¡Ay, pata! Qué vaina, ¿verdad? Aquí estamos, con el Gobierno sacándose pecho diciendo que cumplieron al 100% sus metas de seguridad, mientras los homicidios siguen dando brincos. Parece broma, pero resulta que esto está pasando en nuestro querido Costa Rica, donde a veces uno se pregunta si andan todos viviendo en planetas diferentes.
El asunto viene de un informe semestral que salió de Mideplan, ese lugar donde hacen estudios y dicen cosas interesantes. Según ellos, todo va de acuerdo a lo planeado en el Plan Nacional de Desarrollo. En la página 16, jala, ahí te explican que tienen 16 metas, y todas van encaminadas. Pero, ¿vamos a echarle un ojo a los hechos?
Porque, vamos a ser honestos, los números de homicidios no dan pie a celebraciones. El año pasado cerramos con 907 asesinatos, ¡una barbaridad!, y este año llevamos 880 hasta ahora. Las proyecciones para el próximo año no pintan mucho mejor, con estimaciones entre 850 y 875. Se habían propuesto bajar esas cifras bastante, a casi 550 por año, pero parece que eso quedó lejos, muy lejos.
Ahora, el ministro de Seguridad, Don Mario Zamora, nos dice que sí están haciendo cosas, que tienen modelos preventivos y acciones contra la delincuencia organizada. Explica que la meta sectorial es la tasa de delitos por cada 100 mil habitantes, y que ahí entran los homicidios. Suena técnico, ¿no? Como si metieran las estadísticas en un blender y dieran por hecho que todo está bajo control.
Pero el exministro Gustavo Mata, hombre que sabe bien de estos bretes, no está tan convencido. Él dice que estamos peor que nunca en temas de seguridad y que el Gobierno está tratando de minimizar el problema. “Me parece risible que digan que cumplieron las metas cuando el país está en caída libre,” comentó Mata, dejando claro que hay algo raro en toda esta jugada.
Y no es solamente el aumento de homicidios lo que preocupa. Mata también señala que los grupos criminales han ido cambiando de estrategia, enfocándose ahora en estafas electrónicas y otros delitos. Además, dice que no se han visto políticas claras para combatir el femicidio, una lacra que sigue lastimando a nuestra sociedad. Parece que se olvidaron de las cositas más importantes, ¿eh?
Lo que realmente muerde es pensar cómo es posible que se declaren el cumplimiento de unas metas cuando los resultados hablan por sí solos. ¿Será que las metas eran fáciles de alcanzar, o quizás simplemente están maquillando los números para quedar bien? Uno se queda pensando… Porque así como la pinta, no anda todo rosita como quieren hacernos creer desde arriba. Además, ¿quién decide qué es “cumplir” cuando la realidad es otra?
Entonces, mi gente, aquí les dejo la reflexión: ¿Creen ustedes que el Gobierno está siendo transparente con los datos de seguridad, o estamos frente a otro caso de manipulación estadística? ¿Qué medidas urgentes deberían tomar para frenar la escalada de violencia y recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades? ¡Vamos a debatirlo!
El asunto viene de un informe semestral que salió de Mideplan, ese lugar donde hacen estudios y dicen cosas interesantes. Según ellos, todo va de acuerdo a lo planeado en el Plan Nacional de Desarrollo. En la página 16, jala, ahí te explican que tienen 16 metas, y todas van encaminadas. Pero, ¿vamos a echarle un ojo a los hechos?
Porque, vamos a ser honestos, los números de homicidios no dan pie a celebraciones. El año pasado cerramos con 907 asesinatos, ¡una barbaridad!, y este año llevamos 880 hasta ahora. Las proyecciones para el próximo año no pintan mucho mejor, con estimaciones entre 850 y 875. Se habían propuesto bajar esas cifras bastante, a casi 550 por año, pero parece que eso quedó lejos, muy lejos.
Ahora, el ministro de Seguridad, Don Mario Zamora, nos dice que sí están haciendo cosas, que tienen modelos preventivos y acciones contra la delincuencia organizada. Explica que la meta sectorial es la tasa de delitos por cada 100 mil habitantes, y que ahí entran los homicidios. Suena técnico, ¿no? Como si metieran las estadísticas en un blender y dieran por hecho que todo está bajo control.
Pero el exministro Gustavo Mata, hombre que sabe bien de estos bretes, no está tan convencido. Él dice que estamos peor que nunca en temas de seguridad y que el Gobierno está tratando de minimizar el problema. “Me parece risible que digan que cumplieron las metas cuando el país está en caída libre,” comentó Mata, dejando claro que hay algo raro en toda esta jugada.
Y no es solamente el aumento de homicidios lo que preocupa. Mata también señala que los grupos criminales han ido cambiando de estrategia, enfocándose ahora en estafas electrónicas y otros delitos. Además, dice que no se han visto políticas claras para combatir el femicidio, una lacra que sigue lastimando a nuestra sociedad. Parece que se olvidaron de las cositas más importantes, ¿eh?
Lo que realmente muerde es pensar cómo es posible que se declaren el cumplimiento de unas metas cuando los resultados hablan por sí solos. ¿Será que las metas eran fáciles de alcanzar, o quizás simplemente están maquillando los números para quedar bien? Uno se queda pensando… Porque así como la pinta, no anda todo rosita como quieren hacernos creer desde arriba. Además, ¿quién decide qué es “cumplir” cuando la realidad es otra?
Entonces, mi gente, aquí les dejo la reflexión: ¿Creen ustedes que el Gobierno está siendo transparente con los datos de seguridad, o estamos frente a otro caso de manipulación estadística? ¿Qué medidas urgentes deberían tomar para frenar la escalada de violencia y recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades? ¡Vamos a debatirlo!