¡Ay, Dios mío! El país entero estaba mordido con la desaparición de Kevin Kirby. Un mae que parecía sacado de una película, siempre buscando aventuras, andar por ahí disfrutando la vida… y ahora esto, qué cosa más fuerte.
Todo comenzó el domingo pasado, cuando Kevin se vio con la familia. Le dijo a su novia que llegaba pa’ casa a las seis, y luego, silencio absoluto. Su novia y sus amigos empezaron a preocuparse, claro, porque Kevin no es de dejar de mandar señales ni de quedarse callado. Imagínate la angustia, tratando de entender qué había pasado con él. Desde que no aparecía, se armó un pandemonio entre sus cercanos, buscando respuestas a dónde se pudo haber ido el pobre tipo.
Lo primero que hicieron sus amigos fue revisar sus redes sociales y grupos de WhatsApp. Allí encontraron que Kevin ya no respondía a ningún mensaje, lo cual los puso aún más en alerta. “Constantemente hablábamos en el grupo del condominio”, comentó uno de sus mejores amigos, visiblemente afectado. “Cuando vimos que no contestaba nada, sentimos que algo malo pasaba”. Así que, sin perder tiempo, comenzaron la búsqueda desesperada, revisando cada rincón posible, intentando descifrar qué podía haberle ocurrido.
Y vaya que lo buscaron. Desde el lunes en la noche, se organizaron por turnos, recorriendo carreteras a lo loco. “Fuimos a San José, por la 32, a la 27, a la General Cañas, carretera 1… ¡a todo lado!”, exclamó el amigo. “Estuvimos buscando hasta las cuatro de la mañana, vamos, que se dejaron el pellejo”. Fue una movilización impresionante, impulsada por la amistad y la preocupación genuina de un grupo de personas que querían saber dónde estaba Kevin.
La esperanza se fue apagando poco a poco cuando este martes apareció su carro en Turrúcares de Alajuela. Ese fue el golpe duro, el momento en que la gente empezó a temer lo peor. Aunque seguían aferrándose a la posibilidad de encontrarlo bien, la realidad era que la situación se veía cada vez más sombría. "Kevin con un plan tan simple como ir a ver el atardecer en la arena o un mirador y hablar por horas, era feliz. Era súper multifacético. ¡Hacía de todo!”, agregó su amigo, pintando un retrato de un joven lleno de vitalidad y alegría.
Kevin era hijo único, y la pérdida lo ha dejado huérfano. Su madre falleció el año anterior, y su padre vive en Estados Unidos. Aunque mantenían contacto constante, la distancia hacía que esta tragedia fuera aún más desgarradora. Parece que Kevin heredó del papá el gusto por la playa y la vida al aire libre, viviendo intensamente cada día, disfrutando de las pequeñas cosas. Como dice el dicho, “el que ama la playa, nunca está lejos de ella”. Siempre tuvo una vibra tan positiva que encantaba a todos. Era un bálsamo para el alma.
Sus amigos recalcan que Kevin era un tipo chévere, sin enemigos, un trabajador incansable, amante del deporte y los animales. “Un amigo incondicional, dispuesto a subirte el ánimo en cualquier momento”, recordó uno de ellos. “Nos enseñaba a disfrutar la vida con cosas sencillas, a valorar lo importante”. Era capaz de hacértelo ver fácil, incluso en las situaciones más difíciles. Ahora, el caso está en manos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes trabajan para esclarecer los hechos y determinar qué ocurrió exactamente. Sospechan de un posible asalto, pero aún no hay confirmación oficial, aunque sus amigos insisten que Kevin no tenía motivos para tener problemas con nadie.
Este caso nos deja con un sabor amargo en la boca y muchas preguntas sin respuesta. La pérdida de Kevin es una tragedia que duele a muchos, especialmente a sus seres queridos. ¿Cómo podemos, como sociedad, evitar que estas tragedias ocurran? ¿Deberíamos estar más atentos a nuestro entorno y ofrecer más apoyo a aquellos que lo necesitan? Compartan sus pensamientos y reflexiones en el foro, porque juntos podemos construir un país más seguro y solidario.
