¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el tema del 5G en Costa Rica, y parece que el cuento nunca va a acabar. El ICE, como siempre, le está dando unas vueltas que pa’ otro, prorrogan el plazo para recibir ofertas de licitación otra vez. Ya van como cuatro veces que cambian la fecha, ¡una torta! Uno ya ni sabe cuándo esperar ver esa conexión veloz que nos prometieron.
Para refrescarle la memoria a algunos, el proyecto lleva unos buenos $250 millones y quieren hacerlo con un modelo llamado Open-RAN, que básicamente significa que buscan comprar la infraestructura para poner la red 5G. La fecha original era el 3 de octubre, luego fue al 7, después al 14... y ahora, prepárense, la nueva fecha es el 27 de octubre. ¡Qué brete! Parece que les está costando encontrar quién les quiera hacer el trabajo a ese precio.
Según el papeleo que apareció en el Sistema de Compras Públicas – Sicop, ahora con un estatus de 'objetado', qué sal – la prórroga se debe a un recurso de objeción que presentó Huawei. Ellos dicen tener algunas cositas que aportar, y el ICE necesita tiempo para revisarlas. Pero vamos, muchos sospechan que esto es porque nadie quiere meterse en un proceso tan complicado y lleno de trabas burocráticas. ¡Un verdadero dispendio de tiempo!
Y ojo, que no es que el ICE esté echando reluceros mientras tanto. No, señor. Mientras ellos siguen batallando con la licitación, Claro y Liberty ya andan ofreciendo servicios 5G a diestra y siniestra. Nuestros vecinos ya están disfrutando de velocidades supersónicas, y nosotros todavía estamos esperando a ver qué pasa. ¡Qué pena ajena!
Recuerden también que hace poco declararon desierto un concurso anterior por $125 millones. Eso tampoco ayudó mucho a levantar el ánimo. Imagínense el esfuerzo que implica volver a empezar, buscar nuevos interesados, revisar propuestas... ¡Una espina dorsal! Parece que el ICE tiene un problema serio para gestionar estos proyectos de gran envergadura.
Algunos analistas sugieren que el problema no es solamente encontrar proveedores, sino también la capacidad del ICE para administrar un proyecto tan complejo. Se habla de temas regulatorios, técnicos y financieros que están complicando el proceso. Además, la competencia con Claro y Liberty obliga al ICE a ofrecer precios competitivos, lo cual puede afectar la calidad del servicio a largo plazo. Un juego peligroso, dirían algunos.
Esta demora en la implementación del 5G no solo afecta a los consumidores individuales, sino también a empresas e instituciones públicas que dependen de una conectividad rápida y confiable. Sectores como el turismo, la educación y la salud podrían verse beneficiados significativamente si el 5G estuviera disponible, permitiendo innovaciones y mejoras en sus operaciones. La ventana de oportunidad se va cerrando, y Costa Rica corre el riesgo de quedarse atrás en la carrera tecnológica global. Es importante recordar que otros países de la región ya han avanzado considerablemente en la adopción de esta tecnología.
Entonces, la pregunta que queda en el aire es: ¿Cuánto más tendremos que esperar para disfrutar finalmente del 5G en Costa Rica? ¿Será que el ICE logrará solucionar todos estos problemas y cumplir con sus promesas, o seguiremos viendo cómo nuestros competidores nos dejan comer polvo? ¿Creen que es hora de que el gobierno intervenga directamente para acelerar este proceso y asegurar que todos los costarricenses tengan acceso a una conexión de internet digna?
Para refrescarle la memoria a algunos, el proyecto lleva unos buenos $250 millones y quieren hacerlo con un modelo llamado Open-RAN, que básicamente significa que buscan comprar la infraestructura para poner la red 5G. La fecha original era el 3 de octubre, luego fue al 7, después al 14... y ahora, prepárense, la nueva fecha es el 27 de octubre. ¡Qué brete! Parece que les está costando encontrar quién les quiera hacer el trabajo a ese precio.
Según el papeleo que apareció en el Sistema de Compras Públicas – Sicop, ahora con un estatus de 'objetado', qué sal – la prórroga se debe a un recurso de objeción que presentó Huawei. Ellos dicen tener algunas cositas que aportar, y el ICE necesita tiempo para revisarlas. Pero vamos, muchos sospechan que esto es porque nadie quiere meterse en un proceso tan complicado y lleno de trabas burocráticas. ¡Un verdadero dispendio de tiempo!
Y ojo, que no es que el ICE esté echando reluceros mientras tanto. No, señor. Mientras ellos siguen batallando con la licitación, Claro y Liberty ya andan ofreciendo servicios 5G a diestra y siniestra. Nuestros vecinos ya están disfrutando de velocidades supersónicas, y nosotros todavía estamos esperando a ver qué pasa. ¡Qué pena ajena!
Recuerden también que hace poco declararon desierto un concurso anterior por $125 millones. Eso tampoco ayudó mucho a levantar el ánimo. Imagínense el esfuerzo que implica volver a empezar, buscar nuevos interesados, revisar propuestas... ¡Una espina dorsal! Parece que el ICE tiene un problema serio para gestionar estos proyectos de gran envergadura.
Algunos analistas sugieren que el problema no es solamente encontrar proveedores, sino también la capacidad del ICE para administrar un proyecto tan complejo. Se habla de temas regulatorios, técnicos y financieros que están complicando el proceso. Además, la competencia con Claro y Liberty obliga al ICE a ofrecer precios competitivos, lo cual puede afectar la calidad del servicio a largo plazo. Un juego peligroso, dirían algunos.
Esta demora en la implementación del 5G no solo afecta a los consumidores individuales, sino también a empresas e instituciones públicas que dependen de una conectividad rápida y confiable. Sectores como el turismo, la educación y la salud podrían verse beneficiados significativamente si el 5G estuviera disponible, permitiendo innovaciones y mejoras en sus operaciones. La ventana de oportunidad se va cerrando, y Costa Rica corre el riesgo de quedarse atrás en la carrera tecnológica global. Es importante recordar que otros países de la región ya han avanzado considerablemente en la adopción de esta tecnología.
Entonces, la pregunta que queda en el aire es: ¿Cuánto más tendremos que esperar para disfrutar finalmente del 5G en Costa Rica? ¿Será que el ICE logrará solucionar todos estos problemas y cumplir con sus promesas, o seguiremos viendo cómo nuestros competidores nos dejan comer polvo? ¿Creen que es hora de que el gobierno intervenga directamente para acelerar este proceso y asegurar que todos los costarricenses tengan acceso a una conexión de internet digna?
