¡Aguante, Costa Rica! Parece que estamos dando el banderol en el ruedo mundial de la agricultura tecnológica. PROCOMER, esos que se rifan vendiendo nuestro café y banano, anduvieron chambeando duro en la convención de semillas más grande de Estados Unidos, la ASTA Field Crop Seed Convention, y parece que les pegaron justo donde debía. El plan es simple: convertirnos en el nuevo Silicon Valley... ¡pero de plantas!
La movida es seria, mae. Imagínate, los mismos Bayer, BASF y Nutrien, esos titanes de la bioingeniería, ya tienen bases acá. Ahora, queremos que vengan más, que inviertan más y que nos ayuden a poner el mapa de Costa Rica en el radar como un centro neurálgico para la investigación agrícola. No es cuento, vamos buscando darle un empujón al sector, aprovechando que somos el patio perfecto para innovar.
En la convención, PROCOMER le mostró al mundo entero qué tenemos para ofrecer: un clima que mola todo el año, suelos de lujo y ríos con agua de sobra – ideal para cultivar cualquier vaina. Pero no solo eso, también contamos con gente supercalificada en biotecnología, agrónomos que saben un trecho y abogados listos para proteger cualquier patente. Además, nuestros acuerdos comerciales abren las puertas a más de cincuenta mercados, ¡una verdadera ganga!
Y ni hablar de las zonas francas. Eso sí que es un imán para las empresas que quieren invertir porque les dan facilidades fiscales y administrativas. El concepto es darle a estos colosos de la agrotech todo lo que necesitan para hacer negocios tranquilos y productivos, sin jaleos burocráticos ni sorpresas desagradables. Queremos que se sientan como en casa, ¿me entiendes?
Pero la jugada maestra fue visitar la Universidad de Purdue en Estados Unidos. Esa universidad es pura crema en temas de agrotech y ahí hicimos contactos importantísimos. El objetivo es crear alianzas académicas y científicas, fortalecer nuestra propia investigación y preparar a los jóvenes talentos costarricenses para enfrentar los retos del futuro. Imagínatelo, estudiantes haciendo investigación de punta junto a los mejores expertos del mundo… ¡qué chiva sería eso!
La gerencia de Atracción de Inversión de PROCOMER, Mónica Umaña, nos explica que esto va más allá de tener un standito en una feria. Se trata de impulsar la inversión extranjera directa, crear empleos especializados y transferir tecnología a nuestros productores. Esto significa que más dinero entrando al país, más oportunidades para los jóvenes y más conocimiento para mejorar nuestras cosechas. Un círculo virtuoso, ¿no?
¿Y cómo se traduce todo esto en la vida diaria? Pues, imagine que podemos desarrollar variedades de plátanos resistentes a enfermedades, producir café de alta calidad con menos recursos o incluso encontrar alternativas sostenibles para alimentar a la población. Las posibilidades son infinitas, mae. Todo gracias a que estamos apostando por la ciencia y la tecnología.
Ahora dime, ¿crees que Costa Rica realmente puede convertirse en el nuevo líder regional en agrotecnología o es solo humo y espejos? ¿Será posible mantener este ritmo de crecimiento mientras protegemos nuestro medio ambiente y aseguramos que los beneficios lleguen a todos los rincones del país?
La movida es seria, mae. Imagínate, los mismos Bayer, BASF y Nutrien, esos titanes de la bioingeniería, ya tienen bases acá. Ahora, queremos que vengan más, que inviertan más y que nos ayuden a poner el mapa de Costa Rica en el radar como un centro neurálgico para la investigación agrícola. No es cuento, vamos buscando darle un empujón al sector, aprovechando que somos el patio perfecto para innovar.
En la convención, PROCOMER le mostró al mundo entero qué tenemos para ofrecer: un clima que mola todo el año, suelos de lujo y ríos con agua de sobra – ideal para cultivar cualquier vaina. Pero no solo eso, también contamos con gente supercalificada en biotecnología, agrónomos que saben un trecho y abogados listos para proteger cualquier patente. Además, nuestros acuerdos comerciales abren las puertas a más de cincuenta mercados, ¡una verdadera ganga!
Y ni hablar de las zonas francas. Eso sí que es un imán para las empresas que quieren invertir porque les dan facilidades fiscales y administrativas. El concepto es darle a estos colosos de la agrotech todo lo que necesitan para hacer negocios tranquilos y productivos, sin jaleos burocráticos ni sorpresas desagradables. Queremos que se sientan como en casa, ¿me entiendes?
Pero la jugada maestra fue visitar la Universidad de Purdue en Estados Unidos. Esa universidad es pura crema en temas de agrotech y ahí hicimos contactos importantísimos. El objetivo es crear alianzas académicas y científicas, fortalecer nuestra propia investigación y preparar a los jóvenes talentos costarricenses para enfrentar los retos del futuro. Imagínatelo, estudiantes haciendo investigación de punta junto a los mejores expertos del mundo… ¡qué chiva sería eso!
La gerencia de Atracción de Inversión de PROCOMER, Mónica Umaña, nos explica que esto va más allá de tener un standito en una feria. Se trata de impulsar la inversión extranjera directa, crear empleos especializados y transferir tecnología a nuestros productores. Esto significa que más dinero entrando al país, más oportunidades para los jóvenes y más conocimiento para mejorar nuestras cosechas. Un círculo virtuoso, ¿no?
¿Y cómo se traduce todo esto en la vida diaria? Pues, imagine que podemos desarrollar variedades de plátanos resistentes a enfermedades, producir café de alta calidad con menos recursos o incluso encontrar alternativas sostenibles para alimentar a la población. Las posibilidades son infinitas, mae. Todo gracias a que estamos apostando por la ciencia y la tecnología.
Ahora dime, ¿crees que Costa Rica realmente puede convertirse en el nuevo líder regional en agrotecnología o es solo humo y espejos? ¿Será posible mantener este ritmo de crecimiento mientras protegemos nuestro medio ambiente y aseguramos que los beneficios lleguen a todos los rincones del país?
