¡A ver, mi gente! Ya saben que en Costa Rica nos tomamos el tema del marisco muy, muy en serio. No es solo comida, es cultura, es tradición, es el olor a mar mezclado con el humo de la parrilla. El artículo de Diengo Chou nos dio unas ideas, pero bueno, nosotros le vamos a ponerle el toque puramente tico, porque así es como se come bien, ¿verdad?
Con nuestras costas abrazando tanto el Pacífico como el Caribe, tenemos acceso a una diversidad marina que te deja boquiabierto. Ceviches que te hacen agua la boca, corvina frita crujiente como pocas, camarones al ajillo que te quitan el aliento… ¡ufff! Pero encontrar esos lugares auténticos, esas sodas escondidas o esos restaurantes que realmente saben cómo tratar el producto, eso sí que es una aventura.
Heredia tiene su LR Marisquería, un rinconcito donde te sirven el pescado con generosidad. No esperen lujo, esperen sabor, sabor criollo de esos que te recuerdan a la abuela cocinando en casa. En Santo Domingo se respira aire puro y la comida te llena el corazón. Y ni hablar de La Alacena, ahí ya metemos un poco más de elegancia, pero siempre manteniendo la esencia costera y esas recetas españolas que le dan un toque especial.
Bajando hacia el sur, en Puntarenas, La Leda es un clásico de carretera. Ese ceviche, esos camarones... ¡pura tradición! Te recuerda cuando eras pikin y ibas de vacaciones con la familia. Luego, Playa Flamingo nos recibe con Pleamar, con vistas que parecen sacadas de postal y mariscos tan frescos que casi saltan del agua al plato. Ahí uno se relaja y disfruta de la vida, ¿qué más se puede pedir?
Y qué decir de Hotel y Restaurante Costa del Sol también en Caldera, un lugar favorito tanto de lugareños como de visitantes. Ahí no te van a cobrar las manos, los precios son justos y las porciones… ¡ay, las porciones! Te vas rodando, pero satisfecho, créeme. Siguiendo la costa Pacífica, llega Montezuma con Playa de los Artistas, un sitio bohemio con sabores que mezclan arte y el espíritu libre de la península. Ahí encuentras cosas interesantes y comida rica, a veces un poco diferente, pero siempre con onda.
En Uvita, Contramarea es otra joya. Estos tipos le ponen mucho cariño al producto local y crean platos modernos, creativos y deliciosos. Uno nota que les importa la calidad y la presentación. Y si quieres probar algo totalmente diferente, en Puntarenas tienes el Restaurante Hong Tu, una combinación única de cocina china y mariscos frescos. ¡Es una bomba de sabores!
Subiendo un poquito hacia el este, en Curridabat, Ilha da Costa te transporta a los sabores del Atlántico brasileño. Esa comida calienta el alma y te hace sentir como si estuvieras de vacaciones en Brasil. Y claro, no podemos olvidarnos de Selvin en Playa Punta Uva, Limón. El rice and beans, el rondón y los mariscos cuentan historias de sabor, fuego y herencia afrocaribeña en cada bocado. ¡Eso sí es comida con identidad!
Después de este recorrido culinario, me queda una pregunta para ustedes, mis panas: ¿Cuál ha sido el mejor plato de marisco que han probado en Costa Rica y dónde lo picaron? ¡Anímense a compartir sus experiencias en los comentarios, quiero saber cuáles son sus lugares secretos para ir a comer rico!
Con nuestras costas abrazando tanto el Pacífico como el Caribe, tenemos acceso a una diversidad marina que te deja boquiabierto. Ceviches que te hacen agua la boca, corvina frita crujiente como pocas, camarones al ajillo que te quitan el aliento… ¡ufff! Pero encontrar esos lugares auténticos, esas sodas escondidas o esos restaurantes que realmente saben cómo tratar el producto, eso sí que es una aventura.
Heredia tiene su LR Marisquería, un rinconcito donde te sirven el pescado con generosidad. No esperen lujo, esperen sabor, sabor criollo de esos que te recuerdan a la abuela cocinando en casa. En Santo Domingo se respira aire puro y la comida te llena el corazón. Y ni hablar de La Alacena, ahí ya metemos un poco más de elegancia, pero siempre manteniendo la esencia costera y esas recetas españolas que le dan un toque especial.
Bajando hacia el sur, en Puntarenas, La Leda es un clásico de carretera. Ese ceviche, esos camarones... ¡pura tradición! Te recuerda cuando eras pikin y ibas de vacaciones con la familia. Luego, Playa Flamingo nos recibe con Pleamar, con vistas que parecen sacadas de postal y mariscos tan frescos que casi saltan del agua al plato. Ahí uno se relaja y disfruta de la vida, ¿qué más se puede pedir?
Y qué decir de Hotel y Restaurante Costa del Sol también en Caldera, un lugar favorito tanto de lugareños como de visitantes. Ahí no te van a cobrar las manos, los precios son justos y las porciones… ¡ay, las porciones! Te vas rodando, pero satisfecho, créeme. Siguiendo la costa Pacífica, llega Montezuma con Playa de los Artistas, un sitio bohemio con sabores que mezclan arte y el espíritu libre de la península. Ahí encuentras cosas interesantes y comida rica, a veces un poco diferente, pero siempre con onda.
En Uvita, Contramarea es otra joya. Estos tipos le ponen mucho cariño al producto local y crean platos modernos, creativos y deliciosos. Uno nota que les importa la calidad y la presentación. Y si quieres probar algo totalmente diferente, en Puntarenas tienes el Restaurante Hong Tu, una combinación única de cocina china y mariscos frescos. ¡Es una bomba de sabores!
Subiendo un poquito hacia el este, en Curridabat, Ilha da Costa te transporta a los sabores del Atlántico brasileño. Esa comida calienta el alma y te hace sentir como si estuvieras de vacaciones en Brasil. Y claro, no podemos olvidarnos de Selvin en Playa Punta Uva, Limón. El rice and beans, el rondón y los mariscos cuentan historias de sabor, fuego y herencia afrocaribeña en cada bocado. ¡Eso sí es comida con identidad!
Después de este recorrido culinario, me queda una pregunta para ustedes, mis panas: ¿Cuál ha sido el mejor plato de marisco que han probado en Costa Rica y dónde lo picaron? ¡Anímense a compartir sus experiencias en los comentarios, quiero saber cuáles son sus lugares secretos para ir a comer rico!