¡Ay, Dios mío, qué torta! La bronca del viaje de Mónica Taylor a Malasia sigue dando candela, y ahora resulta que la historia original que nos soltaron en octubre era... digamos que un poco diferente. Al principio, la presidenta ejecutiva del CCSS nos decía que pa’ viajar no necesitaba permiso de la Junta Directiva, ¡como si fuera paseo dominical! Pero, fíjate tú, ahora el asesor legal, David Valverde, aparece diciendo otra cosa, y te explico por qué esto está más cargado que gallina emplumada.
En la sesión del jueves, Valverde salió con que Taylor no pidió permiso porque, aparentemente, no había Junta Directiva conformada en pleno. Entonces, dice, tuvo que pedirle autorización al mismísimo Rodrigo Chaves. "No es que no pidiera el visto bueno", explicó Valverde, "simplemente es que no existía la Junta". ¡Imagínate la lógica! Lo justifica diciendo que la comunicación con Casa Presidencial es un acto de responsabilidad, como si estuvieran jugando a las casitas. Esto suena más a justificación apresurada que a cuento chino, ¿verdad?
Y como si fuera poco, el asesor legal también nos contó que los directivos aprobaron el informe del viaje después, y nadie hizo ruido. ¡Nada de preguntas ni objeciones! Eso sí, la sesión donde aprobaron el informe no fue transmitida públicamente, así que seguimos esperando la grabación o el acta que la CCSS no quiere entregar. Vianey Hernández, la reina del sector solidarista –que siempre anda apoyando todo lo que hace Taylor–, declaró que ellos estaban “enterados” del viaje, y que, básicamente, ya lo habían aprobado. ¡O sea, escucharte hablar de algo es lo mismo que aprobarlo! Ni siquiera necesitaban discutirlo o conocer los detalles, diay.
Hablemos un poquito del viaje en sí. Según la CCSS, el periplo a Malasia duró del 25 de septiembre al 6 de octubre de este año, como parte del Foro Mundial de Seguridad Social de la Asociación Internacional de Seguridad Social (AISS). Pa’ los boletos gastaron $8,759, y a cada funcionario le dieron $2,129 en viáticos. ¡Una vaina! Taylor, que hasta hace unos meses era asesora legal de Casa Presidencial –y que pronto se va del puesto–, representó a Costa Rica ante más de 160 países. Una locura considerar que la enviaron, siendo que la CCSS anduvo dando tumbos y sin presupuesto claro para el 2026.
Lo más curioso de todo es que, según el gobierno, la CCSS está hecha polvo, con una deuda de más de ¢4 billones y problemas presupuestarios serios. Pero, a pesar de todo eso, mandan a Taylor –quien además, según algunos, no tiene tanta experiencia en temas de salud y seguridad social– a “posicionar” el trabajo de la institución. Parece que prefirieron mandar a alguien con poca experiencia a representar al país, en lugar de buscar a alguien con la preparación adecuada. ¡Que nivel!
Esta señora, Mónica Taylor, llegó a la presidencia del CCSS de la mano de Rodrigo Chaves, y parece que el presidente está dispuesto a hacer lo que sea para defenderla. Aunque la evidencia apunte a otro lado, el gobierno insiste en que la institución está en crisis, y que Taylor está haciendo maravillas. Pero esto del viaje a Malasia ha abierto muchas sospechas, y la gente está preguntándose qué estará pasando realmente detrás de bambalinas. Este brete está más grande que la cabeza de un ñeque.
Ahora bien, entendemos que participar en estos foros internacionales puede ser importante para intercambiar ideas y aprender de otros sistemas de seguridad social. Pero cuando hay irregularidades y opacidad en el proceso, la cosa se pone fea. Y en este caso, la falta de transparencia y los cambios de versión solo alimentan las dudas y la desconfianza del público. Además, que le den duro a la rendición de cuentas, ¿eh? Porque esto huele raro, muy raro.