Todo comenzó el domingo pasado, cuando Kevin se vio con la familia. Le dijo a su novia que llegaba pa’ casa a las seis, y luego, silencio absoluto. Su novia y sus amigos empezaron a preocuparse, claro, porque Kevin no es de dejar de mandar señales ni de quedarse callado. Imagínate la angustia, tratando de entender qué había pasado con él. Desde que no aparecía, se armó un pandemonio entre sus cercanos, buscando respuestas a dónde se pudo haber ido el pobre tipo.
Lo primero que hicieron sus amigos fue revisar sus redes sociales y grupos de WhatsApp. Allí encontraron que Kevin ya no respondía a ningún mensaje, lo cual los puso aún más en alerta. “Constantemente hablábamos en el grupo del condominio”, comentó uno de sus mejores amigos, visiblemente afectado. “Cuando vimos que no contestaba nada, sentimos que algo malo pasaba”. Así que, sin perder tiempo, comenzaron la búsqueda desesperada, revisando cada rincón posible, intentando descifrar qué podía haberle ocurrido.
Y vaya que lo buscaron. Desde el lunes en la noche, se organizaron por turnos, recorriendo carreteras a lo loco. “Fuimos a San José, por la 32, a la 27, a la General Cañas, carretera 1… ¡a todo lado!”, exclamó el amigo. “Estuvimos buscando hasta las cuatro de la mañana, vamos, que se dejaron el pellejo”. Fue una movilización impresionante, impulsada por la amistad y la preocupación genuina de un grupo de personas que querían saber dónde estaba Kevin.
La esperanza se fue apagando poco a poco cuando este martes apareció su carro en Turrúcares de Alajuela. Ese fue el golpe duro, el momento en que la gente empezó a temer lo peor. Aunque seguían aferrándose a la posibilidad de encontrarlo bien, la realidad era que la situación se veía cada vez más sombría. "Kevin con un plan tan simple como ir a ver el atardecer en la arena o un mirador y hablar por horas, era feliz. Era súper multifacético. ¡Hacía de todo!”, agregó su amigo, pintando un retrato de un joven lleno de vitalidad y alegría.
Kevin era hijo único, y la pérdida lo ha dejado huérfano. Su madre falleció el año anterior, y su padre vive en Estados Unidos. Aunque mantenían contacto constante, la distancia hacía que esta tragedia fuera aún más desgarradora. Parece que Kevin heredó del papá el gusto por la playa y la vida al aire libre, viviendo intensamente cada día, disfrutando de las pequeñas cosas. Como dice el dicho, “el que ama la playa, nunca está lejos de ella”. Siempre tuvo una vibra tan positiva que encantaba a todos. Era un bálsamo para el alma.
Sus amigos recalcan que Kevin era un tipo chévere, sin enemigos, un trabajador incansable, amante del deporte y los animales. “Un amigo incondicional, dispuesto a subirte el ánimo en cualquier momento”, recordó uno de ellos. “Nos enseñaba a disfrutar la vida con cosas sencillas, a valorar lo importante”. Era capaz de hacértelo ver fácil, incluso en las situaciones más difíciles. Ahora, el caso está en manos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes trabajan para esclarecer los hechos y determinar qué ocurrió exactamente. Sospechan de un posible asalto, pero aún no hay confirmación oficial, aunque sus amigos insisten que Kevin no tenía motivos para tener problemas con nadie.
Este caso nos deja con un sabor amargo en la boca y muchas preguntas sin respuesta. La pérdida de Kevin es una tragedia que duele a muchos, especialmente a sus seres queridos. ¿Cómo podemos, como sociedad, evitar que estas tragedias ocurran? ¿Deberíamos estar más atentos a nuestro entorno y ofrecer más apoyo a aquellos que lo necesitan? Compartan sus pensamientos y reflexiones en el foro, porque juntos podemos construir un país más seguro y solidario.