¡Ay, Dios mío! Otro desprendimiento en la carretera a Cartago, justo donde más duele, antes de Taras. Parece que el MOPT y la municipalidad andan más perdidos que chancho en neblina. Ya van varias veces que esto pasa, y seguimos esperando una solución que llegue, llega, pero nunca llega.
La alerta la dieron los oficiales municipales el domingo pasado, viendo caer tierra a mansalva. Avisaron a la Muni y al MOPT, claro, como quien reza pa’ que llueva. Pero parece que los consejos del Lanamme, esa gente de la UCR que siempre advierte, se fueron directito pa’ el cesto de la basura. Habían dicho desde julio que era urgente ponerle sistema de canalización y cubrirlo bien para que no se erosionara. ¡Qué carga!
Mario Redondo, el alcalde de Cartago, anda diciendo que esperan terminar el proyecto de Taras-La Lima “este año, con requisitos de calidad suficientes”. ¡Vamos, vamos!, eso lo dicen todos los años. Uno se queda pensando qué requisitos de calidad son esos si ni siquiera pueden mantener un talud en pie. Me da unas ganas de gritar, ¡qué torta!
Ahora, lo que toca es limpiar otra vez la calle, mover piedras y esperar que no nos vuelva a caer encima un montón de tierra. Dicen que evaluarán si retiran toda la pared de tierra que quedó colgando, pero el tiempo que va a tomar eso…ufff, ¡ni me hagan hablar! Van a tardar más que Juan Pérez preparando un café.
El MOPT, fiel a su estilo, todavía no da un diagnóstico oficial. Están en “gestión”, como si fuera un chunche que puedan mandar a lavar. Mientras tanto, pusieron unas vallas preventivas en el lado de San José, pa' que el material que caiga no bloquee el paso. Una medida a medias, porque el problema es mucho más grande que unas cuantas vallas.
Lo bueno es que, según dicen, este desprendimiento no va a atrasar más la entrega final de Taras-La Lima. Eso sí, ya estamos casi entrando al 2026... ¡tremenda espera! A este ritmo, mis nietos ya estarán manejando por ahí.
Y hablando de cosas buenas, el Lanamme y el MOPT aseguran que el talud no representa un riesgo estructural para los carriles de arriba. Hay vigas y pilotes de concreto que lo sostienen, dice la nota. Pero, dígame, ¿pa' qué sirve tener una infraestructura sólida si tienes la tierra suelta colgada como espantalho? Eso no es seguridad, eso es pedirle al diablo que se lleve la carretera.
Así que acá les dejo la pregunta, raza: ¿cuánto creen que realmente tardarán en darle una solución definitiva a este talud problemático? ¿Debería el gobierno invertir más recursos en mantenimiento preventivo o seguir apagando incendios a última hora? ¡Déjenme sus opiniones aquí abajo y a ver qué sale de este brete!
La alerta la dieron los oficiales municipales el domingo pasado, viendo caer tierra a mansalva. Avisaron a la Muni y al MOPT, claro, como quien reza pa’ que llueva. Pero parece que los consejos del Lanamme, esa gente de la UCR que siempre advierte, se fueron directito pa’ el cesto de la basura. Habían dicho desde julio que era urgente ponerle sistema de canalización y cubrirlo bien para que no se erosionara. ¡Qué carga!
Mario Redondo, el alcalde de Cartago, anda diciendo que esperan terminar el proyecto de Taras-La Lima “este año, con requisitos de calidad suficientes”. ¡Vamos, vamos!, eso lo dicen todos los años. Uno se queda pensando qué requisitos de calidad son esos si ni siquiera pueden mantener un talud en pie. Me da unas ganas de gritar, ¡qué torta!
Ahora, lo que toca es limpiar otra vez la calle, mover piedras y esperar que no nos vuelva a caer encima un montón de tierra. Dicen que evaluarán si retiran toda la pared de tierra que quedó colgando, pero el tiempo que va a tomar eso…ufff, ¡ni me hagan hablar! Van a tardar más que Juan Pérez preparando un café.
El MOPT, fiel a su estilo, todavía no da un diagnóstico oficial. Están en “gestión”, como si fuera un chunche que puedan mandar a lavar. Mientras tanto, pusieron unas vallas preventivas en el lado de San José, pa' que el material que caiga no bloquee el paso. Una medida a medias, porque el problema es mucho más grande que unas cuantas vallas.
Lo bueno es que, según dicen, este desprendimiento no va a atrasar más la entrega final de Taras-La Lima. Eso sí, ya estamos casi entrando al 2026... ¡tremenda espera! A este ritmo, mis nietos ya estarán manejando por ahí.
Y hablando de cosas buenas, el Lanamme y el MOPT aseguran que el talud no representa un riesgo estructural para los carriles de arriba. Hay vigas y pilotes de concreto que lo sostienen, dice la nota. Pero, dígame, ¿pa' qué sirve tener una infraestructura sólida si tienes la tierra suelta colgada como espantalho? Eso no es seguridad, eso es pedirle al diablo que se lleve la carretera.
Así que acá les dejo la pregunta, raza: ¿cuánto creen que realmente tardarán en darle una solución definitiva a este talud problemático? ¿Debería el gobierno invertir más recursos en mantenimiento preventivo o seguir apagando incendios a última hora? ¡Déjenme sus opiniones aquí abajo y a ver qué sale de este brete!
