¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con la política, ¿sáben? La licenciada Claudia Dobles, quien aspira a llegar a la Casa Amarilla, soltó la bomba ayer lunes, exigiendo la cabeza del ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora. Y no solo eso, también le metió presión a Erick Rodríguez Steller, el viceministro, acusándolo de andar haciendo cositas turbias cuando era jueza. ¡Qué torta!
La cosa es que, aparentemente, la Dobles cree que Zamora no está logrando controlar la ola de violencia que nos está golpeando. Dice que es absolutamente incapaz, y bueno, muchos estamos pensando igual, aunque siempre hay alguien que le apoya al ministro. Pero ahí va, quiere que se vaya, sin rodeos, y pide a los otros candidatos que se sumen al clamor popular. Porque, díganle a ver, entre todos deberíamos estar exigiendo seguridad, ¿no?
Y hablando de planes, la Dobles aprovechó la coyuntura para presentar sus propias propuestas. Aseguró que, si llegara a gobernar, liberará más varas de lana para la policía. ¿Pero cómo, licenciada? ¿De dónde sacará esos fondos? Eso es lo que nadie explica. Parece que quiere aparentar que tiene la solución mágica, pero la realidad es que la delincuencia es un brete complicado y no se resuelve con promesas vacías. ¡Qué nivel!
La licenciada fue bastante crítica con el manejo actual del gobierno. “El problema es que si usted ni siquiera tiene un plan o no está ejecutando nada, no tiene ni siquiera nada que mejorar,” dijo, poniendo a quejarse de que la administración actual está botando tiempo y dinero. ¡Ay, qué fácil es criticar cuando uno no está en la silla caliente! Pero también es cierto que la situación de seguridad no pinta nada bien y cualquier cambio sería bienvenido.
Ahora bien, este llamado a la renuncia de Zamora ya generó un buen revuelo en el Congreso. Algunos diputados de oposición han expresado su apoyo a la iniciativa de Dobles, mientras que los legisladores del partido Acción Ciudadana, donde milita el ministro, se muestran reacios a dejarlo ir tan fácilmente. La verdad, esto parece más una jugada política que una preocupación genuina por la seguridad ciudadana. ¡Qué sal!
Y no olvidemos mencionar que la figura de Erick Rodríguez Steller, el ex juez, también está bajo la lupa. Las denuncias en su contra giran en torno a supuestas irregularidades durante su desempeño judicial, lo cual plantea serias interrogantes sobre su idoneidad para ocupar un cargo público. Esto huele a chamba sucia, señores. Totalmente sospechoso.
En fin, este episodio político demuestra lo polarizada que está la situación en nuestro país. Cada candidato tratando de capitalizar la crisis de seguridad para impulsar su imagen y sumar votos. Y los ciudadanos, nosotros, atrapados en medio de este rifirrafe. Esperemos que al final, quien llegue a gobernar tenga las agallas y la visión necesarias para enfrentar este desafío de frente, y no solo lanzar acusaciones y promesas incumplibles. ¡Un reto de otro nivel, sin duda alguna!
Pero dime, ¿crees tú que la demanda de Dobles es genuina y busca realmente mejorar la seguridad o es solo una estrategia política para ganar simpatías? ¿Se debería hacer caso a estas peticiones o la estabilidad institucional debería prevalecer, incluso en tiempos de crisis?
La cosa es que, aparentemente, la Dobles cree que Zamora no está logrando controlar la ola de violencia que nos está golpeando. Dice que es absolutamente incapaz, y bueno, muchos estamos pensando igual, aunque siempre hay alguien que le apoya al ministro. Pero ahí va, quiere que se vaya, sin rodeos, y pide a los otros candidatos que se sumen al clamor popular. Porque, díganle a ver, entre todos deberíamos estar exigiendo seguridad, ¿no?
Y hablando de planes, la Dobles aprovechó la coyuntura para presentar sus propias propuestas. Aseguró que, si llegara a gobernar, liberará más varas de lana para la policía. ¿Pero cómo, licenciada? ¿De dónde sacará esos fondos? Eso es lo que nadie explica. Parece que quiere aparentar que tiene la solución mágica, pero la realidad es que la delincuencia es un brete complicado y no se resuelve con promesas vacías. ¡Qué nivel!
La licenciada fue bastante crítica con el manejo actual del gobierno. “El problema es que si usted ni siquiera tiene un plan o no está ejecutando nada, no tiene ni siquiera nada que mejorar,” dijo, poniendo a quejarse de que la administración actual está botando tiempo y dinero. ¡Ay, qué fácil es criticar cuando uno no está en la silla caliente! Pero también es cierto que la situación de seguridad no pinta nada bien y cualquier cambio sería bienvenido.
Ahora bien, este llamado a la renuncia de Zamora ya generó un buen revuelo en el Congreso. Algunos diputados de oposición han expresado su apoyo a la iniciativa de Dobles, mientras que los legisladores del partido Acción Ciudadana, donde milita el ministro, se muestran reacios a dejarlo ir tan fácilmente. La verdad, esto parece más una jugada política que una preocupación genuina por la seguridad ciudadana. ¡Qué sal!
Y no olvidemos mencionar que la figura de Erick Rodríguez Steller, el ex juez, también está bajo la lupa. Las denuncias en su contra giran en torno a supuestas irregularidades durante su desempeño judicial, lo cual plantea serias interrogantes sobre su idoneidad para ocupar un cargo público. Esto huele a chamba sucia, señores. Totalmente sospechoso.
En fin, este episodio político demuestra lo polarizada que está la situación en nuestro país. Cada candidato tratando de capitalizar la crisis de seguridad para impulsar su imagen y sumar votos. Y los ciudadanos, nosotros, atrapados en medio de este rifirrafe. Esperemos que al final, quien llegue a gobernar tenga las agallas y la visión necesarias para enfrentar este desafío de frente, y no solo lanzar acusaciones y promesas incumplibles. ¡Un reto de otro nivel, sin duda alguna!
Pero dime, ¿crees tú que la demanda de Dobles es genuina y busca realmente mejorar la seguridad o es solo una estrategia política para ganar simpatías? ¿Se debería hacer caso a estas peticiones o la estabilidad institucional debería prevalecer, incluso en tiempos de crisis?
