¡Ay, Dios mío! Quién diría que una simple gallineta morada podía causar tanto revuelo por estos lados. Resulta que José María Caamaño, un mae con ojo avizor, la pilló de lleno mientras andaba por el CATIE en Turrialba. Una foto que ha dado vuelta al Foro de Costa Rica y nos tiene a todos comentando qué tan chivísima está esta parejita de aves.
Para los que no estén familiarizados, el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) es un lugar donde hacen investigación científica importante, pero parece que también es un punto caliente para la vida silvestre. Siempre he pensado que esos lugares, aunque enfocados en el desarrollo agrícola, terminan siendo refugios inesperados para la fauna. ¡Qué buena vara tener espacios así cerca de nosotros!
Caamaño, que según tengo entendido es un asiduo visitante del CATIE, me contó que llegó temprano para evitar el calorón, porque ya saben, a estas alturas del año hace un sol que te achicharra. De repente, ahí va la gallineta, posando como si fuera modelo de revista. “No tuve tiempo ni de pensar”, me dijo, “simplemente levanté la cámara y le disparé”. Y vaya que le dio en el clavo, porque la foto quedó espectacular. Claramente, este señor tiene talento, diay.
La gallineta morada, para ponerlos al día, es una especie endémica de Costa Rica y Panamá. Eso significa que solo la encontramos aquí y allá. Por eso, verla en su hábitat natural siempre es motivo de celebración. Además, son bastante tímidas, así que fotografiarla requiere paciencia y suerte. Este avistamiento es prueba de que todavía hay sorpresas escondidas en nuestros bosques. Uno se da cuenta que a pesar de toda la modernización, la naturaleza sigue encontrando su camino.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, maes. Hay quienes han comentado que el aumento de la actividad humana en zonas cercanas al CATIE podría estar afectando el ecosistema y poniendo en peligro especies como la gallineta morada. Algunos expertos aseguran que la expansión de cultivos y la contaminación podrían estar reduciendo su hábitat natural. ¡Qué torta sería perder una joya como esta por culpa de nuestra irresponsabilidad!
De hecho, varias organizaciones ambientales han estado trabajando para proteger la zona del CATIE y promover prácticas agrícolas sostenibles. El brete ahora es conciliar el desarrollo económico con la conservación del medio ambiente. No es tarea fácil, pero es crucial para asegurar un futuro sostenible para Costa Rica. Porque al final del día, somos nosotros quienes estamos dañando el planeta.
Lo cierto es que la foto de Caamaño ha servido para crear conciencia sobre la importancia de valorar y proteger nuestra biodiversidad. Ha encendido el debate en redes sociales y ha generado interés en conocer más sobre la flora y fauna de nuestro país. Incluso algunos grupos de ornitólogos ya planean organizar excursiones guiadas al CATIE para observar de cerca a la gallineta morada y otras especies emblemáticas. ¡Quién lo iba a decir, una gallineta morada poniéndonos a todos a trabajar por el medio ambiente!
En fin, este pequeño avistamiento nos recuerda que la belleza puede encontrarse en los lugares más inesperados, y que cada una de nuestras acciones tiene un impacto en el mundo que nos rodea. Ahora les pregunto a ustedes, ¿creen que deberíamos invertir más recursos en la protección de áreas naturales como el CATIE, o consideran que el desarrollo económico debe tener prioridad, incluso si eso implica comprometer la biodiversidad?
Para los que no estén familiarizados, el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) es un lugar donde hacen investigación científica importante, pero parece que también es un punto caliente para la vida silvestre. Siempre he pensado que esos lugares, aunque enfocados en el desarrollo agrícola, terminan siendo refugios inesperados para la fauna. ¡Qué buena vara tener espacios así cerca de nosotros!
Caamaño, que según tengo entendido es un asiduo visitante del CATIE, me contó que llegó temprano para evitar el calorón, porque ya saben, a estas alturas del año hace un sol que te achicharra. De repente, ahí va la gallineta, posando como si fuera modelo de revista. “No tuve tiempo ni de pensar”, me dijo, “simplemente levanté la cámara y le disparé”. Y vaya que le dio en el clavo, porque la foto quedó espectacular. Claramente, este señor tiene talento, diay.
La gallineta morada, para ponerlos al día, es una especie endémica de Costa Rica y Panamá. Eso significa que solo la encontramos aquí y allá. Por eso, verla en su hábitat natural siempre es motivo de celebración. Además, son bastante tímidas, así que fotografiarla requiere paciencia y suerte. Este avistamiento es prueba de que todavía hay sorpresas escondidas en nuestros bosques. Uno se da cuenta que a pesar de toda la modernización, la naturaleza sigue encontrando su camino.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, maes. Hay quienes han comentado que el aumento de la actividad humana en zonas cercanas al CATIE podría estar afectando el ecosistema y poniendo en peligro especies como la gallineta morada. Algunos expertos aseguran que la expansión de cultivos y la contaminación podrían estar reduciendo su hábitat natural. ¡Qué torta sería perder una joya como esta por culpa de nuestra irresponsabilidad!
De hecho, varias organizaciones ambientales han estado trabajando para proteger la zona del CATIE y promover prácticas agrícolas sostenibles. El brete ahora es conciliar el desarrollo económico con la conservación del medio ambiente. No es tarea fácil, pero es crucial para asegurar un futuro sostenible para Costa Rica. Porque al final del día, somos nosotros quienes estamos dañando el planeta.
Lo cierto es que la foto de Caamaño ha servido para crear conciencia sobre la importancia de valorar y proteger nuestra biodiversidad. Ha encendido el debate en redes sociales y ha generado interés en conocer más sobre la flora y fauna de nuestro país. Incluso algunos grupos de ornitólogos ya planean organizar excursiones guiadas al CATIE para observar de cerca a la gallineta morada y otras especies emblemáticas. ¡Quién lo iba a decir, una gallineta morada poniéndonos a todos a trabajar por el medio ambiente!
En fin, este pequeño avistamiento nos recuerda que la belleza puede encontrarse en los lugares más inesperados, y que cada una de nuestras acciones tiene un impacto en el mundo que nos rodea. Ahora les pregunto a ustedes, ¿creen que deberíamos invertir más recursos en la protección de áreas naturales como el CATIE, o consideran que el desarrollo económico debe tener prioridad, incluso si eso implica comprometer la biodiversidad?
