Transilvano
Dále camino
El mundo del modelaje en Costa Rica se restringe en un 90% a pasarelas de ropa interior en bares y cantinas, mujeres en licras ajustadas y siliconas en ferias de autos y competencias automovilísticas. En otras partes del mundo esto no se considera modelaje y quienes lo practican no son consideradas modelos, acá es diferente y sin duda el minuto de gloria es salir en La Teja o en la página del fotógrafo Alfredo Corral. A partir de eso, las activas "modelos" nacionales se dedican a farandulear y otras se mezclan con señores de dinero bastante mayores que ellas que les compran ropa y otros lujos, las chinean, las llevan a viajar, convirtiéndose ellas en algo así como Damas de compañía exclusivas.
De pronto brotan los escándalos, cuando un señor de estos -generalmente empresarios nacionales-, en medio de los celos incontenibles piensa que por haberle soltado dinero a una de esas "modelos" la mujer ya le pertenece y ella por el contrario más bien anda exhibiendo la ropa y otros lujos que le regaló el señor con otro hombre, a la postre hasta más joven que el "empresario cornudo".
Ejemplos hay varios, hasta con pistola en mano, el más reciente sin duda el escandalillo donde el cuarentón empresario musical Henry Moya se metió en un bar a la medianoche y le quebró la nariz al joven acompañante de la "modelo" Evelyn González quien esa noche cumplía 23 años. O sea,don Henry podría ser el papá de la damita con quien según se dice tuvo un tórrido romance del cual el señor no se repone y la sigue, supuestamente la acosa, y hasta supestamente la amenaza con dar a conocer videos íntimos de ella, entre otras cosas, según admitió la muchacha de manera lacrimosa durante una entrevista que le hicieron el viernes pasado en la televisión nacional, al mejor estilo de una telenovela.
No soy doble moral, ni mucho menos, pero el medio, en especial la prensa debería establecer límites claros sobre la profesionalidad y el epíteto que se le da a ciertas personas que se dedican a ciertas actividades, de esta forma las verdaderas modelos y el auténtico mundo del modelaje no se verían mezclados con ambientes y prácticas que a su vez generan situaciones y escándalos deplorables.
De pronto brotan los escándalos, cuando un señor de estos -generalmente empresarios nacionales-, en medio de los celos incontenibles piensa que por haberle soltado dinero a una de esas "modelos" la mujer ya le pertenece y ella por el contrario más bien anda exhibiendo la ropa y otros lujos que le regaló el señor con otro hombre, a la postre hasta más joven que el "empresario cornudo".
Ejemplos hay varios, hasta con pistola en mano, el más reciente sin duda el escandalillo donde el cuarentón empresario musical Henry Moya se metió en un bar a la medianoche y le quebró la nariz al joven acompañante de la "modelo" Evelyn González quien esa noche cumplía 23 años. O sea,don Henry podría ser el papá de la damita con quien según se dice tuvo un tórrido romance del cual el señor no se repone y la sigue, supuestamente la acosa, y hasta supestamente la amenaza con dar a conocer videos íntimos de ella, entre otras cosas, según admitió la muchacha de manera lacrimosa durante una entrevista que le hicieron el viernes pasado en la televisión nacional, al mejor estilo de una telenovela.
No soy doble moral, ni mucho menos, pero el medio, en especial la prensa debería establecer límites claros sobre la profesionalidad y el epíteto que se le da a ciertas personas que se dedican a ciertas actividades, de esta forma las verdaderas modelos y el auténtico mundo del modelaje no se verían mezclados con ambientes y prácticas que a su vez generan situaciones y escándalos deplorables.