Maes, si ustedes creían que faltaba un montón para que empezara el clásico despiche de las elecciones nacionales, les tengo noticias: el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ya se adelantó y acaba de poner las cartas sobre la mesa. Y vieran que esta vez el mazo viene con un par de ases bajo la manga. El Tribunal publicó una reforma al reglamento para inscribir candidaturas y, para decirlo en buen tico, se pusieron serios. Ya no van a andar con paños tibios. A los partidos políticos se les acabó el recreo y ahora tienen un montón de brete nuevo si quieren jugar en la elección del 2026. Así que agarren cafecito, porque hay que desmenuzar esta vara.
El primer punto que salta a la vista, y que ya era hora, es el de la paridad de género. El TSE está diciendo “se acabó la hablada”. Ahora las nóminas para las diputaciones tienen que cumplir con paridad vertical y horizontal, además de alternancia. ¿Traducción? No más listas llenas de maes con una o dos mujeres al final para cumplir con la cuota. La cosa tiene que ser pareja en serio, tanto en las cabezas de lista de las provincias como dentro de cada papeleta. Claro, dejaron una puerta abierta para “casos excepcionales” si un partido demuestra que de verdad no encontró mujeres interesadas, pero tienen que documentarlo hasta el último pelo. Suena a que no se las van a poner nada fácil, y la verdad, ¡qué bueno que así sea!
Pero aquí es donde la vara se pone como de película de ciencia ficción. Entre las nuevas reglas, hay una que parece sacada de un episodio de Black Mirror. Si un partido político usa inteligencia artificial para redactar su plan de gobierno, ¡tiene que informárselo al TSE! Así como lo leen. Si el programa presidencial fue co-escrito por ChatGPT, Gemini o cualquier otro chunche de esos, tienen que confesarlo. Esto es un nivel de transparencia totalmente nuevo y, sinceramente, fascinante. Por un lado, evidencia que el futuro ya nos alcanzó; por otro, abre un debate increíble sobre la autenticidad de las promesas. ¿Nos estará hablando un candidato o un algoritmo bien entrenado? ¡Qué nivel!
Además de estos cambios tan llamativos, el TSE también se puso la gorra de productor audiovisual. Ahora exigen requisitos técnicos específicos para las fotos de los candidatos y piden que las biografías y los planes de gobierno se entreguen en un formato PDF bien hechecito. Todo esto tiene un porqué: la información va a estar disponible para todo el mundo en la web del Tribunal. Se acabaron los tiempos de entregar la foto del anuario del cole o un plan de gobierno escrito en una servilleta. Los plazos también son súper estrictos: del 1 al 17 de octubre de este año (sí, 2025) tienen que entregar todo el paquete, y una vez que se cierra la ventanilla, no hay vuelta atrás. Cero chance para los que dejan todo para última hora.
En resumen, lo que estamos viendo es un TSE que está intentando ordenar la casa antes de que empiece la fiesta. Quieren más transparencia, más orden y más equidad. La pregunta del millón, claro, es si los partidos políticos van a estar a la altura del reto o si vamos a empezar a verlos correr a última hora. Este nuevo reglamento no es poca cosa; es un cambio fundamental en cómo se preparan las campañas en Costa Rica. Habrá que ver quién hace la tarea y quién se jala una torta monumental por no leer la letra pequeña. La mesa está servida para el 2026, y parece que el árbitro va a pitar hasta el más mínimo fuera de lugar.
Diay, maes, ¿qué les parece esta movida del TSE? ¿Creen que con estas reglas se nos ordena un poco el zoológico político, o es puro papel y al final los partidos de siempre encontrarán la forma de darle la vuelta? Y sobre todo, ¿qué piensan de la vara de la IA? ¿Les da confianza o más bien les suena a que nos van a querer meter un cuento chino digital? ¡Los leo en los comentarios!
El primer punto que salta a la vista, y que ya era hora, es el de la paridad de género. El TSE está diciendo “se acabó la hablada”. Ahora las nóminas para las diputaciones tienen que cumplir con paridad vertical y horizontal, además de alternancia. ¿Traducción? No más listas llenas de maes con una o dos mujeres al final para cumplir con la cuota. La cosa tiene que ser pareja en serio, tanto en las cabezas de lista de las provincias como dentro de cada papeleta. Claro, dejaron una puerta abierta para “casos excepcionales” si un partido demuestra que de verdad no encontró mujeres interesadas, pero tienen que documentarlo hasta el último pelo. Suena a que no se las van a poner nada fácil, y la verdad, ¡qué bueno que así sea!
Pero aquí es donde la vara se pone como de película de ciencia ficción. Entre las nuevas reglas, hay una que parece sacada de un episodio de Black Mirror. Si un partido político usa inteligencia artificial para redactar su plan de gobierno, ¡tiene que informárselo al TSE! Así como lo leen. Si el programa presidencial fue co-escrito por ChatGPT, Gemini o cualquier otro chunche de esos, tienen que confesarlo. Esto es un nivel de transparencia totalmente nuevo y, sinceramente, fascinante. Por un lado, evidencia que el futuro ya nos alcanzó; por otro, abre un debate increíble sobre la autenticidad de las promesas. ¿Nos estará hablando un candidato o un algoritmo bien entrenado? ¡Qué nivel!
Además de estos cambios tan llamativos, el TSE también se puso la gorra de productor audiovisual. Ahora exigen requisitos técnicos específicos para las fotos de los candidatos y piden que las biografías y los planes de gobierno se entreguen en un formato PDF bien hechecito. Todo esto tiene un porqué: la información va a estar disponible para todo el mundo en la web del Tribunal. Se acabaron los tiempos de entregar la foto del anuario del cole o un plan de gobierno escrito en una servilleta. Los plazos también son súper estrictos: del 1 al 17 de octubre de este año (sí, 2025) tienen que entregar todo el paquete, y una vez que se cierra la ventanilla, no hay vuelta atrás. Cero chance para los que dejan todo para última hora.
En resumen, lo que estamos viendo es un TSE que está intentando ordenar la casa antes de que empiece la fiesta. Quieren más transparencia, más orden y más equidad. La pregunta del millón, claro, es si los partidos políticos van a estar a la altura del reto o si vamos a empezar a verlos correr a última hora. Este nuevo reglamento no es poca cosa; es un cambio fundamental en cómo se preparan las campañas en Costa Rica. Habrá que ver quién hace la tarea y quién se jala una torta monumental por no leer la letra pequeña. La mesa está servida para el 2026, y parece que el árbitro va a pitar hasta el más mínimo fuera de lugar.
Diay, maes, ¿qué les parece esta movida del TSE? ¿Creen que con estas reglas se nos ordena un poco el zoológico político, o es puro papel y al final los partidos de siempre encontrarán la forma de darle la vuelta? Y sobre todo, ¿qué piensan de la vara de la IA? ¿Les da confianza o más bien les suena a que nos van a querer meter un cuento chino digital? ¡Los leo en los comentarios!