¡Ay, Dios mío! Qué movida la que está armando don Fabricio Alvarado. El candidato de Nueva República anda echándole salsa a las últimas encuestas del CIEP de la UCR, diciendo que ni en sueños los ‘progres’ y comunistas lo van a poder desaparecer del mapa político. Parece que andan bastante molestos por ahí, huele a bronca.
La encuesta, publicada la semana anterior, daba a Laura Fernández, de Pueblo Soberano, un 25% de intención de voto, dejando a Alvarado rezagado con apenas un 1%. Álvaro Ramos del PLN, bueno, digamos que tampoco está arrasando, con un 7%. Pero ojo, que el 55% del electorado todavía está indeciso, así que la cosa puede cambiar radicalmente antes de las elecciones. Esto demuestra, una vez más, que las encuestas son solo eso, encuestas, y no la Biblia. Vamos a ver qué pasa.
Alvarado, sin pelos en la lengua, salió a decir que el CIEP está gastando el dinero público “tratando de vender la idea de que la izquierda es la única opción para recuperar el país”. Ahí lanzó una indirecta bien potente a la prensa, tachándola de “Pinocho de siempre”. ¡Uy!, parece que las cosas no andan tranquilas en el ambiente político nacional. La verdad es que esto de manipular las percepciones públicas ya se puso medio pesado, ¿no creen?
Según el candidato, sus números están creciendo y hay otras encuestas, “sí son serias”, que lo colocan con un 14% o incluso un 15%. Lo suficiente para meterse en la segunda ronda. Él dice que estas cifras lo ponen con ventaja frente a otros contendientes, sembrando la esperanza de llegar hasta el final. Y agregó que en septiembre, el CIEP le dio apenas un 1%, mientras que otras empresas lo estaban midiendo entre 15% y 14%. ¡Qué diferencia!
Ahora, claro, la polémica va más allá de los números. Alvarado también denunció que existen sectores que quieren regresar al viejo bipartidismo –el ADN del PLN y el PPL– o impulsar a una “izquierda empobrecedora”, todo para proteger sus propios intereses. ¿Será que esos viejos fantasmas políticos aún rondan por Costa Rica? Porque vaya que han hecho sufrir a este país. Que alguien les recuerde que el pueblo necesita cambio, no más de lo mismo.
Lo que quedó claro es que la campaña electoral está entrando en una fase más intensa. Las acusaciones vuelan por doquier y las estrategias de comunicación se afinan día tras día. Cada candidato busca desesperadamente captar la atención de ese 55% de votantes indecisos, esos que todavía no saben a quién darle su confianza. Un porcentaje enorme, vamos... ¡y faltan pocos meses para las elecciones!
Y hablando de estrategias, la aparición de Ariel Robles (Frente Amplio) y Claudia Dobles (Agenda Ciudadana) con un 3% cada uno, según la encuesta, quizás sean una sorpresa que nadie esperaba. Aunque dentro del margen de error, claro está. Pero muestra que hay movimiento en la contienda y que los candidatos pequeños pueden sorprender. Al final, la política es como jugar al dominó; nunca sabes qué ficha va a caer y cuándo.
Con todo este escenario incierto y lleno de idas y venidas, ¿creen ustedes que las encuestas realmente reflejan la voluntad popular o simplemente son herramientas de manipulación? ¿Creen que Fabricio Alvarado podrá remontar en las preferencias o será víctima de una campaña de desprestigio? ¡Compártanme sus opiniones en el foro!
La encuesta, publicada la semana anterior, daba a Laura Fernández, de Pueblo Soberano, un 25% de intención de voto, dejando a Alvarado rezagado con apenas un 1%. Álvaro Ramos del PLN, bueno, digamos que tampoco está arrasando, con un 7%. Pero ojo, que el 55% del electorado todavía está indeciso, así que la cosa puede cambiar radicalmente antes de las elecciones. Esto demuestra, una vez más, que las encuestas son solo eso, encuestas, y no la Biblia. Vamos a ver qué pasa.
Alvarado, sin pelos en la lengua, salió a decir que el CIEP está gastando el dinero público “tratando de vender la idea de que la izquierda es la única opción para recuperar el país”. Ahí lanzó una indirecta bien potente a la prensa, tachándola de “Pinocho de siempre”. ¡Uy!, parece que las cosas no andan tranquilas en el ambiente político nacional. La verdad es que esto de manipular las percepciones públicas ya se puso medio pesado, ¿no creen?
Según el candidato, sus números están creciendo y hay otras encuestas, “sí son serias”, que lo colocan con un 14% o incluso un 15%. Lo suficiente para meterse en la segunda ronda. Él dice que estas cifras lo ponen con ventaja frente a otros contendientes, sembrando la esperanza de llegar hasta el final. Y agregó que en septiembre, el CIEP le dio apenas un 1%, mientras que otras empresas lo estaban midiendo entre 15% y 14%. ¡Qué diferencia!
Ahora, claro, la polémica va más allá de los números. Alvarado también denunció que existen sectores que quieren regresar al viejo bipartidismo –el ADN del PLN y el PPL– o impulsar a una “izquierda empobrecedora”, todo para proteger sus propios intereses. ¿Será que esos viejos fantasmas políticos aún rondan por Costa Rica? Porque vaya que han hecho sufrir a este país. Que alguien les recuerde que el pueblo necesita cambio, no más de lo mismo.
Lo que quedó claro es que la campaña electoral está entrando en una fase más intensa. Las acusaciones vuelan por doquier y las estrategias de comunicación se afinan día tras día. Cada candidato busca desesperadamente captar la atención de ese 55% de votantes indecisos, esos que todavía no saben a quién darle su confianza. Un porcentaje enorme, vamos... ¡y faltan pocos meses para las elecciones!
Y hablando de estrategias, la aparición de Ariel Robles (Frente Amplio) y Claudia Dobles (Agenda Ciudadana) con un 3% cada uno, según la encuesta, quizás sean una sorpresa que nadie esperaba. Aunque dentro del margen de error, claro está. Pero muestra que hay movimiento en la contienda y que los candidatos pequeños pueden sorprender. Al final, la política es como jugar al dominó; nunca sabes qué ficha va a caer y cuándo.
Con todo este escenario incierto y lleno de idas y venidas, ¿creen ustedes que las encuestas realmente reflejan la voluntad popular o simplemente son herramientas de manipulación? ¿Creen que Fabricio Alvarado podrá remontar en las preferencias o será víctima de una campaña de desprestigio? ¡Compártanme sus opiniones en el foro!
