¡Aguántense!, parece que el ambiente navideño en Cartago se ha puesto más picante que salsa Lizano. El regidor propietario Caleb Pichardo, del PLN, mandó toda la carne al asador presentando una denuncia bien pesada ante el TSE contra el alcalde Mario Redondo y una periodista municipal. La bronca, como decimos acá, es por cómo se manejó la transmisión del desfile navideño… ¡y eso que era pa’ alegrarle la Navidad a la gente!
La movida, según Pichardo, empezó cuando la Municipalidad decidió contratar a un canal de televisión nacional y a sus redes sociales para transmitir en vivo el desfile del 29 de noviembre. Esto se hizo a través del Sistema de Compras Públicas – Sicop, pa' que sepan – y costó unos 5 millones de colones. Nada mal, ¿verdad?, especialmente si consideramos que el desfile es un evento importante para los cartagineses. Pero aquí viene la “carga”, como diríamos nosotros.
El regidor alega que durante la transmisión, en lugar de simplemente mostrar el desfile, se usaron varios momentos para “exaltar y exponer logros y proyectos de la administración” del alcalde Redondo. ¡Imagínate! En medio de un desfile navideño, propaganda política. Además, la periodista municipal, Janeth Valverde Brenes, también estaría metida en esto, haciendo promoción de los proyectos institucionales. ¡Diay, qué papelón!
Pichardo basa su denuncia en una resolución del TSE, la 6314-E8-2025, que establece que aunque los funcionarios públicos pueden opinar sobre temas de interés público, no pueden usar los medios estatales para hacer campaña personal o promocionar sus obras. El punto clave es que el espacio público no debería convertirse en escaparate de campañas políticas disfrazadas de festividades. Como dicen por ahí: “Lo que va de más, apesta”.
El alcalde Redondo, claro, no tardó en reaccionar. Dice que la denuncia es pura pendejada, producto de un desconocimiento enorme de la resolución del TSE. Según él, lo que hicieron fue simplemente informar sobre los avances del municipio, algo que está permitido por ley. Incluso sospecha que Pichardo tiene motivos políticos para atacarlo, alegando que este le está buscando pleitos desde hace tiempo porque no le dio un trabajito hace dos años. ¡Qué vara!
¿Pero será cierto eso del resentimiento personal? Pichardo insiste en que Redondo está tratando de desviar la atención del problema real: el uso indebido de recursos públicos para fines electorales. Presentó pruebas ante el TSE, como la transmisión completa del desfile y capturas de pantalla que muestran los momentos donde, según él, se exaltaba la figura del alcalde. La verdad es que analizar esas imágenes da para una conversación larga y para preguntarnos hasta dónde podemos ir con la promoción oficial en eventos públicos.
Ahora, el caso pasa por manos del Tribunal Supremo de Elecciones, que deberá determinar si la denuncia es admisible y si realmente existe base legal para acusar a Redondo y Valverde de beligerancia política. Mientras tanto, la polémica sigue ardiendo entre los cartagineses, divididos entre quienes defienden al alcalde y quienes consideran que Pichardo hizo bien en denunciar lo que considera irregularidades. Se avecinan días interesantes en la Ciudad Blanca… y con elecciones a la vista, la tensión se siente en el aire.
Y ahora, les dejo la pregunta para pensar: ¿hasta qué punto es aceptable que los gobiernos locales utilicen eventos festivos como el desfile navideño para promover sus logros y fortalecer su imagen? ¿Es simplemente una estrategia de comunicación válida o cruza la línea hacia la propaganda política encubierta? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre este mamotreto!
La movida, según Pichardo, empezó cuando la Municipalidad decidió contratar a un canal de televisión nacional y a sus redes sociales para transmitir en vivo el desfile del 29 de noviembre. Esto se hizo a través del Sistema de Compras Públicas – Sicop, pa' que sepan – y costó unos 5 millones de colones. Nada mal, ¿verdad?, especialmente si consideramos que el desfile es un evento importante para los cartagineses. Pero aquí viene la “carga”, como diríamos nosotros.
El regidor alega que durante la transmisión, en lugar de simplemente mostrar el desfile, se usaron varios momentos para “exaltar y exponer logros y proyectos de la administración” del alcalde Redondo. ¡Imagínate! En medio de un desfile navideño, propaganda política. Además, la periodista municipal, Janeth Valverde Brenes, también estaría metida en esto, haciendo promoción de los proyectos institucionales. ¡Diay, qué papelón!
Pichardo basa su denuncia en una resolución del TSE, la 6314-E8-2025, que establece que aunque los funcionarios públicos pueden opinar sobre temas de interés público, no pueden usar los medios estatales para hacer campaña personal o promocionar sus obras. El punto clave es que el espacio público no debería convertirse en escaparate de campañas políticas disfrazadas de festividades. Como dicen por ahí: “Lo que va de más, apesta”.
El alcalde Redondo, claro, no tardó en reaccionar. Dice que la denuncia es pura pendejada, producto de un desconocimiento enorme de la resolución del TSE. Según él, lo que hicieron fue simplemente informar sobre los avances del municipio, algo que está permitido por ley. Incluso sospecha que Pichardo tiene motivos políticos para atacarlo, alegando que este le está buscando pleitos desde hace tiempo porque no le dio un trabajito hace dos años. ¡Qué vara!
¿Pero será cierto eso del resentimiento personal? Pichardo insiste en que Redondo está tratando de desviar la atención del problema real: el uso indebido de recursos públicos para fines electorales. Presentó pruebas ante el TSE, como la transmisión completa del desfile y capturas de pantalla que muestran los momentos donde, según él, se exaltaba la figura del alcalde. La verdad es que analizar esas imágenes da para una conversación larga y para preguntarnos hasta dónde podemos ir con la promoción oficial en eventos públicos.
Ahora, el caso pasa por manos del Tribunal Supremo de Elecciones, que deberá determinar si la denuncia es admisible y si realmente existe base legal para acusar a Redondo y Valverde de beligerancia política. Mientras tanto, la polémica sigue ardiendo entre los cartagineses, divididos entre quienes defienden al alcalde y quienes consideran que Pichardo hizo bien en denunciar lo que considera irregularidades. Se avecinan días interesantes en la Ciudad Blanca… y con elecciones a la vista, la tensión se siente en el aire.
Y ahora, les dejo la pregunta para pensar: ¿hasta qué punto es aceptable que los gobiernos locales utilicen eventos festivos como el desfile navideño para promover sus logros y fortalecer su imagen? ¿Es simplemente una estrategia de comunicación válida o cruza la línea hacia la propaganda política encubierta? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre este mamotreto!