Los mejores personajes del cine de la década
Una decena de interpretaciones inolvidables en la pantalla grande.
Una decena de interpretaciones inolvidables en la pantalla grande.

The Joker
Nadie daba dos batimangos por Heath Ledger. Obvio, lo queríamos desde que cantaba "Can't Take My eyes Of You" en 10 cosas que odio de ti pero, ¿este con corazón de caballero iba a jugar en el terreno en dónde el caricaturesco Nicholson se había sacado un muy buen 10? Ufff, la respuesta fue la broma más pesada de la época: Ledger muere antes del estreno, como si su Guasón necesitará algo que lo oscureciera más, pero poco importa. El Guasón de Ledger, el epicentro de Batman: El caballero de la noche, representa al sinsentido del mundo como ningún otro villano jamás lo hizo: ¿nos creemos un tipo vestido de murciélago y un payaso demente en el mundo real? Si, lo hacemos. Mérito de Ledger, que a cada frase mete más miedo y más anarquía en el cine que todos los Nicholson juntos del universo. ¿Por qué tan serios? Porque personajes y películas así muy difícilmente se repiten. Reír al último...

McLovin
Si algo sobró y nos faltó en nuestra primera década fueron comedias. Las distribuidoras creen que no podemos verlas en los cines, y así nos quedan afuera leyendas como Will Ferrell y su Ricky Bobby o Ron Burgundy. Y más que ni mencionar. Anda por ahí el virgen a los 40, el Focker que la pasa pésimo con De Niro de suegro y alguna otra maravilla de la Nueva Comedia Americana, pero un nombre sobresale, uno secundario de "la" comedia de chichos que quieren debutar con la, oh, variante nueva (¡hacer de entrepierna corazón!) que fue Superbad. Vamos, grítenlo: MaaaaaaacLoooooooooovinnnnnnnnnnnnnn. El raquítico McLovin y su falso ID, punto cúlmine y a punto de debutar, de la comedia que supimos conseguir.

The Bride
Que Tarantino es un enamorado y un atrevido ya lo sabíamos. Ahora, que su devoción por Uma Thurman iba a devenir en dos volúmenes de sus grandes éxitos, llamdos Kill Bill, fue una sorpresa y media. Quentin le calzó a Uma el traje de Bruce Lee, sus años de vulgar cinefilia, el Wu Tung Clan de fondo e hizo alquimia: el mejor personaje femenino de la década. Basta sino ver la aquí estrenada blanquinegra masacre de los Crazy 88. Y todavía faltaba ver Bastardos sin gloria. San Quentin, que nunca se apague tu videocasetera.

Iron Man
¿Otro que salió de los comics? ¿Spiderman? ¿Los cuatro fantásticos? ¿Hellboy? En un escandaloso ejemplo de manual de "Cuando el cómic de base no le llega a los tobillos al film", Iron Man en la pantalla causa menos alegría cuando se calza el armazón del género y de "robot que pelea contar el villanísimo" que cuando aparece su alter ego en pantalla, Tony Stark. Tony Stark es un millonario que hace lo que quiere, megajugado y suprainteligente. En la que posiblemente sea la mejor decisión de casting del milenio, alguien le ofreció ese personaje a Robert Downey Jr. Ahora sí, con Downey apretando al autoconciencia a fondo todo es su show.

Aragorn
Peter Jackson se le animó hasta a King Kong esta década. Pero su máxima creación es, no solo el hacer maravilla los libros de J.R:R: Tolkien, sino darle al mundo a nustro hincha de San Lorenzo favorito: ¡Viggo Mortensen! ¿Cuántos culos puede patear Mortensen con su actitud de campeón del mundo? Todos los que quiera: en un relato de Tolkien o en una película de Cronenberg, Mortensen saca chapa de áspero a los cinco segundos. De la misma forma que dan ganas invitarlo a comer un asado. Por eso, por él, y por Jackson y su capacidad de hacer de su Aragorn ese tipo capaz de liderar la mejor batalla de la historia del cine (la del Abismo de Helm), es que el rey Aragorn viene a esta lista.

Dwayne Elizondo Mountain Dew Herbert Camacho
"Dwayne Elizondo Camacho, cinco veces campeón de lucha libre, estrella porno y Presidente de los Estados Unidos". ¿Vieron La idiocracia, comedia de Mike "Beavis & Butthead" Judge editada directo a DVD por estos lares? Con Camacho viene nuestro tapado, nuestra apuesta: quinientos años en el futuro, un Joe Cualquiera que estaba criogenizado se levanta y debido a la idiotez american way reinante deviene el hombre más inteligente del mundo. Un mundo donde el presidente es el increíble Camacho. Vean La idiocracia: la película más lúcida, triste y subvalorada de la década. Y voten por Camacho.

Richie Tenenbaum
Wes Anderson es un experto en personajes a lo que les duele cada rincón del mundo. Quizás, de todas sus tristezas, siempre superlativas, siempre musicalizadas perfectas, siempre en ralenti, la más palpable sea la del ex-tenista Richie Tenebaum, parte del clan de Los excéntricos Tenebaums. Enamorado de su hermana adoptiva, depresivo, sin muchas ganas de lidiar con esta porquería del día a día, Richie es el Everest del personaje tristón, de ese que le gusta al que escucha Belle & Sebastián. Una veta que ha sacado petróleo al mismo tiempo que, bueno, cosas peores, digamos. Es que no cualquiera tiene a ese Luke Wilson listo para calzarse tamaña tristeza.

Jack Sparrow
Johnny Depp jugando a ser Keith Richards en una de bucaneros que le tiene más cariño a La guerra de las galaxias que a Errol Flynt. ¿Hace falta decir algo más sobre este monstruo bueno, fetiche de Tim Burton?

Harry Potter
El mago de corte Beatle. Nos guste o no, lo leamos a rajatabla o no, nos entusiasme Hogarth y todo ese chanchullo sobre la magia vestida de melodrama juvenil antes que de aventura, es imposible sacar de la lista a Potter y su cantidad de películas. Digan lo que quieran de Crepúsculo, pero Potter se ha cargado en esas lentes redondas la misión de ser icono de la aventura juvenil versión 2.0. Y varita va, varita viene, directores van, directores vienen, el héroe y el género menos pensado aún se mantiene en pie. Ese es el secreto de Harry.

Bourne
La década donde la cámara en mano se puso más de moda que nunca gestó varias cosas: terror en primera persona, acción sin sostén, realismo familiar basado en el sacudón de la cámara. Pero una de ellas, un personaje, se ajustó a ese molde como nadie: Jason Bourne. Matt Damon se saca el mote de galancete y sale a romper crismas como Dios manda. Así aparece lo más parecido a un héroe de acción que dio esta década: un tipo que corre, que escapa a la cámara, con poca frase hecha y mucha adrenalina, con más de intriga internacional que de anabólico versión Los Ángeles.
Fuente: Rolling Stone Argentina