¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con este tema del narcotráfico, que parece que nunca se acaba. Fernando Ramírez Serrano, el exdirector del ICD, le soltó la granota a los diputados en la Asamblea, echándoles en cara que la Institución Costarricense sobre Drogas está más flaca que perro callejero. Qué pena ajena, la verdad, ver cómo se nos escapa la olla en seguridad.
La cosa es que Ramírez, en medio de una comisión investigativa sobre la policía, pintó un panorama bien oscuro. Desde 2018, dice, que le pusieron trabas gordas al ICD con unas leyes que les quitaron la posibilidad de manejar sus propios billetes provenientes de los decomisos. Imagínate, ¡qué atracón! Que te quiten la plata justo cuando más la necesitas para hacer el brete. Según él, tener que depender del Ministerio de la Presidencia para todo es como andar con un freno de mano puesto.
Y no paró ahí, chunche. El señor Ramírez también mencionó que mientras el ICD anda patinando, buscando apoyo técnico del MIDEPLAN y de los gringos de la Unión Europea para renovar el plan nacional contra las drogas –que, por cierto, estaba en pañales cuando salió del cargo–, la Policía de Control de Drogas (la PCD), sí se ha reforzado con unos 200 nuevos oficiales. ¡Una diferencia abismal! Mientras ellos andan con la Vara vacía, los otros van a toda máquina. Algo raro hay ahí, muchachos…
Ahora, claro, los diputados se pusieron a buscarle la quinta pata al gato. Le preguntaron al exdirector qué podían hacer para mejorar las cosas, y él les sugirió que le dieran más poder al ICD como órgano rector en materia de drogas. Pero eso suena a echarle la culpa a otro, ¿verdad? Porque si realmente quisieran ayudar, ya lo habrían hecho. Parece que todos prefieren pasar la pelota y evitar asumir responsabilidades. ¡Qué lata!
Y hablando de responsabilidades, Ramírez tampoco se olvidó de mencionar que durante esta administración no han contratado ni siquiera un jangueador nuevo en el ICD. ¡Nada! Con esa poca gente, ¿cómo esperan enfrentar al narcotráfico, que está más vivo que nunca? El tipo dejó caer que la capacidad del instituto es mínima, ridícula, comparada con lo que necesita el país. Parece mentira, pero la realidad duele, mi gente.
Por supuesto, también hubo otras voces en la comisión. Algunos fiscales hablaron sobre una reforma a la ley de estupefacientes que podría afectar la persecución del narcotráfico y la legitimación de capitales. Se acuerdan de esos casos escandalosos donde hasta políticos metidos hasta las cejas andaban lavando dinero sucio? Pues parece que quieren facilitarles la vida aún más... ¡Qué sal!
La conclusión es clara: la lucha contra el narcotráfico en Costa Rica está en peligro. Los recursos son insuficientes, la coordinación es deficiente, y la voluntad política… bueno, digamos que deja mucho que desear. Y mientras tanto, los capos siguen haciendo su agosto, trafiqueando droga y corrompiendo funcionarios. Una verdadera torta, porque esto no pinta para bien, y aunque hay esfuerzos, la realidad es que estamos viendo un debilitamiento progresivo en nuestra capacidad de defender nuestro territorio.
Después de escuchar todas estas revelaciones, me pregunto: ¿cree usted que el gobierno actual está tomando medidas suficientes para combatir el narcotráfico en Costa Rica, o estamos simplemente dando banderitas rojas y esperando lo peor? Dejenme saber su opinión en los comentarios; ¡quiero leer lo que piensan mis compas sobre este brete!
La cosa es que Ramírez, en medio de una comisión investigativa sobre la policía, pintó un panorama bien oscuro. Desde 2018, dice, que le pusieron trabas gordas al ICD con unas leyes que les quitaron la posibilidad de manejar sus propios billetes provenientes de los decomisos. Imagínate, ¡qué atracón! Que te quiten la plata justo cuando más la necesitas para hacer el brete. Según él, tener que depender del Ministerio de la Presidencia para todo es como andar con un freno de mano puesto.
Y no paró ahí, chunche. El señor Ramírez también mencionó que mientras el ICD anda patinando, buscando apoyo técnico del MIDEPLAN y de los gringos de la Unión Europea para renovar el plan nacional contra las drogas –que, por cierto, estaba en pañales cuando salió del cargo–, la Policía de Control de Drogas (la PCD), sí se ha reforzado con unos 200 nuevos oficiales. ¡Una diferencia abismal! Mientras ellos andan con la Vara vacía, los otros van a toda máquina. Algo raro hay ahí, muchachos…
Ahora, claro, los diputados se pusieron a buscarle la quinta pata al gato. Le preguntaron al exdirector qué podían hacer para mejorar las cosas, y él les sugirió que le dieran más poder al ICD como órgano rector en materia de drogas. Pero eso suena a echarle la culpa a otro, ¿verdad? Porque si realmente quisieran ayudar, ya lo habrían hecho. Parece que todos prefieren pasar la pelota y evitar asumir responsabilidades. ¡Qué lata!
Y hablando de responsabilidades, Ramírez tampoco se olvidó de mencionar que durante esta administración no han contratado ni siquiera un jangueador nuevo en el ICD. ¡Nada! Con esa poca gente, ¿cómo esperan enfrentar al narcotráfico, que está más vivo que nunca? El tipo dejó caer que la capacidad del instituto es mínima, ridícula, comparada con lo que necesita el país. Parece mentira, pero la realidad duele, mi gente.
Por supuesto, también hubo otras voces en la comisión. Algunos fiscales hablaron sobre una reforma a la ley de estupefacientes que podría afectar la persecución del narcotráfico y la legitimación de capitales. Se acuerdan de esos casos escandalosos donde hasta políticos metidos hasta las cejas andaban lavando dinero sucio? Pues parece que quieren facilitarles la vida aún más... ¡Qué sal!
La conclusión es clara: la lucha contra el narcotráfico en Costa Rica está en peligro. Los recursos son insuficientes, la coordinación es deficiente, y la voluntad política… bueno, digamos que deja mucho que desear. Y mientras tanto, los capos siguen haciendo su agosto, trafiqueando droga y corrompiendo funcionarios. Una verdadera torta, porque esto no pinta para bien, y aunque hay esfuerzos, la realidad es que estamos viendo un debilitamiento progresivo en nuestra capacidad de defender nuestro territorio.
Después de escuchar todas estas revelaciones, me pregunto: ¿cree usted que el gobierno actual está tomando medidas suficientes para combatir el narcotráfico en Costa Rica, o estamos simplemente dando banderitas rojas y esperando lo peor? Dejenme saber su opinión en los comentarios; ¡quiero leer lo que piensan mis compas sobre este brete!
