¡Ay, papá! Otro día, otra polémica. Esta vez, el Talis (ese estudio gringo de la OCDE) nos puso en evidencia: casi la mitad de los maestros de secundaria en Costa Rica andan más chafas que un perro mojado con su salario. Un 55%, señoras y señores, ¡más de la mitad! No están contentos con lo que les pagan. A ver si ahora sí le prendemos fuego al mecedora y vemos qué onda.
Según el reporte, el 45% dice que sí está contento con la plata, pero eso queda lejísimos del promedio de la OCDE, donde el porcentaje es de apenas un 39%. Claro, porque aquí los salarios no son precisamente como en Suiza, ¿quién lo va a negar? El MEP, para justificarla, dijo que la muestra fue así porque lo pidió la gente que hizo el estudio, así que allá van los culpos. Pero bueno, dejémonos de excusas y hablemos claro: a muchos maestros no les alcanza pa’ llegar a fin de mes.
Y ojo que esto no es culpa exclusiva del gobierno actual. Según el Colegiode Profesionales en Orientación (CPO), los salarios de los docentes llevan años congelados, sin aumentos ni incentivos que valgan. Esto significa que su poder adquisitivo se ha ido al traste con el aumento generalizado de los precios. Imagínate, tú trabajas igual, llevas años en el brete, y la canasta básica te sale más cara cada año… ¡Qué torta!
Ahora, entra en juego el famoso salario global, que prometían que iba a solucionar todas las desigualdades. Pero parece que, en lugar de eso, generó más problemas. Resulta que algunos profes recién nombrados están ganando más que los que tienen décadas de experiencia. ¡Imagínate la bronca! Muchos que estaban bien con el sistema anterior, ahora quieren volver atrás, pero el cambio es paulatino y la espera es larga. Ya saben cómo son estas cosas por acá…
José Leonardo Sánchez, el jefe del MEP, trata de tranquilizarnos diciendo que esto es un problema mundial, que todos los países tienen el mismo problema. Sí, claro, pero eso no quita que aquí la situación esté pegajosa. Él cree que el problema es que muchos todavía están adaptándose al nuevo sistema de salario global y que eso está generando inconformidad. Lo que pasa es que algunos profesores con muchos años de servicio se sienten como si estuvieran siendo castigados, ¿no?
Y no solo es el tema del dinero. El CPO también señala que hay otros factores que afectan la moral de los docentes: falta de apoyo, recursos limitados, aulas llenas y una creciente indisciplina en las escuelas. A veces dan ganas de agarrarse la cabeza, ¡qué nivel de estrés! El mae ahí adelante, tratando de enseñarles a los niños álgebra, mientras unos lo interrumpen cada dos segundos. ¡Un chunche difícil!
Pero no todo está perdido. El MEP dice que están trabajando en varias cosas: fomentar el trabajo colaborativo, mejorar el liderazgo de los directores, capacitar a los maestros nuevos y fortalecer el vínculo entre ellos y los estudiantes, especialmente en las escuelas más necesitadas. Dicen que quieren reducir el estrés laboral y la indisciplina en el aula. Vamos a ver si esta vez sí le hacen caso a los maestros y dejan de poner parches pa’ calmar el dolor.
En fin, la situación de los docentes sigue siendo complicada y parece que no hay soluciones fáciles. Los salarios bajos, las diferencias entre el nuevo y el antiguo sistema, y la falta de apoyo son problemas que necesitan ser abordados con urgencia. Entonces, mi pregunta para ustedes, colegas del Foro: ¿Creen que el salario global, a largo plazo, beneficiará realmente a los docentes y a la educación pública en Costa Rica, o simplemente estamos jugando al gallito con un asunto que requiere medidas más profundas y efectivas?
Según el reporte, el 45% dice que sí está contento con la plata, pero eso queda lejísimos del promedio de la OCDE, donde el porcentaje es de apenas un 39%. Claro, porque aquí los salarios no son precisamente como en Suiza, ¿quién lo va a negar? El MEP, para justificarla, dijo que la muestra fue así porque lo pidió la gente que hizo el estudio, así que allá van los culpos. Pero bueno, dejémonos de excusas y hablemos claro: a muchos maestros no les alcanza pa’ llegar a fin de mes.
Y ojo que esto no es culpa exclusiva del gobierno actual. Según el Colegiode Profesionales en Orientación (CPO), los salarios de los docentes llevan años congelados, sin aumentos ni incentivos que valgan. Esto significa que su poder adquisitivo se ha ido al traste con el aumento generalizado de los precios. Imagínate, tú trabajas igual, llevas años en el brete, y la canasta básica te sale más cara cada año… ¡Qué torta!
Ahora, entra en juego el famoso salario global, que prometían que iba a solucionar todas las desigualdades. Pero parece que, en lugar de eso, generó más problemas. Resulta que algunos profes recién nombrados están ganando más que los que tienen décadas de experiencia. ¡Imagínate la bronca! Muchos que estaban bien con el sistema anterior, ahora quieren volver atrás, pero el cambio es paulatino y la espera es larga. Ya saben cómo son estas cosas por acá…
José Leonardo Sánchez, el jefe del MEP, trata de tranquilizarnos diciendo que esto es un problema mundial, que todos los países tienen el mismo problema. Sí, claro, pero eso no quita que aquí la situación esté pegajosa. Él cree que el problema es que muchos todavía están adaptándose al nuevo sistema de salario global y que eso está generando inconformidad. Lo que pasa es que algunos profesores con muchos años de servicio se sienten como si estuvieran siendo castigados, ¿no?
Y no solo es el tema del dinero. El CPO también señala que hay otros factores que afectan la moral de los docentes: falta de apoyo, recursos limitados, aulas llenas y una creciente indisciplina en las escuelas. A veces dan ganas de agarrarse la cabeza, ¡qué nivel de estrés! El mae ahí adelante, tratando de enseñarles a los niños álgebra, mientras unos lo interrumpen cada dos segundos. ¡Un chunche difícil!
Pero no todo está perdido. El MEP dice que están trabajando en varias cosas: fomentar el trabajo colaborativo, mejorar el liderazgo de los directores, capacitar a los maestros nuevos y fortalecer el vínculo entre ellos y los estudiantes, especialmente en las escuelas más necesitadas. Dicen que quieren reducir el estrés laboral y la indisciplina en el aula. Vamos a ver si esta vez sí le hacen caso a los maestros y dejan de poner parches pa’ calmar el dolor.
En fin, la situación de los docentes sigue siendo complicada y parece que no hay soluciones fáciles. Los salarios bajos, las diferencias entre el nuevo y el antiguo sistema, y la falta de apoyo son problemas que necesitan ser abordados con urgencia. Entonces, mi pregunta para ustedes, colegas del Foro: ¿Creen que el salario global, a largo plazo, beneficiará realmente a los docentes y a la educación pública en Costa Rica, o simplemente estamos jugando al gallito con un asunto que requiere medidas más profundas y efectivas?
