¡Ay, Dios mío, qué chivísima la onda! Resulta que PROCOMER soltó un estudio que te deja boquiabierto: hace como cuarenta años, Costa Rica apenas exportaba cuatro cositas básicas, y ahora, ¡bam!, tenemos más de 4,000 productos listos pa’ salir al mundo. Como que nos estamos moviendo, ¿no?
Si le preguntas a los viejitos, te van a contar cómo era antes: café, banano, carne y azúcar eran prácticamente todo lo que mandábamos afuera. Una época bien diferente, donde si algo pasaba con el precio del banano, todo el país temblaba. Ahora, gracias a Dios, diversificamos tanto que eso parece cosa de otro planeta.
Este estudio revela que durante la última década, nuestras exportaciones crecieron a un ritmo promedio anual del 8%. Osea, que no ha sido por mero azar, sino por un empuje constante. Y lo más interesante es que ya no dependemos de esas varas tradicionales. Lo que más exportamos ahora es manufactura avanzada –cosas que requieren tecnología y cerebro– y servicios que dan duro. Ahí sí que nos estamos poniendo las pilas, mae.
Según el reporte, para el 2024, las exportaciones generaron más de 709 mil empleos. ¡Y ojo! Que casi el 43% de esos trabajos los tienen mujeres. Además, este crecimiento no está concentrado solo en San José, sino que se siente en otras regiones también. Eso es bueno, porque significa que más gente tiene la oportunidad de hacer brete y mejorar sus vidas.
Laura López, la jefa de PROCOMER, dice que esto es fruto de decisiones sostenidas entre el gobierno y el sector privado. “Nos pusimos las pilas, innovamos y aprendimos a competir con los países más duros”, comentó. Y vaya que es cierto. Ya no somos el patio trasero de nadie; estamos dando pelea en mercados exigentes como Europa y Asia.
Mirando hacia atrás, vemos cómo poco a poco dejamos atrás nuestra dependencia de los productos básicos. En los ’80, más del 90% de lo que vendíamos afuera eran esas cositas tradicionales. Ahora la cosa cambió totalmente: la manufactura, la agricultura diferenciada y los servicios especializados dominan la escena. Esto nos permite adaptarnos más rápido a lo que pide el mercado mundial, ¿me entienden?
Ahora, el estudio apunta a oportunidades increíbles: el nearshoring (que las empresas extranjeras traigan su producción acá), la digitalización, el cambio a energías limpias y el auge de los servicios basados en conocimiento. Parece que estamos entrando en una nueva etapa, con una economía más fuerte y preparada para enfrentar cualquier desafío. Vaya, tener un futuro así da gusto, chunche.
Así que dime, compañeros del Foro: ¿crees que Costa Rica realmente se ha convertido en una potencia exportadora, o todavía nos queda mucho camino por recorrer? ¿Qué otras medidas podríamos tomar para seguir impulsando nuestras exportaciones y asegurar un desarrollo económico sostenible para todos los ticos?
Si le preguntas a los viejitos, te van a contar cómo era antes: café, banano, carne y azúcar eran prácticamente todo lo que mandábamos afuera. Una época bien diferente, donde si algo pasaba con el precio del banano, todo el país temblaba. Ahora, gracias a Dios, diversificamos tanto que eso parece cosa de otro planeta.
Este estudio revela que durante la última década, nuestras exportaciones crecieron a un ritmo promedio anual del 8%. Osea, que no ha sido por mero azar, sino por un empuje constante. Y lo más interesante es que ya no dependemos de esas varas tradicionales. Lo que más exportamos ahora es manufactura avanzada –cosas que requieren tecnología y cerebro– y servicios que dan duro. Ahí sí que nos estamos poniendo las pilas, mae.
Según el reporte, para el 2024, las exportaciones generaron más de 709 mil empleos. ¡Y ojo! Que casi el 43% de esos trabajos los tienen mujeres. Además, este crecimiento no está concentrado solo en San José, sino que se siente en otras regiones también. Eso es bueno, porque significa que más gente tiene la oportunidad de hacer brete y mejorar sus vidas.
Laura López, la jefa de PROCOMER, dice que esto es fruto de decisiones sostenidas entre el gobierno y el sector privado. “Nos pusimos las pilas, innovamos y aprendimos a competir con los países más duros”, comentó. Y vaya que es cierto. Ya no somos el patio trasero de nadie; estamos dando pelea en mercados exigentes como Europa y Asia.
Mirando hacia atrás, vemos cómo poco a poco dejamos atrás nuestra dependencia de los productos básicos. En los ’80, más del 90% de lo que vendíamos afuera eran esas cositas tradicionales. Ahora la cosa cambió totalmente: la manufactura, la agricultura diferenciada y los servicios especializados dominan la escena. Esto nos permite adaptarnos más rápido a lo que pide el mercado mundial, ¿me entienden?
Ahora, el estudio apunta a oportunidades increíbles: el nearshoring (que las empresas extranjeras traigan su producción acá), la digitalización, el cambio a energías limpias y el auge de los servicios basados en conocimiento. Parece que estamos entrando en una nueva etapa, con una economía más fuerte y preparada para enfrentar cualquier desafío. Vaya, tener un futuro así da gusto, chunche.
Así que dime, compañeros del Foro: ¿crees que Costa Rica realmente se ha convertido en una potencia exportadora, o todavía nos queda mucho camino por recorrer? ¿Qué otras medidas podríamos tomar para seguir impulsando nuestras exportaciones y asegurar un desarrollo económico sostenible para todos los ticos?