¡Ay, pata! Aquí vamos otra vez con el mismo rollo del levantamiento de inmunidad al Presidente Chaves. Resulta que los cinco diputados del PUSC que le dieron la espalda en septiembre, Leslye Bojorges, Horacio Alvarado, Melina Ajoy, María Marta Carballo y Carlos Andrés Robles, parecen decididos a mantener su postura, aunque algunos andan más confundidos que gallo en poncho. Esta novela parece que no tiene final fácil, ¿eh?
Recordemos que todo esto arranca del caso BCIE-Cariñitos y la insistencia del candidato Juan Carlos Hidalgo para que el partido les diera mano a la solicitud del TSE. Pero estos diputados, pues ahí nomás, con su propia jugada, dejando a muchos preguntándose qué diablos pasó con la unidad del partido. Lo que quedó claro es que esa votación anterior, les costó caro a varios, literalmente quedando fuera de cualquier apoyo político.
Y ahora, con la nueva fecha de votación encima, la cosa se pone aún más interesante. Parece que los diputadores están jugando al gato y al ratón, dando vueltas y evadiendo preguntas. Algunos dicen que todavía no han definido su voto, otros prefieren hacer como si nada estuviera pasando, y unos pocos, bueno, ni siquiera responden. ¡Qué despiche!
Horacio Alvarado, el único que se animó a soltar unas palabritas, manifestó que siguen analizando la situación y que esperan hasta la próxima reunión de fracción para tomar una decisión. Pero entre nos, a nadie le sorprende que terminen votando igual. Así anda la cosa, tratando de dar rodeos para evitar meter la pata.
Carlos Andrés Robles, fiel a su estilo, simplemente dijo que todavía no ha tomado una determinación. ¡Qué vare! Como si fuera un secreto de Estado. La verdad es que ya todos saben que va a jugar al mismo hueso que sus compañeros, apoyando el voto en contra, a pesar de las posibles consecuencias políticas que eso pueda traer.
María Marta Carballo, por su parte, decidió poner el freno de mano y anunció que no iba a referirse al tema. Con razón, porque seguramente tiene un buen motivo para guardar silencio. Quizás está esperando ver cómo se desarrolla la trama antes de mostrar su carta, o quizás, simplemente, no quiere meterse en problemas.
Pero lo más curioso de todo es la confesión pública de Leslye Bojorges, quien admitió sentirse “más confundida que nunca” ante la posibilidad de tener que volver a votar sobre el tema. ¡Imagínate! Después de tanto tiempo, todavía anda dando vueltas en la cabeza intentando decidir cómo actuar. Esto demuestra que la presión es grande y que la decisión no es tan sencilla como parece.
Con todo esto, parece que el resultado de la votación del martes sigue siendo incierto, pero la balanza se inclina hacia el lado del rechazo. Si se suman los votos en contra ya confirmados –los del PUSC, Nueva República, y otros–, llegaríamos a una cifra considerable que dificultaría el quórum necesario para levantar la inmunidad. Entonces, mi pana, te pregunto: ¿Crees que los diputados del PUSC seguirán aferrados a su voto en contra, arriesgando la credibilidad del partido, o cederán a la presión y cambiarán de opinión?”,
Recordemos que todo esto arranca del caso BCIE-Cariñitos y la insistencia del candidato Juan Carlos Hidalgo para que el partido les diera mano a la solicitud del TSE. Pero estos diputados, pues ahí nomás, con su propia jugada, dejando a muchos preguntándose qué diablos pasó con la unidad del partido. Lo que quedó claro es que esa votación anterior, les costó caro a varios, literalmente quedando fuera de cualquier apoyo político.
Y ahora, con la nueva fecha de votación encima, la cosa se pone aún más interesante. Parece que los diputadores están jugando al gato y al ratón, dando vueltas y evadiendo preguntas. Algunos dicen que todavía no han definido su voto, otros prefieren hacer como si nada estuviera pasando, y unos pocos, bueno, ni siquiera responden. ¡Qué despiche!
Horacio Alvarado, el único que se animó a soltar unas palabritas, manifestó que siguen analizando la situación y que esperan hasta la próxima reunión de fracción para tomar una decisión. Pero entre nos, a nadie le sorprende que terminen votando igual. Así anda la cosa, tratando de dar rodeos para evitar meter la pata.
Carlos Andrés Robles, fiel a su estilo, simplemente dijo que todavía no ha tomado una determinación. ¡Qué vare! Como si fuera un secreto de Estado. La verdad es que ya todos saben que va a jugar al mismo hueso que sus compañeros, apoyando el voto en contra, a pesar de las posibles consecuencias políticas que eso pueda traer.
María Marta Carballo, por su parte, decidió poner el freno de mano y anunció que no iba a referirse al tema. Con razón, porque seguramente tiene un buen motivo para guardar silencio. Quizás está esperando ver cómo se desarrolla la trama antes de mostrar su carta, o quizás, simplemente, no quiere meterse en problemas.
Pero lo más curioso de todo es la confesión pública de Leslye Bojorges, quien admitió sentirse “más confundida que nunca” ante la posibilidad de tener que volver a votar sobre el tema. ¡Imagínate! Después de tanto tiempo, todavía anda dando vueltas en la cabeza intentando decidir cómo actuar. Esto demuestra que la presión es grande y que la decisión no es tan sencilla como parece.
Con todo esto, parece que el resultado de la votación del martes sigue siendo incierto, pero la balanza se inclina hacia el lado del rechazo. Si se suman los votos en contra ya confirmados –los del PUSC, Nueva República, y otros–, llegaríamos a una cifra considerable que dificultaría el quórum necesario para levantar la inmunidad. Entonces, mi pana, te pregunto: ¿Crees que los diputados del PUSC seguirán aferrados a su voto en contra, arriesgando la credibilidad del partido, o cederán a la presión y cambiarán de opinión?”,
