la cooperación con Estados Unidos ha sido positiva, pero insisten en que necesitamos redoblar esfuerzos. Así que, ¡a trabajar, mae!, porque la situación amerita una respuesta contundente y urgente.
Pero miren nomás, mientras nosotros andamos preocupados por la lista de EEUU, en Estados Unidos tienen su propia emergencia. Les está matando gente por sobredosis de fentanilo y otras drogas, ¡a un ritmo demencial! Más de 200 muertos diarios, diay. Eso sí que es una torta, y ahí se ven obligados a cerrarlestones, reforzar las fronteras y buscar culpables en todas partes. Uno se pregunta si no les estaría saliendo el tiro por la culata.
Y hablando de culpables, el informe apunta directamente a China, acusándolos de ser los principales proveedores de los químicos que se usan para fabricar el fentanilo. También le echan la culpa a Venezuela, calificando al régimen de Maduro como un “régimen criminal del narcotráficante”. ¡Qué nivel de acusación, eh! Estos asuntos se ponen más complejos que una novela turca. Colombia tampoco se salva, pues el informe señala que bajo el gobierno de Petro han aumentado los cultivos de coca. ¡Parece que las cosas están saliendo cuesta arriba!
En fin, esta noticia nos pone en una posición incómoda, claro. Nos obliga a mirarnos al espejo y reconocer nuestras fallas. Pero también nos da la oportunidad de corregir el rumbo y demostrar que podemos salir adelante. Costa Rica siempre ha sido un país que se reinventa, que supera obstáculos. Tenemos que recuperar esa actitud, ese espíritu pionero, y enfrentar este desafío con determinación y optimismo. Porque, al final del día, lo que importa es proteger a nuestra gente y preservar los valores que nos hacen únicos.
Esta situación nos deja varios interrogantes en el aire: ¿Realmente estamos haciendo todo lo posible para combatir el narcotráfico en Costa Rica, o nos conformamos con medidas superficiales? ¿Cómo podemos fortalecer nuestras instituciones y reducir la corrupción para hacer frente a este flagelo? ¿Creen que la inclusión de Costa Rica en la lista de EEUU nos hará tomar cartas en el asunto con más seriedad, o simplemente será otro capítulo más en nuestra larga historia de problemas pendientes?
Según el reporte de Estados Unidos, nuestro país figura porque tenemos condiciones geográficas y económicas que facilitan el movimiento de drogas y productos químicos relacionados. Dicen que somos como un puente, una vía fácil para que la mercancía llegue a otros lados. Claramente, no es un reconocimiento precisamente a nuestras virtudes, sino más bien una crítica contundente a nuestras debilidades en la lucha contra el narcotráfico. Esto sí da qué pensar, chunches.
Lo que más preocupa es que, pese a nuestros esfuerzos, seguimos siendo un punto vulnerable. No solo por nuestra ubicación estratégica, cerca de corredores marítimos clave, sino también por la corrupción que, lamentablemente, sigue royendo nuestras instituciones. Parece que el problema no es solamente un tema policial o judicial, sino un asunto estructural que va mucho más allá de los operativos sorpresa y las decomisiones ocasionales. Hay que darle caña a este tema, porque nos afecta a todos.
Ahora bien, no todo es tan negro como parece. El informe estadounidense aclara que estar en la lista no significa que no estamos haciendo nada. Reconocen que hemos implementado medidas, aunque dicen que aún no son suficientes. Incluso mencionan que la cooperación con Estados Unidos ha sido positiva, pero insisten en que necesitamos redoblar esfuerzos. Así que, ¡a trabajar, mae!, porque la situación amerita una respuesta contundente y urgente.
Pero miren nomás, mientras nosotros andamos preocupados por la lista de EEUU, en Estados Unidos tienen su propia emergencia. Les está matando gente por sobredosis de fentanilo y otras drogas, ¡a un ritmo demencial! Más de 200 muertos diarios, diay. Eso sí que es una torta, y ahí se ven obligados a cerrarlestones, reforzar las fronteras y buscar culpables en todas partes. Uno se pregunta si no les estaría saliendo el tiro por la culata.
Y hablando de culpables, el informe apunta directamente a China, acusándolos de ser los principales proveedores de los químicos que se usan para fabricar el fentanilo. También le echan la culpa a Venezuela, calificando al régimen de Maduro como un “régimen criminal del narcotráficante”. ¡Qué nivel de acusación, eh! Estos asuntos se ponen más complejos que una novela turca. Colombia tampoco se salva, pues el informe señala que bajo el gobierno de Petro han aumentado los cultivos de coca. ¡Parece que las cosas están saliendo cuesta arriba!
En fin, esta noticia nos pone en una posición incómoda, claro. Nos obliga a mirarnos al espejo y reconocer nuestras fallas. Pero también nos da la oportunidad de corregir el rumbo y demostrar que podemos salir adelante. Costa Rica siempre ha sido un país que se reinventa, que supera obstáculos. Tenemos que recuperar esa actitud, ese espíritu pionero, y enfrentar este desafío con determinación y optimismo. Porque, al final del día, lo que importa es proteger a nuestra gente y preservar los valores que nos hacen únicos.
Esta situación nos deja varios interrogantes en el aire: ¿Realmente estamos haciendo todo lo posible para combatir el narcotráfico en Costa Rica, o nos conformamos con medidas superficiales? ¿Cómo podemos fortalecer nuestras instituciones y reducir la corrupción para hacer frente a este flagelo? ¿Creen que la inclusión de Costa Rica en la lista de EEUU nos hará tomar cartas en el asunto con más seriedad, o simplemente será otro capítulo más en nuestra larga historia de problemas pendientes?