¡Ay, mae! La Junta Directiva de la Asamblea Legislativa le dio luz verde al proyecto que busca descongelar las pensiones de los maestros jubilados. Ya saben, esos profes que nos dieron maicito en la escuela y ahora andan recibiendo el mismo sueldo desde el 2020. ¡Una verdadera torta!
Como bien saben, desde hace cinco años, los jubilados del Régimen Transitorio de Reparto (RTR) no han visto ni un colón extra en sus pensiones. Esto porque la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, aunque buscaba estabilizar la economía, puso un freno a los aumentos salariales para el sector público, y como las pensiones dependen de esos aumentos, bueno... ¡aguante!
El proyecto 24.353, impulsado por el compañero Jonathan Acuña del Frente Amplio, pretende solucionar esto agregando un párrafo a la ya mencionada Ley de Fortalecimiento. Básicamente, dice que incluso si la deuda supera el 60% del PIB (que anda peligrosamente cerca, por cierto), los jubilados deben recibir el ajuste por costo de vida correspondiente, igualito como deberían hacerlo.
Y no solo eso, chunches. También propone un par de aumentos adicionales durante los próximos cinco años. Para aquellos que ganan hasta dos salarios básicos – que son muchos, díganlo nomás – tendrían un aumento anual del 2%. Mientras que quienes reciben más de eso, se llevarían un 1% extra cada año. Una ‘varita’ para aliviar la situación, vamos.
Paulina Ramírez, presidenta de la Asamblea, no se anduvo con rodeos. “Este proyecto busca devolverles los derechos y hacer justicia con educadores jubilados, que no han tenido aumento desde el 2020 en sus pensiones,” declaró tras la aprobación en Hacendarios. Un respiro, sin duda, para miles de familias que dependen de esas pensiones para llegar a fin de mes.
Ahora, claro, todavía queda que pase por el Plenario, donde seguramente habrá debates y algunos intentos de diluir el proyecto. Algunos diputados, especialmente del oficialismo, parecen reticentes a destrabar tanto dinero, argumentando que podría afectar las finanzas públicas. ¡Qué carga!, pero es que los educadores se lo merecen, diay.
José Pablo Sibaja, diputado de Nueva República, ha sido uno de los más críticos con el proyecto, alegando que puede crear un precedente peligroso y comprometer la sostenibilidad del sistema. Pero la verdad, ¿qué se espera de un diputado que siempre está buscando el pelo al gato? A veces uno se quiere ir al traste con tanta oposición innecesaria.
Después de cinco años de aguante, este proyecto representa una esperanza para nuestros maestros jubilados. Pero… ¿cree usted que estos aumentos realmente serán suficientes para compensar la pérdida de poder adquisitivo sufrida por los jubilados durante estos últimos cinco años? ¿O deberíamos buscar soluciones más radicales para garantizar una jubilación digna para todos los educadores?
	
		
			
		
		
	
				
			Como bien saben, desde hace cinco años, los jubilados del Régimen Transitorio de Reparto (RTR) no han visto ni un colón extra en sus pensiones. Esto porque la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, aunque buscaba estabilizar la economía, puso un freno a los aumentos salariales para el sector público, y como las pensiones dependen de esos aumentos, bueno... ¡aguante!
El proyecto 24.353, impulsado por el compañero Jonathan Acuña del Frente Amplio, pretende solucionar esto agregando un párrafo a la ya mencionada Ley de Fortalecimiento. Básicamente, dice que incluso si la deuda supera el 60% del PIB (que anda peligrosamente cerca, por cierto), los jubilados deben recibir el ajuste por costo de vida correspondiente, igualito como deberían hacerlo.
Y no solo eso, chunches. También propone un par de aumentos adicionales durante los próximos cinco años. Para aquellos que ganan hasta dos salarios básicos – que son muchos, díganlo nomás – tendrían un aumento anual del 2%. Mientras que quienes reciben más de eso, se llevarían un 1% extra cada año. Una ‘varita’ para aliviar la situación, vamos.
Paulina Ramírez, presidenta de la Asamblea, no se anduvo con rodeos. “Este proyecto busca devolverles los derechos y hacer justicia con educadores jubilados, que no han tenido aumento desde el 2020 en sus pensiones,” declaró tras la aprobación en Hacendarios. Un respiro, sin duda, para miles de familias que dependen de esas pensiones para llegar a fin de mes.
Ahora, claro, todavía queda que pase por el Plenario, donde seguramente habrá debates y algunos intentos de diluir el proyecto. Algunos diputados, especialmente del oficialismo, parecen reticentes a destrabar tanto dinero, argumentando que podría afectar las finanzas públicas. ¡Qué carga!, pero es que los educadores se lo merecen, diay.
José Pablo Sibaja, diputado de Nueva República, ha sido uno de los más críticos con el proyecto, alegando que puede crear un precedente peligroso y comprometer la sostenibilidad del sistema. Pero la verdad, ¿qué se espera de un diputado que siempre está buscando el pelo al gato? A veces uno se quiere ir al traste con tanta oposición innecesaria.
Después de cinco años de aguante, este proyecto representa una esperanza para nuestros maestros jubilados. Pero… ¿cree usted que estos aumentos realmente serán suficientes para compensar la pérdida de poder adquisitivo sufrida por los jubilados durante estos últimos cinco años? ¿O deberíamos buscar soluciones más radicales para garantizar una jubilación digna para todos los educadores?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		