¡Ay, Dios mío! Se armó la pachanga en el ANDE de Belén ayer, porque más de dos mil seiscientos adultos, ¡sí señor!, recibieron su título de bachiller. Una verdadera alegría verlos tan contentos después de tanto brete. Este programa del MEP, el BEE, le dio una oportunidad a gente que había dejado los libros atrás hace años, algunos incluso desde el ’88, ¡qué tiempos!
Como muchos recordarán, el Programa Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento (BEE) nació con la intención de rescatar a esas personas que, por diferentes motivos – algunos a fuerza mayor, otros por pura vida – tuvieron que abandonar sus estudios sin poder terminar. Imagínate, miles de compatriotas varados sin el título, perdiendo oportunidades laborales y echando relucir un poco de sal.
Y ahí entró el MEP con este planazo. Se metieron con la UNED, usando la tecnología para llevar el estudio a los rincones más alejados del país, incluso a esos pueblitos donde a veces parece que el mundo se olvidó. Un aplauso pa' la UNED, pa'l Colegio Nacional de Educación a Distancia y pa' la Escuela de Ciencias de la Educación, que se fajaron en esto.
Pero ojo, que este programa no es solo entregarle un papelito a la gente. No, señores. También les enseñan a armar proyectos de emprendimiento, pa’ que puedan poner su propia vara adelante y sacarle provecho a lo que aprendieron. ¡Eso sí es echar palante! Con estos conocimientos, ya no van a estar a merced de nadie, sino que van a poder labrarse su propio camino.
Lo bueno de todo esto es que el BEE es totalmente gratis y virtual. Cuatro módulos mensuales, cubriendo desde cosas como manejo emocional y habilidades blandas (pa’ no andar echándose broncas con el jefe), hasta competencias digitales (porque ahora si no sabes usar el computador, te quedas atrás), pasando por cómo gestionar proyectos y hasta un poquito de inglés (pa’ abrir puertas al extranjero).
Todo esto entra dentro de la estrategia Brete, que busca darle una mano a aquellos que tienen más dificultades para encontrar empleo. El gobierno quiere que haya más oportunidades para todos, y que la gente pueda aportar al desarrollo del país. Al final, un pueblo educado es un pueblo más productivo y competitivo. ¡Así de simple!
En la ceremonia de ayer hubo tres entregas de diplomas, cada una llena de emoción y lágrimas de felicidad. Familias enteras orgullosas viendo a sus parientes recibir ese merecido reconocimiento. Ver esas caras emocionadas te da esperanzas de que aún hay futuro para todos en Costa Rica, siempre y cuando nos apañemos y trabajemos duro. Fue un espectáculo de orgullo nacional, un verdadero ejemplo de superación personal. Y hablando de eso, me acuerdo de mi tía…
Ahora dime, ¿crees que programas como el BEE deberían tener más financiamiento y expandirse a otras áreas educativas? ¿O qué otras estrategias podríamos implementar para facilitar el acceso a la educación continua para los adultos en Costa Rica?
Como muchos recordarán, el Programa Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento (BEE) nació con la intención de rescatar a esas personas que, por diferentes motivos – algunos a fuerza mayor, otros por pura vida – tuvieron que abandonar sus estudios sin poder terminar. Imagínate, miles de compatriotas varados sin el título, perdiendo oportunidades laborales y echando relucir un poco de sal.
Y ahí entró el MEP con este planazo. Se metieron con la UNED, usando la tecnología para llevar el estudio a los rincones más alejados del país, incluso a esos pueblitos donde a veces parece que el mundo se olvidó. Un aplauso pa' la UNED, pa'l Colegio Nacional de Educación a Distancia y pa' la Escuela de Ciencias de la Educación, que se fajaron en esto.
Pero ojo, que este programa no es solo entregarle un papelito a la gente. No, señores. También les enseñan a armar proyectos de emprendimiento, pa’ que puedan poner su propia vara adelante y sacarle provecho a lo que aprendieron. ¡Eso sí es echar palante! Con estos conocimientos, ya no van a estar a merced de nadie, sino que van a poder labrarse su propio camino.
Lo bueno de todo esto es que el BEE es totalmente gratis y virtual. Cuatro módulos mensuales, cubriendo desde cosas como manejo emocional y habilidades blandas (pa’ no andar echándose broncas con el jefe), hasta competencias digitales (porque ahora si no sabes usar el computador, te quedas atrás), pasando por cómo gestionar proyectos y hasta un poquito de inglés (pa’ abrir puertas al extranjero).
Todo esto entra dentro de la estrategia Brete, que busca darle una mano a aquellos que tienen más dificultades para encontrar empleo. El gobierno quiere que haya más oportunidades para todos, y que la gente pueda aportar al desarrollo del país. Al final, un pueblo educado es un pueblo más productivo y competitivo. ¡Así de simple!
En la ceremonia de ayer hubo tres entregas de diplomas, cada una llena de emoción y lágrimas de felicidad. Familias enteras orgullosas viendo a sus parientes recibir ese merecido reconocimiento. Ver esas caras emocionadas te da esperanzas de que aún hay futuro para todos en Costa Rica, siempre y cuando nos apañemos y trabajemos duro. Fue un espectáculo de orgullo nacional, un verdadero ejemplo de superación personal. Y hablando de eso, me acuerdo de mi tía…
Ahora dime, ¿crees que programas como el BEE deberían tener más financiamiento y expandirse a otras áreas educativas? ¿O qué otras estrategias podríamos implementar para facilitar el acceso a la educación continua para los adultos en Costa Rica?