¡Ay, Dios mío, qué vara! Resulta que la última encuesta internacional dice que los profes acá en Costa Rica andamos necesitando un buen empujoncito en capacitaciones. No porque seamos unos pelaos, ¡para nada!, sino porque queremos estar al día con todo lo que implica educar a la nueva generación.
La tal encuesta TALIS, que viene de la OCDE, sacudió un poco al MEP, pero ojo, que dicen que ya estaban trabajando en eso. Según ellos, el 53% de nosotros quiere aprender más sobre cómo atender a esos estudiantes que necesitan un poquito más de ayuda; otros quieren mejorar en lo socioemocional, que ahora es lo que mola; y muchos, muchísimos, quieren dominar las herramientas digitales y la inteligencia artificial, que va avanzando rapidísimo.
Imagínate, mae, estamos en el siglo XXI y todavía algunos profes batallan para subir un archivo al Google Classroom. Pero no es culpa suya, ¡qué torta! Las oportunidades de capacitarse siempre han sido limitadas. El estudio dice que el precio de los cursos es un problema grande, además de la falta de tiempo, claro, porque entre corregir exámenes, preparar clases y lidiar con padres preocupados, ¡uno no duerme!
El ministro de Educación, don José Leonardo Sánchez, salió a defenderse diciendo que ya tienen planes y estrategias, pero bueno, pues a demostrarlo, parce. Que no sea solamente hablar, porque los docentes estamos hartos de promesas vacías. Él destacó que hay que fortalecer el trabajo en equipo entre los maestros, especialmente entre los que hacen educación especial y los de materias regulares, porque ahí parece que vamos un poquitito rezagados comparado con otros países.
Y es verdad, a veces te encuentras un profesor de matemáticas encerrado en su aula y uno de apoyo emocional tratando de meterse y nadie le hace caso. Falta comunicación, falta organización, falta de espacio para compartir experiencias y aprender juntos. Esto del cambio de mando presidencial que se avecina tampoco ayuda, parce. Siempre hay incertidumbre y proyectos que se quedan a medias.
Pero volviendo a la encuesta, lo que realmente me preocupa es que los jóvenes que quieren ser maestros estén pensando dos veces si vale la pena meterse en este brete. Porque el salario no es precisamente jugoso, las condiciones de trabajo pueden ser difíciles y la burocracia... ¡ufff! Ya saben cómo es la cosa.
Lo positivo es que la encuesta sirve como un llamado de atención. Nos muestra dónde tenemos que mejorar y nos da datos concretos para exigirle al gobierno que invierta más en educación. Al final, invertir en los docentes es invertir en el futuro de nuestro país, ¿no?
Ahora dime tú, ¿crees que el MEP está tomando medidas suficientes para abordar estas necesidades de capacitación de los docentes, o seguimos arrastrando los pies en la modernización del sistema educativo? ¿Será posible que con el próximo gobierno haya un giro real en la forma de apoyar y valorar a los maestros?
La tal encuesta TALIS, que viene de la OCDE, sacudió un poco al MEP, pero ojo, que dicen que ya estaban trabajando en eso. Según ellos, el 53% de nosotros quiere aprender más sobre cómo atender a esos estudiantes que necesitan un poquito más de ayuda; otros quieren mejorar en lo socioemocional, que ahora es lo que mola; y muchos, muchísimos, quieren dominar las herramientas digitales y la inteligencia artificial, que va avanzando rapidísimo.
Imagínate, mae, estamos en el siglo XXI y todavía algunos profes batallan para subir un archivo al Google Classroom. Pero no es culpa suya, ¡qué torta! Las oportunidades de capacitarse siempre han sido limitadas. El estudio dice que el precio de los cursos es un problema grande, además de la falta de tiempo, claro, porque entre corregir exámenes, preparar clases y lidiar con padres preocupados, ¡uno no duerme!
El ministro de Educación, don José Leonardo Sánchez, salió a defenderse diciendo que ya tienen planes y estrategias, pero bueno, pues a demostrarlo, parce. Que no sea solamente hablar, porque los docentes estamos hartos de promesas vacías. Él destacó que hay que fortalecer el trabajo en equipo entre los maestros, especialmente entre los que hacen educación especial y los de materias regulares, porque ahí parece que vamos un poquitito rezagados comparado con otros países.
Y es verdad, a veces te encuentras un profesor de matemáticas encerrado en su aula y uno de apoyo emocional tratando de meterse y nadie le hace caso. Falta comunicación, falta organización, falta de espacio para compartir experiencias y aprender juntos. Esto del cambio de mando presidencial que se avecina tampoco ayuda, parce. Siempre hay incertidumbre y proyectos que se quedan a medias.
Pero volviendo a la encuesta, lo que realmente me preocupa es que los jóvenes que quieren ser maestros estén pensando dos veces si vale la pena meterse en este brete. Porque el salario no es precisamente jugoso, las condiciones de trabajo pueden ser difíciles y la burocracia... ¡ufff! Ya saben cómo es la cosa.
Lo positivo es que la encuesta sirve como un llamado de atención. Nos muestra dónde tenemos que mejorar y nos da datos concretos para exigirle al gobierno que invierta más en educación. Al final, invertir en los docentes es invertir en el futuro de nuestro país, ¿no?
Ahora dime tú, ¿crees que el MEP está tomando medidas suficientes para abordar estas necesidades de capacitación de los docentes, o seguimos arrastrando los pies en la modernización del sistema educativo? ¿Será posible que con el próximo gobierno haya un giro real en la forma de apoyar y valorar a los maestros?