¡Ay, Dios mío! Resulta que el Papa León XIV, sí, el nuevo, le echó turrón al Presidente Trump por cómo está tratando a los inmigrantes en Estados Unidos. Parece que el pontífice no se anduvo con mamitos y salió directo al grano, criticando el trato “extremadamente irrespetuoso” que reciben estas personas. Esto ha encendido todas las alarmas, porque ya sabemos que el Vaticano no suele meterse así en política interna de otros países, pero aquí vamos, con el asunto candela.
Según fuentes de la agencia AFP, el comentario lo hizo el Papa justo frente a su residencia cerca de Roma. Dijo que todos los países tienen derecho a decidir quién entra y sale, claro, pero añadió que hay gente que llevaba viviendo ahí 10, 15, hasta 20 años, y ahora los están tratando como si fueran pura mugre. Un papelón digno de ver, íbamos precisando una vara de esto.
Y eso no es todo, pues el Papa también mencionó la situación en Nigeria, donde hay conflictos entre cristianos y musulmanes, y Trump amenazó con meterse a mandar allá. Como si fuera fácil resolver esos problemas, mánguez. Nigeria es un país enorme, dividido casi a la mitad entre religiones, y con muchísimos problemas internos. Llegan las potencias extranjeras a meterle mano y empeoran las cosas, nos paso factura con Irak, Afganistán... y ahora quieren hacer de las suyas en África. Una torta.
Lo que más llamó la atención es que el Papa exhortó al pueblo estadounidense, diciéndoles que escucharan a la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos, quienes la semana pasada pidieron ponerle un alto al clima de miedo que se vive. Parece que la Iglesia Católica está preocupada por la xenofobia y la discriminación que se han incrementado bajo la administración Trump. Claramente, el Papa está tomando partido en este conflicto.
Recordemos que el Papa León XIV asumió el cargo en mayo, y desde entonces ha sido un crítico constante de las políticas de Trump. Parece que el hombre está decidido a defender los derechos humanos y la dignidad de las personas, sin importar su origen o condición. Esto no es novedad, porque la iglesia siempre había defendido a los más vulnerables, pero esta vez parece que van a fondo.
Además, el Sumo Pontífice tocó otro punto sensible: la violencia religiosa en Nigeria. Lejos de endosar cualquier intervención militar, el Papa pareció sugerir que la solución pasa por el diálogo y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. A ver si nuestros líderes mundiales aprenden algo de esto, que tanta guerra hemos tenido ya.
Esta situación nos obliga a reflexionar sobre nuestra propia realidad como costarricenses. Aunque nuestro país es conocido por su tradición de paz y tolerancia, no estamos exentos de prejuicios y actitudes discriminatorias. Tenemos que estar pendientes de evitar que se propaguen discursos de odio y fomentar una cultura de respeto y acogida hacia todas las personas, diay. Después de todo, ¿qué somos nosotros sino parte de una gran familia humana?
Ahora me pregunto, queridos lectores del Foro: ¿Creen que la postura del Papa tendrá algún impacto real en las políticas migratorias de Estados Unidos? ¿O es solo otra voz crítica en un coro creciente? ¿Deberíamos esperar ver cambios significativos o esto se quedará en palabras bonitas? ¡Compartan sus opiniones!
Según fuentes de la agencia AFP, el comentario lo hizo el Papa justo frente a su residencia cerca de Roma. Dijo que todos los países tienen derecho a decidir quién entra y sale, claro, pero añadió que hay gente que llevaba viviendo ahí 10, 15, hasta 20 años, y ahora los están tratando como si fueran pura mugre. Un papelón digno de ver, íbamos precisando una vara de esto.
Y eso no es todo, pues el Papa también mencionó la situación en Nigeria, donde hay conflictos entre cristianos y musulmanes, y Trump amenazó con meterse a mandar allá. Como si fuera fácil resolver esos problemas, mánguez. Nigeria es un país enorme, dividido casi a la mitad entre religiones, y con muchísimos problemas internos. Llegan las potencias extranjeras a meterle mano y empeoran las cosas, nos paso factura con Irak, Afganistán... y ahora quieren hacer de las suyas en África. Una torta.
Lo que más llamó la atención es que el Papa exhortó al pueblo estadounidense, diciéndoles que escucharan a la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos, quienes la semana pasada pidieron ponerle un alto al clima de miedo que se vive. Parece que la Iglesia Católica está preocupada por la xenofobia y la discriminación que se han incrementado bajo la administración Trump. Claramente, el Papa está tomando partido en este conflicto.
Recordemos que el Papa León XIV asumió el cargo en mayo, y desde entonces ha sido un crítico constante de las políticas de Trump. Parece que el hombre está decidido a defender los derechos humanos y la dignidad de las personas, sin importar su origen o condición. Esto no es novedad, porque la iglesia siempre había defendido a los más vulnerables, pero esta vez parece que van a fondo.
Además, el Sumo Pontífice tocó otro punto sensible: la violencia religiosa en Nigeria. Lejos de endosar cualquier intervención militar, el Papa pareció sugerir que la solución pasa por el diálogo y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. A ver si nuestros líderes mundiales aprenden algo de esto, que tanta guerra hemos tenido ya.
Esta situación nos obliga a reflexionar sobre nuestra propia realidad como costarricenses. Aunque nuestro país es conocido por su tradición de paz y tolerancia, no estamos exentos de prejuicios y actitudes discriminatorias. Tenemos que estar pendientes de evitar que se propaguen discursos de odio y fomentar una cultura de respeto y acogida hacia todas las personas, diay. Después de todo, ¿qué somos nosotros sino parte de una gran familia humana?
Ahora me pregunto, queridos lectores del Foro: ¿Creen que la postura del Papa tendrá algún impacto real en las políticas migratorias de Estados Unidos? ¿O es solo otra voz crítica en un coro creciente? ¿Deberíamos esperar ver cambios significativos o esto se quedará en palabras bonitas? ¡Compartan sus opiniones!
