¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, enfrentando otro despache monumental de parte de quienes deberían estar cuidándonos. Resulta que, justo a puertas del fin de año, cuando la parranda y el consumo de alcohol se disparan como cohete, la Policía de Tránsito anda prácticamente ciega, sin alcoholímetros para controlar a los borrachos al volante. ¡Qué sal!
La bronca, según fuentes internas de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), viene de atrás. Parece que el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) le debió un buen dineral al Laboratorio Costarricense de Metrología (Lacomet), encargados de calificar estos aparatos. Como no les pagaron, Lacomet colgó las botas con las verificaciones y ahora tenemos este brete.
Gustavo Mora Marín, directivo de la ANEP, nos soltó la bomba: “Desde hace tiempo el Cosevi dejó de ponerle plata a Lacomet, así que se suspendieron las verificaciones”. Imagínate, mae, trabajar sin estas herramientas básicas. En zonas como Liberia, tienen que ir pidiendo alcoholímetros prestados a otras delegaciones, como si fuera juego de niños. ¡Qué carga!
Pero eso no es todo, porque Lizeth Quesada Ramírez, presidenta de la seccional de ANEP, nos puso a pensar: si pasa un choque feo y necesitan hacer la prueba de alcohol, pero no tienen el equipo adecuado, la prueba podría no valer ni pa’ ná. El nivel de alcohol en sangre podría bajar mientras andan buscando el alcoholímetro y, ¡bam!, el culpable queda libre. Un verdadero riesgo para todos los usuarios de la carretera.
Y encima, parece que los pocos alcoholímetros que todavía andan dando vueltas ya llegaron al final de sus días útiles. Según la ANEP, el Cosevi ha solicitado nuevos equipos, pero no han logrado concretar la compra. ¡Indignante! Ya saben cómo son estas cosas, entre papeleo y trámites, el tiempo se nos va y terminamos igual, pataleando polvo.
Este panorama es especialmente preocupante teniendo en cuenta que diciembre es el mes de mayor consumo de alcohol en el país. ¡Uf! Pensar que vamos a tener policías de tránsito sin las herramientas necesarias para garantizar nuestra seguridad… me da escalofríos. El sindicato advierte que esto es crítico y que la situación necesita una solución urgente, antes de que alguien salga lastimado o peor.
Al parecer, Diario Extra intentó hablar con la Dirección General de Policía de Tránsito para obtener su versión de la historia, pero hasta el cierre de edición, silencio absoluto. ¡Qué torta! Uno esperaría que ante una situación tan delicada, tuvieran una pronta respuesta para la ciudadanía, pero bueno, ya sabemos cómo funciona esto. Lo importante es que la información llegue al pueblo, y que se empiece a exigir soluciones reales.
Ahora dime, ¿qué te parece esto, compa? ¿Crees que el gobierno debería priorizar la compra de alcoholímetros antes de fin de año, o deberíamos resignarnos a vivir con este riesgo constante en nuestras carreteras? ¡Déjame tu opinión abajo!
La bronca, según fuentes internas de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), viene de atrás. Parece que el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) le debió un buen dineral al Laboratorio Costarricense de Metrología (Lacomet), encargados de calificar estos aparatos. Como no les pagaron, Lacomet colgó las botas con las verificaciones y ahora tenemos este brete.
Gustavo Mora Marín, directivo de la ANEP, nos soltó la bomba: “Desde hace tiempo el Cosevi dejó de ponerle plata a Lacomet, así que se suspendieron las verificaciones”. Imagínate, mae, trabajar sin estas herramientas básicas. En zonas como Liberia, tienen que ir pidiendo alcoholímetros prestados a otras delegaciones, como si fuera juego de niños. ¡Qué carga!
Pero eso no es todo, porque Lizeth Quesada Ramírez, presidenta de la seccional de ANEP, nos puso a pensar: si pasa un choque feo y necesitan hacer la prueba de alcohol, pero no tienen el equipo adecuado, la prueba podría no valer ni pa’ ná. El nivel de alcohol en sangre podría bajar mientras andan buscando el alcoholímetro y, ¡bam!, el culpable queda libre. Un verdadero riesgo para todos los usuarios de la carretera.
Y encima, parece que los pocos alcoholímetros que todavía andan dando vueltas ya llegaron al final de sus días útiles. Según la ANEP, el Cosevi ha solicitado nuevos equipos, pero no han logrado concretar la compra. ¡Indignante! Ya saben cómo son estas cosas, entre papeleo y trámites, el tiempo se nos va y terminamos igual, pataleando polvo.
Este panorama es especialmente preocupante teniendo en cuenta que diciembre es el mes de mayor consumo de alcohol en el país. ¡Uf! Pensar que vamos a tener policías de tránsito sin las herramientas necesarias para garantizar nuestra seguridad… me da escalofríos. El sindicato advierte que esto es crítico y que la situación necesita una solución urgente, antes de que alguien salga lastimado o peor.
Al parecer, Diario Extra intentó hablar con la Dirección General de Policía de Tránsito para obtener su versión de la historia, pero hasta el cierre de edición, silencio absoluto. ¡Qué torta! Uno esperaría que ante una situación tan delicada, tuvieran una pronta respuesta para la ciudadanía, pero bueno, ya sabemos cómo funciona esto. Lo importante es que la información llegue al pueblo, y que se empiece a exigir soluciones reales.
Ahora dime, ¿qué te parece esto, compa? ¿Crees que el gobierno debería priorizar la compra de alcoholímetros antes de fin de año, o deberíamos resignarnos a vivir con este riesgo constante en nuestras carreteras? ¡Déjame tu opinión abajo!
