¡Ay, Dios mío! Ya estamos casi ahí, falta poquito para ir a elegir y la cosa está interesante. Los candidatos ya sacaron sus cartas bajo la manga, prometiendo milagros económicos para que el tico respire tranquilo. Pero, ¿qué tan realistas son esas promesas? Vamos a echarle un ojo rápido a lo que proponen Laura Fernández, Álvaro Ramos, Ariel Robles, Claudia Dobles y Natalia Díaz, porque a final de cuentas, el que paga la factura somos nosotros, mi pana.
La verdad, leer todos esos planes de gobierno es pa’ hacerse bolitas en los ojos, ¡una torta! Hay tanto tecnicismo y letra chica que te dan ganas de agarrarle corriendo al mae que inventó esto. Pero bueno, como periodistas responsables (y porque nos pagan, claro está), nos aventamos a desglosar lo más importante para que ustedes, mis queridos lectores del Foro, tengan con qué alimentar el debate y decidir quién va a intentar ponerle orden al desmadre económico.
Empezando por Laura Fernández del Pueblo Soberano, la propuesta es meterle mano al papeleo, reduciendo impuestos en lo que necesitamos importar y facilitando los créditos para las Pymes. Suena lindo, pero ¿será suficiente para levantar la economía o solo será otro parche? Después tenemos a Álvaro Ramos del PLN, quien promete una Pensión Básica Universal y medio billón de dólares en créditos para las Mipymes. ¡Un buen churche!, pero hay que ver cómo piensa financiarlo para que no terminemos más endeudados de lo que ya estamos, diay.
Luego viene Ariel Robles del Frente Amplio, con ideas más radicales como un impuesto a las grandes herencias y congelar los sueldos de los mandamases del Gobierno. Un intento por redistribuir la plata, sin duda, pero también podría espantar a los inversionistas y acabar peor parado el brete. Claudia Dobles de Agenda Ciudadana apuesta por la ‘Hacienda Digital’, modernizando el sistema tributario y buscando ahorrar donde sea posible. Algo necesario, sin lugar a dudas, pero ¿será suficiente para compensar los huecos que hay?
Y cerrando la tanda, Natalia Díaz de Unidos Podemos propone renegociar la deuda y centralizar las compras públicas para bajar precios. Una medida sensata, pero que requerirá mucha negociación y astucia para lograrlo. El panorama, mi pana, está complicado. Todos prometen soluciones mágicas, pero la realidad es que sacar adelante la economía de Costa Rica requiere de mucho esfuerzo, sacrificio y, sobre todo, honestidad.
Si nos ponemos a analizar con lupa, vemos que todos tienen cosas interesantes, pero también riesgos considerables. Algunos apuestan por un enfoque más liberal, otros por un rol más activo del Estado, y algunos combinan ambas estrategias. Lo que sí es seguro es que ninguno tiene la varita mágica, y que el camino hacia la recuperación económica será largo y lleno de baches. Que no se les olvide que en febrero votamos, y no es pa’ darle papaya a nadie… ¡ojo abierto!
Lo que me preocupa, hablando sinceramente, es que muchos de estos planes parecen estar diseñados para impresionar en campaña, pero no toman en cuenta la complejidad de la situación real. ¿Será que realmente han analizado a fondo los números y saben cómo ejecutar estas medidas sin afectar aún más a la clase media y trabajadora? ¿O simplemente están buscando votos con promesas vacías que nunca podrán cumplir? Venga, díganme qué piensan, ¿cuál de estos planes creen que tiene más posibilidades de éxito y por qué?
Al final del día, el futuro económico de Costa Rica depende de nosotros, mi gente. Informémonos bien, analicemos las propuestas con criterio y elijamos con responsabilidad. Porque al final, el que va a sufrir las consecuencias de nuestras decisiones somos nosotros mismos. ¡Que viva Costa Rica, aunque esté dura!
La verdad, leer todos esos planes de gobierno es pa’ hacerse bolitas en los ojos, ¡una torta! Hay tanto tecnicismo y letra chica que te dan ganas de agarrarle corriendo al mae que inventó esto. Pero bueno, como periodistas responsables (y porque nos pagan, claro está), nos aventamos a desglosar lo más importante para que ustedes, mis queridos lectores del Foro, tengan con qué alimentar el debate y decidir quién va a intentar ponerle orden al desmadre económico.
Empezando por Laura Fernández del Pueblo Soberano, la propuesta es meterle mano al papeleo, reduciendo impuestos en lo que necesitamos importar y facilitando los créditos para las Pymes. Suena lindo, pero ¿será suficiente para levantar la economía o solo será otro parche? Después tenemos a Álvaro Ramos del PLN, quien promete una Pensión Básica Universal y medio billón de dólares en créditos para las Mipymes. ¡Un buen churche!, pero hay que ver cómo piensa financiarlo para que no terminemos más endeudados de lo que ya estamos, diay.
Luego viene Ariel Robles del Frente Amplio, con ideas más radicales como un impuesto a las grandes herencias y congelar los sueldos de los mandamases del Gobierno. Un intento por redistribuir la plata, sin duda, pero también podría espantar a los inversionistas y acabar peor parado el brete. Claudia Dobles de Agenda Ciudadana apuesta por la ‘Hacienda Digital’, modernizando el sistema tributario y buscando ahorrar donde sea posible. Algo necesario, sin lugar a dudas, pero ¿será suficiente para compensar los huecos que hay?
Y cerrando la tanda, Natalia Díaz de Unidos Podemos propone renegociar la deuda y centralizar las compras públicas para bajar precios. Una medida sensata, pero que requerirá mucha negociación y astucia para lograrlo. El panorama, mi pana, está complicado. Todos prometen soluciones mágicas, pero la realidad es que sacar adelante la economía de Costa Rica requiere de mucho esfuerzo, sacrificio y, sobre todo, honestidad.
Si nos ponemos a analizar con lupa, vemos que todos tienen cosas interesantes, pero también riesgos considerables. Algunos apuestan por un enfoque más liberal, otros por un rol más activo del Estado, y algunos combinan ambas estrategias. Lo que sí es seguro es que ninguno tiene la varita mágica, y que el camino hacia la recuperación económica será largo y lleno de baches. Que no se les olvide que en febrero votamos, y no es pa’ darle papaya a nadie… ¡ojo abierto!
Lo que me preocupa, hablando sinceramente, es que muchos de estos planes parecen estar diseñados para impresionar en campaña, pero no toman en cuenta la complejidad de la situación real. ¿Será que realmente han analizado a fondo los números y saben cómo ejecutar estas medidas sin afectar aún más a la clase media y trabajadora? ¿O simplemente están buscando votos con promesas vacías que nunca podrán cumplir? Venga, díganme qué piensan, ¿cuál de estos planes creen que tiene más posibilidades de éxito y por qué?
Al final del día, el futuro económico de Costa Rica depende de nosotros, mi gente. Informémonos bien, analicemos las propuestas con criterio y elijamos con responsabilidad. Porque al final, el que va a sufrir las consecuencias de nuestras decisiones somos nosotros mismos. ¡Que viva Costa Rica, aunque esté dura!
