¡Carnales! Se armó un tremendo batiburrillo en los hospitales del país. Al cerrar octubre de 2025, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tuvo que atender a más de 12 mil personas por fracturas. Eso sí que es una vara importante, ¿eh? Un promedio de cuarenta pacientes diarios sufriendo huesos rotos en diferentes partes del cuerpo. Parece que nos fuimos un poco al traste con la prevención.
Según los datos oficiales del área de Estadística en Salud, las fracturas más comunes son de pierna y tobillo, fémur y antebrazo. ¡Un montón!, literalmente. Imagínense la carga que eso le da al personal médico y a los hospitales. El Dr. José Roberto Ulloa González, jefe de Ortopedia del hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, nos explica que estas lesiones ocurren por golpes directos, caídas o traumatismos de cualquier tipo. Claramente, estamos teniendo un problema serio.
Lo más preocupante es que las causas varían según la edad. Los jóvenes, esos maes rápidos y atrevidos, suelen lesionarse en accidentes de tránsito – fracturas de tobillo, radio, tibia o fémur. ¡Qué descuido!, muchos veces quieren presumir y terminan así. Pero los adultos mayores, ahí sí es más triste, porque la mayoría de las fracturas de cadera y radio son producto de resbalones y caídas en sus propios hogares. Ahí hay una responsabilidad social que todos tenemos.
De los más de 12 mil egresos, casi 3500 fueron por fracturas de pierna y tobillo, unos 3200 por fémur y más de 2000 por antebrazo. Son cifras que dan que pensar, diay. Uno de los casos que tocó fondo fue el de Sheilyn Bolaños, una chica de Matina de Limón que sufrió múltiples fracturas en un choque en la ruta 32. Lesionado de pelvis, cadera y fémur, imagínense el susto y el brete que vivió ella y su familia. Menos mal que pudo recibir atención en el Calderón Guardia y Tony Facio.
Pero no todo es tan grave. Según el Dr. Ulloa, muchos de estos casos se pueden tratar con yesos, férulas o inmovilizadores, dependiendo de la gravedad de la fractura. Después, viene la parte de la fisioterapia y rehabilitación para volver a tener movimiento normal. Ya saben, ¡poco a poco se come el elefante! Lo importante es seguir las indicaciones médicas al pie de la letra para evitar complicaciones y regresar a la vida normal.
La CCSS, como siempre, nos recuerda que si sentimos dolor repentino o sospechamos una lesión ósea, lo primero es ir al centro de salud más cercano: un Ebais, un área de salud o un hospital. No esperen a que la vara se ponga más fea, busquen ayuda rápido. Además, creo que deberíamos ponerle más empeño a campañas de concientización sobre seguridad vial y prevención de caídas en el hogar, especialmente entre nuestros abuelos.
Ahora bien, analizando toda esta situación, me pregunto si realmente estamos invirtiendo lo suficiente en infraestructura segura y programas de prevención. ¿Será que falta iluminación en las calles, señalización adecuada y espacios públicos accesibles para todas las edades? Además, ¿qué tan efectivos son los programas de promoción de la salud que ofrece la Caja? Estos temas ameritan una conversación profunda y acciones concretas para cambiar esta realidad.
En fin, señores, con más de 12 mil fracturas anuales, parece que estamos bastante descuidados. ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el gobierno y la Caja deberían tomar medidas más drásticas para prevenir este tipo de lesiones y mejorar la calidad de vida de los costarricenses? ¡Déjenme sus comentarios aquí abajo!
Según los datos oficiales del área de Estadística en Salud, las fracturas más comunes son de pierna y tobillo, fémur y antebrazo. ¡Un montón!, literalmente. Imagínense la carga que eso le da al personal médico y a los hospitales. El Dr. José Roberto Ulloa González, jefe de Ortopedia del hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, nos explica que estas lesiones ocurren por golpes directos, caídas o traumatismos de cualquier tipo. Claramente, estamos teniendo un problema serio.
Lo más preocupante es que las causas varían según la edad. Los jóvenes, esos maes rápidos y atrevidos, suelen lesionarse en accidentes de tránsito – fracturas de tobillo, radio, tibia o fémur. ¡Qué descuido!, muchos veces quieren presumir y terminan así. Pero los adultos mayores, ahí sí es más triste, porque la mayoría de las fracturas de cadera y radio son producto de resbalones y caídas en sus propios hogares. Ahí hay una responsabilidad social que todos tenemos.
De los más de 12 mil egresos, casi 3500 fueron por fracturas de pierna y tobillo, unos 3200 por fémur y más de 2000 por antebrazo. Son cifras que dan que pensar, diay. Uno de los casos que tocó fondo fue el de Sheilyn Bolaños, una chica de Matina de Limón que sufrió múltiples fracturas en un choque en la ruta 32. Lesionado de pelvis, cadera y fémur, imagínense el susto y el brete que vivió ella y su familia. Menos mal que pudo recibir atención en el Calderón Guardia y Tony Facio.
Pero no todo es tan grave. Según el Dr. Ulloa, muchos de estos casos se pueden tratar con yesos, férulas o inmovilizadores, dependiendo de la gravedad de la fractura. Después, viene la parte de la fisioterapia y rehabilitación para volver a tener movimiento normal. Ya saben, ¡poco a poco se come el elefante! Lo importante es seguir las indicaciones médicas al pie de la letra para evitar complicaciones y regresar a la vida normal.
La CCSS, como siempre, nos recuerda que si sentimos dolor repentino o sospechamos una lesión ósea, lo primero es ir al centro de salud más cercano: un Ebais, un área de salud o un hospital. No esperen a que la vara se ponga más fea, busquen ayuda rápido. Además, creo que deberíamos ponerle más empeño a campañas de concientización sobre seguridad vial y prevención de caídas en el hogar, especialmente entre nuestros abuelos.
Ahora bien, analizando toda esta situación, me pregunto si realmente estamos invirtiendo lo suficiente en infraestructura segura y programas de prevención. ¿Será que falta iluminación en las calles, señalización adecuada y espacios públicos accesibles para todas las edades? Además, ¿qué tan efectivos son los programas de promoción de la salud que ofrece la Caja? Estos temas ameritan una conversación profunda y acciones concretas para cambiar esta realidad.
En fin, señores, con más de 12 mil fracturas anuales, parece que estamos bastante descuidados. ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el gobierno y la Caja deberían tomar medidas más drásticas para prevenir este tipo de lesiones y mejorar la calidad de vida de los costarricenses? ¡Déjenme sus comentarios aquí abajo!