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Publicado: 2009/08/20
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La banca del Cruz Azul se divirtió ante un dócil Saprissa y sacó una victoria 2-0 que pone a los morados cuesta arriba en el inicio del torneo de la Concacaf.
Con solo dos titulares en la formación estelar –Jesús Corona y Cristian Riveros– los aztecas cocinaron un triunfo sencillo, que jamás estuvo en peligro.
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La receta de Cruz Azul fue simple: abusar del control del pelota, la mayor parte del tiempo con pases horizontales, hasta detectar algún área desprotegida para tratar de generar metralla.
Ese toque en corto, casi obsesivo, les permitió a los aztecas escribir a su antojo el guión del juego, y despojó a Saprissa de cualquier capacidad de respuesta.
Además de subyugar a su oponente con el futbol de pie a pie, Cruz Azul certificó la superioridad con el dominio en el juego aéreo. Sendos cabezazos terminaron en la red en el primer tiempo, gracias al acierto de Riveros y Joel Huiqui, pero también debido a la permisiva marca de Andrés Núñez y Olman Vargas.
Sin embargo, Saprissa no solo se vio mal por las tremendas goteras en defensa. El medio campo careció de dinámica para ocupar los espacios libres e intentar la utópica remontada.
A Walter Centeno y Michael Barrantes esta vez les quedó grande la tarea. Nunca le tomaron el pulso al partido, y sin los motores en la zona de gestación, al cuadro costarricense le resultó imposible levantar vuelo.
La producción ofensiva de Saprissa se resume en disparos totalmente desviados o en centros sin mayor futuro. Un caudal demasiado ralo como para tratar de salir con algo de una plaza tan difícil como el estadio Azul.
A medio vapor. Los mexicanos se dieron por satisfechos con el par de anotaciones y no mostraron mucho interés por forzar la máquina.
En el segundo tiempo cedieron metros, pero fue un espejismo. Siempre dejaron abierta la puerta del contragolpe y en un par de llegadas tuvieron para el tercero.
Ni siquiera cuando tuvo más libertad de acción, Saprissa consiguió meter en aprietos al rival. Fue el mismo juego de baja intensidad, sin proyección de las bandas y totalmente romo en el ataque.
Solo una corrida de Yader Balladares por la izquierda rompió la monotonía, pero el posterior remate de Armando Alonso murió fácil en los guantes del arquero.
Más bien, fue la mala puntería del cementero Pablo Zeballos en dos llegadas muy claras lo que impidió un marcador más drástico en contra de los tibaseños.
El año pasado, en este mismo torneo, Cruz Azul despachó 4-0 a la ‘S’, con similar aire de superioridad. Esta vez los suplentes del equipo mexicano se conformaron con solo dos, aquel tempranero rédito que obtuvieron gracias a la buena puntería de cabeza.
La fase de grupos de la Concacaf apenas comienza y la batalla por alguno de los boletos sigue abierta para Saprissa. Sin embargo, lo exhibido anoche en el Distrito Federal no permite augurar un desenlace promisorio, menos en una cuadrangular plagada de oponentes calificados. Sobre todo porque el rival no siempre saldrá con la banca, como Cruz Azul.