¡Agua! Resulta que el Hospital Nacional de Niños (HNN) anda pavoneándose porque tienen bien bajo el número de incidentes clínicos adversos en sus pacientes. Dicen que en 2024 solo un 2,2% tuvo algún problema, ¡una barbaridad si piensas que a nivel mundial andamos entre el 10% y el 25%! Claramente, alguien hizo bien su brete ahí dentro.
Esto se reveló hace poquito en el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, una fecha que la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve con el lema “La seguridad del paciente desde el comienzo”. Suena bonito, ¿verdad? Pero vamos a ver si esto realmente se traduce en mejores cuidados pa’ los chiquillos.
El doctor Robinson Rodríguez Herrera, que evalúa esos temas en la Caja, dice que esto demuestra el compromiso de nuestro sistema de salud con la calidad. Lo que él quiere decir es que, aparentemente, estamos haciendo las cosas bien en cuanto a seguridad. Pero ojo, que todavía hay mucho por mejorar, como veremos luego.
Lo bueno es que, gracias a una lista de verificación quirúrgica segura, no hemos tenido ningún problema grave asociado a cirugías en todo el sistema de salud de la CCSS. Esto me da una tranquilidad, pensando que a veces esas operaciones pueden salir horriblemente mal. Ya saben, un descuido y… ¡qué torta!
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Aquí viene la parte amarga: aunque nos esforzamos, todavía ocurren errores en diagnósticos, recetas y cirugías. La mayoría son levecita, pero un porcentaje preocupante –casi el 10%– causa discapacidad permanente, y otro 6,7% lleva a la muerte del paciente. ¡Eso sí que duele!
Las malas noticias no paran ahí. Parece que estudios internacionales dicen que hasta el 80% de estos problemas se podrían haber evitado. ¡Imagínate todo el sufrimiento que podríamos ahorrar! Ahí radica la responsabilidad, mae, en estar siempre alerta y poniendo lupa en cada detalle.
Por suerte, la CCSS no se queda de brazos cruzados. Este año invirtieron unos buenos colones –¢71,44 millones– en comprar más de 40 mil frascos de soluciones hidroalcohólicas pa’ que todos los centros de salud tengan a mano para lavarse las manos. El gerente de logística, el doctor Esteban Vega de la O, explica que esto busca proteger tanto a los trabajadores como a los pacientes de contagios. ¡Bien ahí!
Además, hubo actividades por todo el país. En el HNN, el personal se puso de naranja, pusieron un puesto de información, regalaron cositas y hasta iluminaron el edificio. En otras áreas de salud hicieron campañas especiales para cuidar a los niños pequeños, dieron charlas y reforzaron la importancia del lavado de manos. Pero la Red de Seguridad del Paciente de California nos recuerda que aún tenemos trabas con los sistemas de reporte y el seguimiento. Entonces, ¿será que todo esto es solo maquillaje, o realmente estamos comprometidos a hacer mejoras significativas y duraderas en la seguridad de nuestros niños? ¿Crees que deberíamos invertir más en capacitación del personal sanitario, o enfocar el esfuerzo en mejorar los sistemas de notificación de incidentes?
Esto se reveló hace poquito en el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, una fecha que la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve con el lema “La seguridad del paciente desde el comienzo”. Suena bonito, ¿verdad? Pero vamos a ver si esto realmente se traduce en mejores cuidados pa’ los chiquillos.
El doctor Robinson Rodríguez Herrera, que evalúa esos temas en la Caja, dice que esto demuestra el compromiso de nuestro sistema de salud con la calidad. Lo que él quiere decir es que, aparentemente, estamos haciendo las cosas bien en cuanto a seguridad. Pero ojo, que todavía hay mucho por mejorar, como veremos luego.
Lo bueno es que, gracias a una lista de verificación quirúrgica segura, no hemos tenido ningún problema grave asociado a cirugías en todo el sistema de salud de la CCSS. Esto me da una tranquilidad, pensando que a veces esas operaciones pueden salir horriblemente mal. Ya saben, un descuido y… ¡qué torta!
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Aquí viene la parte amarga: aunque nos esforzamos, todavía ocurren errores en diagnósticos, recetas y cirugías. La mayoría son levecita, pero un porcentaje preocupante –casi el 10%– causa discapacidad permanente, y otro 6,7% lleva a la muerte del paciente. ¡Eso sí que duele!
Las malas noticias no paran ahí. Parece que estudios internacionales dicen que hasta el 80% de estos problemas se podrían haber evitado. ¡Imagínate todo el sufrimiento que podríamos ahorrar! Ahí radica la responsabilidad, mae, en estar siempre alerta y poniendo lupa en cada detalle.
Por suerte, la CCSS no se queda de brazos cruzados. Este año invirtieron unos buenos colones –¢71,44 millones– en comprar más de 40 mil frascos de soluciones hidroalcohólicas pa’ que todos los centros de salud tengan a mano para lavarse las manos. El gerente de logística, el doctor Esteban Vega de la O, explica que esto busca proteger tanto a los trabajadores como a los pacientes de contagios. ¡Bien ahí!
Además, hubo actividades por todo el país. En el HNN, el personal se puso de naranja, pusieron un puesto de información, regalaron cositas y hasta iluminaron el edificio. En otras áreas de salud hicieron campañas especiales para cuidar a los niños pequeños, dieron charlas y reforzaron la importancia del lavado de manos. Pero la Red de Seguridad del Paciente de California nos recuerda que aún tenemos trabas con los sistemas de reporte y el seguimiento. Entonces, ¿será que todo esto es solo maquillaje, o realmente estamos comprometidos a hacer mejoras significativas y duraderas en la seguridad de nuestros niños? ¿Crees que deberíamos invertir más en capacitación del personal sanitario, o enfocar el esfuerzo en mejorar los sistemas de notificación de incidentes?
