Del discurso, pues, uno más de aburrido repertorio que siempre nos tiene preparado el magnánimo premio nobel:
1. Pacificación de Centroamérica.
2. Me enfrenté a las potencias mundiales en la guerra fría.
3. Mi niñez como niño tímido, aderezado con algunas comentarios respecto a mis grandes orejas y timidez, para ganar la simpatía de la audiencia.
4. "Los costarricenses me honraron con dos periodos presidenciales"
5. Cientos de metáforas cursis sobre la paz, la democracia, la apertura y demás.
6. YO.
7. YO.
8. YO.
Tonta tonta la gente no es. Y los silbidos ante el "cesar" se escucharon, pocos pero se escucharon.
Los chiflidos desempataron a Chinchilla y a Arias - DEPORTES - La Nación