¡Ay, Dios mío! Aquí nos encontramos otra vez con la Unión Europea dándole vueltas a un asunto que parece no tener fin: el acuerdo comercial con Mercosur. A ver, pa’ ponerlos al tanto, la cosa está que arde porque algunos países europeos no quieren ni na' que ver con esto, justo cuando estaban a punto de echarle salsa al asunto.
La verdad es que este acuerdo lleva dando vueltas más que mi abuela buscando el control remoto. Estamos hablando de un cuarto de siglo de negociaciones, ¡un montón de tiempo! Y ahora, a escasos dos días de que iban a firmarlo allá en Brasil, se armó el changarro. Parece que algunos mandatarios europeos andan con los nervios a flor de piel y no se animan a darle el visto bueno.
Ursula von der Leyen, la jefa de la Comisión Europea, anda tratando de convencer a todos, diciéndole que Mercosur es importantísimo porque son casi 700 millones de clientes potenciales. Pero ahí le va, Francia, Italia, Polonia y Hungría están echándose para atrás, diciendo que las cuentas no les cuadran. ¡Imagínate!, ahora también Italia se suma a la lista de los que no quieren saber nada. Qué chimba de bronca...
Y es que los granjeros europeos están sacudidos, imagínate. Temen que lleguen montones de carne barata, arroz, miel y soja desde Sudamérica y quiebren sus negocios. Lo entienden, ¿verdad? Van a estar peleando con productos que cuestan menos porque allá no tienen las mismas regulaciones. Por eso, estos señores se manifestaron en Bruselas, bloqueando calles con tractores y gritando que esto es una locura.
Macron, el presidente francés, salió a defender su postura con toda, dejando claro que considera que el acuerdo no es viable tal como está. Quiere que se revisen algunas cosas antes de darle luz verde, asegurando que Francia no va a apoyar nada que perjudique a sus agricultores. De hecho, incluso el premier italiano, Giorgia Meloni, dice que todavía no es momento de firmar. ¡Menuda maraña!
La verdad es que este acuerdo lleva dando vueltas más que mi abuela buscando el control remoto. Estamos hablando de un cuarto de siglo de negociaciones, ¡un montón de tiempo! Y ahora, a escasos dos días de que iban a firmarlo allá en Brasil, se armó el changarro. Parece que algunos mandatarios europeos andan con los nervios a flor de piel y no se animan a darle el visto bueno.
Ursula von der Leyen, la jefa de la Comisión Europea, anda tratando de convencer a todos, diciéndole que Mercosur es importantísimo porque son casi 700 millones de clientes potenciales. Pero ahí le va, Francia, Italia, Polonia y Hungría están echándose para atrás, diciendo que las cuentas no les cuadran. ¡Imagínate!, ahora también Italia se suma a la lista de los que no quieren saber nada. Qué chimba de bronca...
Y es que los granjeros europeos están sacudidos, imagínate. Temen que lleguen montones de carne barata, arroz, miel y soja desde Sudamérica y quiebren sus negocios. Lo entienden, ¿verdad? Van a estar peleando con productos que cuestan menos porque allá no tienen las mismas regulaciones. Por eso, estos señores se manifestaron en Bruselas, bloqueando calles con tractores y gritando que esto es una locura.
Macron, el presidente francés, salió a defender su postura con toda, dejando claro que considera que el acuerdo no es viable tal como está. Quiere que se revisen algunas cosas antes de darle luz verde, asegurando que Francia no va a apoyar nada que perjudique a sus agricultores. De hecho, incluso el premier italiano, Giorgia Meloni, dice que todavía no es momento de firmar. ¡Menuda maraña!