En fin, señores, esta telenovela del CCSS sigue teniendo capítulos inesperados. Y mientras tanto, la ciudadanía se queda preguntándose: ¿Realmente estamos viendo toda la verdad sobre este viaje a Malasia, o hay mucho más debajo de la alfombra? ¿Ustedes creen que el gobierno está encubriendo algo, o simplemente se trata de un malentendido? Compartan sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre este tinglado!
En la sesión del jueves, Valverde salió con que Taylor no pidió permiso porque, aparentemente, no había Junta Directiva conformada en pleno. Entonces, dice, tuvo que pedirle autorización al mismísimo Rodrigo Chaves. "No es que no pidiera el visto bueno", explicó Valverde, "simplemente es que no existía la Junta". ¡Imagínate la lógica! Lo justifica diciendo que la comunicación con Casa Presidencial es un acto de responsabilidad, como si estuvieran jugando a las casitas. Esto suena más a justificación apresurada que a cuento chino, ¿verdad?
Y como si fuera poco, el asesor legal también nos contó que los directivos aprobaron el informe del viaje después, y nadie hizo ruido. ¡Nada de preguntas ni objeciones! Eso sí, la sesión donde aprobaron el informe no fue transmitida públicamente, así que seguimos esperando la grabación o el acta que la CCSS no quiere entregar. Vianey Hernández, la reina del sector solidarista –que siempre anda apoyando todo lo que hace Taylor–, declaró que ellos estaban “enterados” del viaje, y que, básicamente, ya lo habían aprobado. ¡O sea, escucharte hablar de algo es lo mismo que aprobarlo! Ni siquiera necesitaban discutirlo o conocer los detalles, diay.
Hablemos un poquito del viaje en sí. Según la CCSS, el periplo a Malasia duró del 25 de septiembre al 6 de octubre de este año, como parte del Foro Mundial de Seguridad Social de la Asociación Internacional de Seguridad Social (AISS). Pa’ los boletos gastaron $8,759, y a cada funcionario le dieron $2,129 en viáticos. ¡Una vaina! Taylor, que hasta hace unos meses era asesora legal de Casa Presidencial –y que pronto se va del puesto–, representó a Costa Rica ante más de 160 países. Una locura considerar que la enviaron, siendo que la CCSS anduvo dando tumbos y sin presupuesto claro para el 2026.
Lo más curioso de todo es que, según el gobierno, la CCSS está hecha polvo, con una deuda de más de ¢4 billones y problemas presupuestarios serios. Pero, a pesar de todo eso, mandan a Taylor –quien además, según algunos, no tiene tanta experiencia en temas de salud y seguridad social– a “posicionar” el trabajo de la institución. Parece que prefirieron mandar a alguien con poca experiencia a representar al país, en lugar de buscar a alguien con la preparación adecuada. ¡Que nivel!
Esta señora, Mónica Taylor, llegó a la presidencia del CCSS de la mano de Rodrigo Chaves, y parece que el presidente está dispuesto a hacer lo que sea para defenderla. Aunque la evidencia apunte a otro lado, el gobierno insiste en que la institución está en crisis, y que Taylor está haciendo maravillas. Pero esto del viaje a Malasia ha abierto muchas sospechas, y la gente está preguntándose qué estará pasando realmente detrás de bambalinas. Este brete está más grande que la cabeza de un ñeque.
Ahora bien, entendemos que participar en estos foros internacionales puede ser importante para intercambiar ideas y aprender de otros sistemas de seguridad social. Pero cuando hay irregularidades y opacidad en el proceso, la cosa se pone fea. Y en este caso, la falta de transparencia y los cambios de versión solo alimentan las dudas y la desconfianza del público. Además, que le den duro a la rendición de cuentas, ¿eh? Porque esto huele raro, muy raro.
En fin, señores, esta telenovela del CCSS sigue teniendo capítulos inesperados. Y mientras tanto, la ciudadanía se queda preguntándose: ¿Realmente estamos viendo toda la verdad sobre este viaje a Malasia, o hay mucho más debajo de la alfombra? ¿Ustedes creen que el gobierno está encubriendo algo, o simplemente se trata de un malentendido? Compartan sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre este tinglado!
