¡Ay, Dios mío! Pues mire usted, parece que el 2025 nos deja la economía más tranquila que perezoso, diay. Según la UNED, vamos a cerrar el año con números bonitos, con la confianza alta y hasta las reservas gorditas. Que sí, que no, parece que estamos bien económicamente hablando, chavos.
Pero ojo, porque ahí viene el ‘pero’ que puede sacarle las canas al lobo. A pesar de toda esa calma económica, seguimos arrastrando unas deudas que pa’ qué las cuento: infraestructura hecha jejes, problemas de seguridad que dan urticaria y una educación que necesita un empujoncito bien grande. A ver, ¿pa’ qué sirve tener plata si nadie vive tranquilo?
La Escuela de Ciencias de la Administración (ECA) de la UNED dice que todo este buen rollo económico se debe a que hemos sabido movernos en el negocio internacional. Las zonas francas, pues ahí echándole empeño, y las exportaciones, especialmente de esos cachivaches médicos que andan de moda, también le han dado un respiro a la cartera. ¡Menos mal, aunque hay que estar ojo avizor con nuestros socios, que a veces se les va la mano!
Y no olvidemos al Banco Central, que ha mantenido las cosas bajo control con su política monetaria prudente. Parece que van a bajar un poquito las tasas de interés, pa’ estimular la inversión y que la gente se anime a gastar un poco más. Esperemos que eso se traduzca en empleos nuevos y mejores salarios, que así sí podemos vivir tranquilos.
Además, la inflación anda bajita, casi imperceptible, y el tipo de cambio se ha mantenido relativamente estable. Eso es bueno, señores, porque significa que los precios no se están disparando y podemos comprar nuestras chinchorritas sin morir en el intento. ¡Una bendición en estos tiempos!
Pero no todo es miel sobre hojuelas, chunches. Federico Quesada Chaves, el director de la ECA, nos recordó que todavía tenemos muchos frentes abiertos. La infraestructura sigue siendo un brete, las carreteras parecen laberintos y los puertos están atascados. La inseguridad, pues ya sabe, da miedo salir a la calle, y la educación necesita mucha más tecnología y capacitación.
Y ni hablemos de la comida, maes. Necesitamos apoyar más a nuestros agricultores, darle más tecnología para que puedan producir alimentos de calidad a precios accesibles. Porque al final del día, todos necesitamos comer, diay. El crecimiento económico no vale nada si no mejora la vida de la gente común, ¿me entiende?
En fin, parece que Costa Rica tiene la oportunidad de seguir creciendo, pero a condición de ponerle empeño a estas reformas urgentes. Tenemos que trabajar juntos, como pueblo, para construir un futuro donde todos podamos prosperar. ¿Usted cree que realmente el gobierno pondrá el foco en solucionar estos problemas estructurales o seguiremos dando rodeos y viendo cómo se nos escapa la oportunidad? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la gente!
Pero ojo, porque ahí viene el ‘pero’ que puede sacarle las canas al lobo. A pesar de toda esa calma económica, seguimos arrastrando unas deudas que pa’ qué las cuento: infraestructura hecha jejes, problemas de seguridad que dan urticaria y una educación que necesita un empujoncito bien grande. A ver, ¿pa’ qué sirve tener plata si nadie vive tranquilo?
La Escuela de Ciencias de la Administración (ECA) de la UNED dice que todo este buen rollo económico se debe a que hemos sabido movernos en el negocio internacional. Las zonas francas, pues ahí echándole empeño, y las exportaciones, especialmente de esos cachivaches médicos que andan de moda, también le han dado un respiro a la cartera. ¡Menos mal, aunque hay que estar ojo avizor con nuestros socios, que a veces se les va la mano!
Y no olvidemos al Banco Central, que ha mantenido las cosas bajo control con su política monetaria prudente. Parece que van a bajar un poquito las tasas de interés, pa’ estimular la inversión y que la gente se anime a gastar un poco más. Esperemos que eso se traduzca en empleos nuevos y mejores salarios, que así sí podemos vivir tranquilos.
Además, la inflación anda bajita, casi imperceptible, y el tipo de cambio se ha mantenido relativamente estable. Eso es bueno, señores, porque significa que los precios no se están disparando y podemos comprar nuestras chinchorritas sin morir en el intento. ¡Una bendición en estos tiempos!
Pero no todo es miel sobre hojuelas, chunches. Federico Quesada Chaves, el director de la ECA, nos recordó que todavía tenemos muchos frentes abiertos. La infraestructura sigue siendo un brete, las carreteras parecen laberintos y los puertos están atascados. La inseguridad, pues ya sabe, da miedo salir a la calle, y la educación necesita mucha más tecnología y capacitación.
Y ni hablemos de la comida, maes. Necesitamos apoyar más a nuestros agricultores, darle más tecnología para que puedan producir alimentos de calidad a precios accesibles. Porque al final del día, todos necesitamos comer, diay. El crecimiento económico no vale nada si no mejora la vida de la gente común, ¿me entiende?
En fin, parece que Costa Rica tiene la oportunidad de seguir creciendo, pero a condición de ponerle empeño a estas reformas urgentes. Tenemos que trabajar juntos, como pueblo, para construir un futuro donde todos podamos prosperar. ¿Usted cree que realmente el gobierno pondrá el foco en solucionar estos problemas estructurales o seguiremos dando rodeos y viendo cómo se nos escapa la oportunidad? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la gente!
