Miren banda, la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) le dio candela a la cosa con una campaña pa’ motivar a los puros jóvenes a ir a votar. Se llama ‘Voto por Mí’, suena medio cursi, pero la idea es sacudirnos un poco del letargo porque, díganle a quien diga, el abstencionismo anda más alto que antaño.
La verdad es que la cifra da qué pensar: más del 40% de nosotros ni siquiera molestamos en ir a las urnas. Eso es como si les dijeran a nuestros abuelos que no se preocupen por el futuro del país, ¿verdad? Pues eso es lo que estamos haciendo. Por eso, esta movida de la CICR intenta ponernos un poquito más conscientes de que nuestro voto sí vale la pena.
Sergio Capón, el presidente de la CICR, soltó unas verdades bien ticas: “Votar es una experiencia excepcional en la que nuestra voz individual se convierte en futuro común”. Vamos, que dice que no es solo marcar una casilla, sino que es darle forma al país que queremos tener. Suena poético, ¿no creen?
Lo interesante es cómo van a llegar hasta nosotros con este mensaje. Dicen que usaron talento nacional para hacer unos videos bien chéveres pa’ TikTok y otras redes sociales. Además, no olvidaron los medios tradicionales, porque sabemos que todavía hay algunos jefes que se informan por ahí. Parece que le apostaron a tocar todas las fibras sensibles.
Ahora, la CICR siempre ha tenido un interés en que las cosas vayan bien en el país, no solo para los empresarios, sino para todos. Porque al final, si el país va bien, pues a todos nos toca la rifa. Entonces, esta campaña puede verse como parte de su responsabilidad social, intentando crear un ambiente favorable para el crecimiento y el desarrollo, vamos, pa' que tengamos más oportunidades de conseguir un buen brete.
Pero aquí viene el meollo del asunto, amigos. ¿Realmente una campaña así sirve para cambiar la mentalidad de alguien que ya se ha convencido de que su voto no hace diferencia? Muchos dirán que es pura publicidad, que la CICR solo quiere quedar bien. Y quizás tengan razón, pero tampoco podemos negar que necesitan darnos un empujoncito.
Además, creo que es importante reconocer que las nuevas generaciones tenemos nuestras propias razones para sentirnos desconectados de la política. Hay tanta corrupción, tantas promesas rotas, que a veces da ganas de meterle dedo al cielo. Pero precisamente por eso, si nadie va a votar, entonces ¿quién va a cambiar esas cosas? Nos salimos al traste si seguimos pensando así.
Así que, miren, la pelota ahora está en nuestro tejado. La CICR hizo lo suyo, intentando darnos la vara pa’ que nos movamos. Ahora depende de nosotros decidir si nos dejamos llevar o si seguimos poniendo excusas. ¿Ustedes creen que estas campañas realmente influyen en la decisión de los jóvenes de ir a votar, o simplemente son humo y espejos? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan!
La verdad es que la cifra da qué pensar: más del 40% de nosotros ni siquiera molestamos en ir a las urnas. Eso es como si les dijeran a nuestros abuelos que no se preocupen por el futuro del país, ¿verdad? Pues eso es lo que estamos haciendo. Por eso, esta movida de la CICR intenta ponernos un poquito más conscientes de que nuestro voto sí vale la pena.
Sergio Capón, el presidente de la CICR, soltó unas verdades bien ticas: “Votar es una experiencia excepcional en la que nuestra voz individual se convierte en futuro común”. Vamos, que dice que no es solo marcar una casilla, sino que es darle forma al país que queremos tener. Suena poético, ¿no creen?
Lo interesante es cómo van a llegar hasta nosotros con este mensaje. Dicen que usaron talento nacional para hacer unos videos bien chéveres pa’ TikTok y otras redes sociales. Además, no olvidaron los medios tradicionales, porque sabemos que todavía hay algunos jefes que se informan por ahí. Parece que le apostaron a tocar todas las fibras sensibles.
Ahora, la CICR siempre ha tenido un interés en que las cosas vayan bien en el país, no solo para los empresarios, sino para todos. Porque al final, si el país va bien, pues a todos nos toca la rifa. Entonces, esta campaña puede verse como parte de su responsabilidad social, intentando crear un ambiente favorable para el crecimiento y el desarrollo, vamos, pa' que tengamos más oportunidades de conseguir un buen brete.
Pero aquí viene el meollo del asunto, amigos. ¿Realmente una campaña así sirve para cambiar la mentalidad de alguien que ya se ha convencido de que su voto no hace diferencia? Muchos dirán que es pura publicidad, que la CICR solo quiere quedar bien. Y quizás tengan razón, pero tampoco podemos negar que necesitan darnos un empujoncito.
Además, creo que es importante reconocer que las nuevas generaciones tenemos nuestras propias razones para sentirnos desconectados de la política. Hay tanta corrupción, tantas promesas rotas, que a veces da ganas de meterle dedo al cielo. Pero precisamente por eso, si nadie va a votar, entonces ¿quién va a cambiar esas cosas? Nos salimos al traste si seguimos pensando así.
Así que, miren, la pelota ahora está en nuestro tejado. La CICR hizo lo suyo, intentando darnos la vara pa’ que nos movamos. Ahora depende de nosotros decidir si nos dejamos llevar o si seguimos poniendo excusas. ¿Ustedes creen que estas campañas realmente influyen en la decisión de los jóvenes de ir a votar, o simplemente son humo y espejos? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan!
