¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez hablando del sistema eléctrico. Parece que nunca terminamos de resolver la vara de cómo vamos a tener suficiente luz para todos, y ahora resulta que vienen revoluciones tecnológicas que necesitan más corriente que un autocine lleno de jeeps Wranglers. La Cámara de Industries, esos don unos, andan diciendo que necesitamos prepararnos porque se viene un cambio gordo.
Resulta que la ley de armonización del sistema eléctrico ya le dio y avanzó en la Asamblea, pasando la primera fase bien rápido. Esto significa que quieren meterle más inversión a la generación de energía y abrirle el juego a más empresas para que participen. Según Sergio Capón, el jefe de la CICR, esto es esencial para poder diversificar nuestras fuentes de energía, dejar atrás lo fósil y meternos de lleno a lo renovable – oiga, ¡más parques eólicos y solares, por favor! – y así también bajar los precios de la luz pa’ nosotros los consumidores, que ya estamos hasta las cachas de pagar facturas enormes.
Pero, ¿de dónde sacamos toda esa energía extra? Pues ahí es donde la cosa se pone interesante. El ICE nos dice que pa’ el 2040 vamos a necesitar casi el doble de la energía que producimos ahorita; hablamos de unas 2,495 megavatios extras, ¡una locura! Eso es como si la demanda aumentara un 71%, ¡ufff! Imagínate, solo para mantener el ritmo de vida actual de los que vivimos aquí. Y eso es sin contar las nuevas industrias que quieran venir a Costa Rica, atraídas por nuestra estabilidad y por la posibilidad de encontrar mano de obra calificada... si es que tenemos la energía suficiente para ellas, claro.
Ahora, la parte que me deja pensando es lo de la inteligencia artificial. Dicen que entrenar un modelo de lenguaje grande, como los que usan las empresas como OpenAI, puede chupar hasta 2,000 gigawatts al año, ¡y eso es casi el 16% de toda la energía que usamos en Costa Rica en un año completo! Imagínate si llegan a instalar un centro de datos de esas dimensiones por aquí… Esto significa que tenemos que movernos rápido para asegurar que podamos alimentar todas estas nuevas necesidades sin poner en riesgo la estabilidad del sistema.
Lo que realmente me preocupa es que no sean solamente las industrias las que consuman tanta energía. Con la popularización de coches eléctricos y otras tecnologías que requieren mucha electricidad, la demanda va a seguir creciendo exponencialmente. Es como cuando se puso de moda comprar televisores LED; de pronto, todo el mundo estaba corriendo a cambiar sus aparatos viejos, y tuvimos apagones por doquier. No queremos que pase lo mismo con la energía eléctrica, ¿verdad?
Entonces, la pregunta es: ¿cómo hacemos para crecer económicamente y al mismo tiempo proteger el medio ambiente y asegurar que todos tengamos acceso a la electricidad? Se necesita una estrategia inteligente que combine inversiones en energías renovables, eficiencia energética y regulaciones claras que promuevan un uso responsable de la electricidad. No podemos andar improvisando, ¡esto es un brete serio!
Por supuesto, también hay que considerar el tema de la infraestructura. Necesitamos construir nuevas líneas de transmisión y mejorar las redes existentes para poder transportar la electricidad desde donde se produce hasta donde se consume. Eso requiere inversión pública y privada, y también voluntad política para tomar decisiones difíciles. Y ojo, porque hay gente que siempre se opone a cualquier proyecto que implique construir cosas nuevas, argumentando que afectan el paisaje o la fauna silvestre. Hay que buscar un equilibrio, ¡eso sí!
En fin, parece que Costa Rica se encuentra en una encrucijada energética. Tenemos la oportunidad de convertirnos en un líder mundial en energías renovables y atraer inversiones en sectores de alta tecnología, pero solo si somos capaces de adaptarnos rápidamente a los cambios y tomar decisiones audaces. ¿Ustedes creen que estamos preparados para este desafío? ¿Cuáles soluciones proponen para asegurar un futuro energético sostenible para Costa Rica?
Resulta que la ley de armonización del sistema eléctrico ya le dio y avanzó en la Asamblea, pasando la primera fase bien rápido. Esto significa que quieren meterle más inversión a la generación de energía y abrirle el juego a más empresas para que participen. Según Sergio Capón, el jefe de la CICR, esto es esencial para poder diversificar nuestras fuentes de energía, dejar atrás lo fósil y meternos de lleno a lo renovable – oiga, ¡más parques eólicos y solares, por favor! – y así también bajar los precios de la luz pa’ nosotros los consumidores, que ya estamos hasta las cachas de pagar facturas enormes.
Pero, ¿de dónde sacamos toda esa energía extra? Pues ahí es donde la cosa se pone interesante. El ICE nos dice que pa’ el 2040 vamos a necesitar casi el doble de la energía que producimos ahorita; hablamos de unas 2,495 megavatios extras, ¡una locura! Eso es como si la demanda aumentara un 71%, ¡ufff! Imagínate, solo para mantener el ritmo de vida actual de los que vivimos aquí. Y eso es sin contar las nuevas industrias que quieran venir a Costa Rica, atraídas por nuestra estabilidad y por la posibilidad de encontrar mano de obra calificada... si es que tenemos la energía suficiente para ellas, claro.
Ahora, la parte que me deja pensando es lo de la inteligencia artificial. Dicen que entrenar un modelo de lenguaje grande, como los que usan las empresas como OpenAI, puede chupar hasta 2,000 gigawatts al año, ¡y eso es casi el 16% de toda la energía que usamos en Costa Rica en un año completo! Imagínate si llegan a instalar un centro de datos de esas dimensiones por aquí… Esto significa que tenemos que movernos rápido para asegurar que podamos alimentar todas estas nuevas necesidades sin poner en riesgo la estabilidad del sistema.
Lo que realmente me preocupa es que no sean solamente las industrias las que consuman tanta energía. Con la popularización de coches eléctricos y otras tecnologías que requieren mucha electricidad, la demanda va a seguir creciendo exponencialmente. Es como cuando se puso de moda comprar televisores LED; de pronto, todo el mundo estaba corriendo a cambiar sus aparatos viejos, y tuvimos apagones por doquier. No queremos que pase lo mismo con la energía eléctrica, ¿verdad?
Entonces, la pregunta es: ¿cómo hacemos para crecer económicamente y al mismo tiempo proteger el medio ambiente y asegurar que todos tengamos acceso a la electricidad? Se necesita una estrategia inteligente que combine inversiones en energías renovables, eficiencia energética y regulaciones claras que promuevan un uso responsable de la electricidad. No podemos andar improvisando, ¡esto es un brete serio!
Por supuesto, también hay que considerar el tema de la infraestructura. Necesitamos construir nuevas líneas de transmisión y mejorar las redes existentes para poder transportar la electricidad desde donde se produce hasta donde se consume. Eso requiere inversión pública y privada, y también voluntad política para tomar decisiones difíciles. Y ojo, porque hay gente que siempre se opone a cualquier proyecto que implique construir cosas nuevas, argumentando que afectan el paisaje o la fauna silvestre. Hay que buscar un equilibrio, ¡eso sí!
En fin, parece que Costa Rica se encuentra en una encrucijada energética. Tenemos la oportunidad de convertirnos en un líder mundial en energías renovables y atraer inversiones en sectores de alta tecnología, pero solo si somos capaces de adaptarnos rápidamente a los cambios y tomar decisiones audaces. ¿Ustedes creen que estamos preparados para este desafío? ¿Cuáles soluciones proponen para asegurar un futuro energético sostenible para Costa Rica?