¡A ver, mándale! Parece que la movida del vino sin alcohol llegó pa' acá, directo desde España. La Bodega Cuatro Rayas, conocida por sus verdes jugosos, anda buscando nuevos bretes en el mercado costarricense y trae un vino blanco 0% alcohol hecho con uva Verdejo. Dicen que viene pa’ 2026, así que ya ármate la excusa pa’ ir a probarlo.
La verdad, esto es interesante porque ahora mismo hay mucha gente que quiere disfrutar de un buen vino, pero sin el trago. Ya sea porque manejan, porque tienen bebito chico, o simplemente porque prefieren no echarse unos traguitos. Este movimiento de ofrecer opciones sin alcohol va creciendo, y parece que las bodegas españolas andan bien atentas a eso. De hecho, señalan que si no ofrecen estas alternativas, se les cierra la puerta en muchos lugares, y eso es algo que ningún negocio quiere.
Lo más curioso es cómo hacen el proceso. No es simplemente quitarle el alcohol, sino que lo destilan en frío, con un sistema de vacío, pa' que no pierda ni aroma ni sabor. Imagínate, le sacan el alcohol sin alterar nada del vino original. Además, dicen que tiene el sello de la Unión Vegetariana Europea, así que también queda para los comensales que andan cuidando qué comen. ¡Eso sí es estar pendiente!
Sergio Fiorentini, el director de exportación de la bodega, estuvo por acá explicando la onda. Dijo que este vino nació de una necesidad real, de la gente que busca opciones responsables. Añadió que Costa Rica es un mercado importantísimo pa’ ellos, no tanto por la cantidad de botellas que van a vender, sino porque compartimos esa mentalidad ecoamigable. En fin, venís con la fibra correcta, ¿sabes?
Y no es poca cosa. Esta bodega anda manejando más de 2.700 hectáreas de viñedos, ¡una chimba! De ahí, unas 500 y 600 hectáreas son orgánicas, cultivadas sin químicos. Eso demuestra que le ponen empeño al cuidado del ambiente, no solo con el vino sin alcohol, sino en general. Y mira que han crecido, en 2023 superaron los cinco millones de euros en ventas internacionales, ¡duplicando las ventas de la última década!
Fiorentini dice que todo esto se debe a una mezcla de tradición, sostenibilidad y un mensaje claro sobre ese estilo de vida relajado que asociamos al vino blanco de Rueda. Es decir, no solo venden vino, venden un pedazo de cultura y una forma de vivir. Lo cual, pa’ nosotros los ticos, que valoramos mucho las cosas sencillas y el contacto con la naturaleza, suena bastante atractivo.
Pero ojo, que no solamente vienen con el vino sin alcohol. También están ampliando su portafolio con vinos de gamas más altas, que utilizan técnicas de elaboración más sofisticadas y cuidadosas. Parece que quieren atraer a esos comensales que ya saben de vinos, que andan buscando sabores más complejos, ediciones limitadas y experiencias más elevadas. Digamos que quieren complacer a todos los paladares, desde el que apenas empieza a explorar el mundo del vino hasta el que ya es un experto.
Así que, ¿qué opinas tú? ¿Te animarías a probar este vino 0% alcohol, o sigues fiel al vino tradicional? ¿Crees que esta tendencia de los vinos sin alcohol va a quedarse, o es solo una moda pasajera? ¡Déjanos tu comentario abajo y cuéntanos qué piensas!
La verdad, esto es interesante porque ahora mismo hay mucha gente que quiere disfrutar de un buen vino, pero sin el trago. Ya sea porque manejan, porque tienen bebito chico, o simplemente porque prefieren no echarse unos traguitos. Este movimiento de ofrecer opciones sin alcohol va creciendo, y parece que las bodegas españolas andan bien atentas a eso. De hecho, señalan que si no ofrecen estas alternativas, se les cierra la puerta en muchos lugares, y eso es algo que ningún negocio quiere.
Lo más curioso es cómo hacen el proceso. No es simplemente quitarle el alcohol, sino que lo destilan en frío, con un sistema de vacío, pa' que no pierda ni aroma ni sabor. Imagínate, le sacan el alcohol sin alterar nada del vino original. Además, dicen que tiene el sello de la Unión Vegetariana Europea, así que también queda para los comensales que andan cuidando qué comen. ¡Eso sí es estar pendiente!
Sergio Fiorentini, el director de exportación de la bodega, estuvo por acá explicando la onda. Dijo que este vino nació de una necesidad real, de la gente que busca opciones responsables. Añadió que Costa Rica es un mercado importantísimo pa’ ellos, no tanto por la cantidad de botellas que van a vender, sino porque compartimos esa mentalidad ecoamigable. En fin, venís con la fibra correcta, ¿sabes?
Y no es poca cosa. Esta bodega anda manejando más de 2.700 hectáreas de viñedos, ¡una chimba! De ahí, unas 500 y 600 hectáreas son orgánicas, cultivadas sin químicos. Eso demuestra que le ponen empeño al cuidado del ambiente, no solo con el vino sin alcohol, sino en general. Y mira que han crecido, en 2023 superaron los cinco millones de euros en ventas internacionales, ¡duplicando las ventas de la última década!
Fiorentini dice que todo esto se debe a una mezcla de tradición, sostenibilidad y un mensaje claro sobre ese estilo de vida relajado que asociamos al vino blanco de Rueda. Es decir, no solo venden vino, venden un pedazo de cultura y una forma de vivir. Lo cual, pa’ nosotros los ticos, que valoramos mucho las cosas sencillas y el contacto con la naturaleza, suena bastante atractivo.
Pero ojo, que no solamente vienen con el vino sin alcohol. También están ampliando su portafolio con vinos de gamas más altas, que utilizan técnicas de elaboración más sofisticadas y cuidadosas. Parece que quieren atraer a esos comensales que ya saben de vinos, que andan buscando sabores más complejos, ediciones limitadas y experiencias más elevadas. Digamos que quieren complacer a todos los paladares, desde el que apenas empieza a explorar el mundo del vino hasta el que ya es un experto.
Así que, ¿qué opinas tú? ¿Te animarías a probar este vino 0% alcohol, o sigues fiel al vino tradicional? ¿Crees que esta tendencia de los vinos sin alcohol va a quedarse, o es solo una moda pasajera? ¡Déjanos tu comentario abajo y cuéntanos qué piensas!