¡Ay, Dios mío, qué bruta movida se armó en Hatillo! La Policía de Control de Drogas (PCD) le pegó duro a una banda dedicada al tráfico de drogas, decomisando una cantidad histórica de sustancias ilícitas en un operativo que dejó boquiabiertos hasta a los oficiales veteranos. Se trata de uno de los golpes más fuertes que ha recibido la zona en los últimos tiempos, y la gente ya anda comentándolo por todos lados.
Según fuentes cercanas a la investigación, este grupo operaba desde hacía tiempo en el sector de María Reina de los Ángeles, manteniendo un esquema bien organizado con horarios rotativos y hasta sistemas de vigilancia para evitar sorpresas desagradables. No cualquier maquina andaban ahí, estaban preparados para defender su brete, pero parece que la PCD los pilló desprevenidos. El movimiento era constante, reponiendo inventario y distribuyendo la mercadería a consumidores de toda la zona. ¡Se nota que tenían el negocio bien amarrado!
El operativo, realizado ayer en coordinación con la Fiscalía de Narcotráfico, culminó con 14 allanamientos simultáneos donde encontraron un arsenal impresionante: crack, cocaína, marihuana, éxtasis, MDMA, tusi, ketamina y cristal. Las cantidades eran alarmantes, suficiente para mantener enganchada a medio barrio durante meses. Además, incautaron una suma considerable de dinero en efectivo, un arma de fuego, un chaleco antibalas, radios de comunicación e incluso un dron, demostrando que no se trataba de unos vendedores ambulantes cualquiera, sino de una organización seria y bien equipada.
Para darles una idea de la magnitud, hablamos de 7.333 envoltorios de crack, 2.479 dosis de cocaína, 31 gramos de marihuana, 848 cigarrillos fajados, 19 recipientes con “cripy” (como les dicen por acá), 2.907 dosis de marihuana, 280 dosis de éxtasis, 17 de MDMA, 49 de tusi, 143 dosis de ketamina con un frasco aparte, 41 dosis de cristal… ¡uf!, la lista sigue y sigue. El monto de plata decomisada asciende a ¢1.362.125, una suma considerable que demuestra la rentabilidad del negocio ilícito.
Las autoridades lograron capturar a 10 individuos vinculados directamente a la operación, entre ellos Amador Pastor, Alpízar Jiménez, Flores Porras, Angulo Campos, Méndez Alvarado, Montes Carrillo, Masís Espinoza, Segura Fuentes, Umaña Castro (una dama) y Cortés Badilla (otra señora con historial). Algunos tienen antecedentes penales relacionados con narcotráfico, introduciendo drogas a centros penitenciarios y otros delitos graves, lo cual confirma la peligrosidad de esta banda. Ahora enfrentan cargos ante el Ministerio Público y seguramente van a estar buscando cómo salir de este embrollo.
Este golpe es significativo porque no solamente sacó de circulación una gran cantidad de droga, sino que también interrumpió un importante eje de distribución en la zona. La PCD considera que esta organización abastecía constantemente a los consumidores de la localidad y estaba involucrada en constantes conflictos violentos con otras bandas delictivas por el control del territorio. Esto significaba mucha bronca y peligro para la comunidad, ahora esperan que esto ayude a mejorar la seguridad.
Muchos vecinos expresan su alivio por la acción de las autoridades, pero también muestran preocupación por la posibilidad de que surjan otras organizaciones para ocupar el vacío dejado por esta banda desarticulada. Mantener la vigilancia es fundamental para evitar que la violencia regrese a la zona y asegurar que la tranquilidad vuelva a reinar en Hatillo. Ya saben, el problema de las drogas es complicado y requiere un esfuerzo continuo de todas las instituciones del Estado y la colaboración de la ciudadanía.
Ante este panorama tan complejo y preocupante, me pregunto: ¿Qué medidas adicionales creen ustedes que deberían tomarse para combatir el narcotráfico en Costa Rica y proteger a nuestras comunidades, especialmente a nuestros jóvenes, de caer en este círculo vicioso? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, vamos a ver qué ideas salen!
Según fuentes cercanas a la investigación, este grupo operaba desde hacía tiempo en el sector de María Reina de los Ángeles, manteniendo un esquema bien organizado con horarios rotativos y hasta sistemas de vigilancia para evitar sorpresas desagradables. No cualquier maquina andaban ahí, estaban preparados para defender su brete, pero parece que la PCD los pilló desprevenidos. El movimiento era constante, reponiendo inventario y distribuyendo la mercadería a consumidores de toda la zona. ¡Se nota que tenían el negocio bien amarrado!
El operativo, realizado ayer en coordinación con la Fiscalía de Narcotráfico, culminó con 14 allanamientos simultáneos donde encontraron un arsenal impresionante: crack, cocaína, marihuana, éxtasis, MDMA, tusi, ketamina y cristal. Las cantidades eran alarmantes, suficiente para mantener enganchada a medio barrio durante meses. Además, incautaron una suma considerable de dinero en efectivo, un arma de fuego, un chaleco antibalas, radios de comunicación e incluso un dron, demostrando que no se trataba de unos vendedores ambulantes cualquiera, sino de una organización seria y bien equipada.
Para darles una idea de la magnitud, hablamos de 7.333 envoltorios de crack, 2.479 dosis de cocaína, 31 gramos de marihuana, 848 cigarrillos fajados, 19 recipientes con “cripy” (como les dicen por acá), 2.907 dosis de marihuana, 280 dosis de éxtasis, 17 de MDMA, 49 de tusi, 143 dosis de ketamina con un frasco aparte, 41 dosis de cristal… ¡uf!, la lista sigue y sigue. El monto de plata decomisada asciende a ¢1.362.125, una suma considerable que demuestra la rentabilidad del negocio ilícito.
Las autoridades lograron capturar a 10 individuos vinculados directamente a la operación, entre ellos Amador Pastor, Alpízar Jiménez, Flores Porras, Angulo Campos, Méndez Alvarado, Montes Carrillo, Masís Espinoza, Segura Fuentes, Umaña Castro (una dama) y Cortés Badilla (otra señora con historial). Algunos tienen antecedentes penales relacionados con narcotráfico, introduciendo drogas a centros penitenciarios y otros delitos graves, lo cual confirma la peligrosidad de esta banda. Ahora enfrentan cargos ante el Ministerio Público y seguramente van a estar buscando cómo salir de este embrollo.
Este golpe es significativo porque no solamente sacó de circulación una gran cantidad de droga, sino que también interrumpió un importante eje de distribución en la zona. La PCD considera que esta organización abastecía constantemente a los consumidores de la localidad y estaba involucrada en constantes conflictos violentos con otras bandas delictivas por el control del territorio. Esto significaba mucha bronca y peligro para la comunidad, ahora esperan que esto ayude a mejorar la seguridad.
Muchos vecinos expresan su alivio por la acción de las autoridades, pero también muestran preocupación por la posibilidad de que surjan otras organizaciones para ocupar el vacío dejado por esta banda desarticulada. Mantener la vigilancia es fundamental para evitar que la violencia regrese a la zona y asegurar que la tranquilidad vuelva a reinar en Hatillo. Ya saben, el problema de las drogas es complicado y requiere un esfuerzo continuo de todas las instituciones del Estado y la colaboración de la ciudadanía.
Ante este panorama tan complejo y preocupante, me pregunto: ¿Qué medidas adicionales creen ustedes que deberían tomarse para combatir el narcotráfico en Costa Rica y proteger a nuestras comunidades, especialmente a nuestros jóvenes, de caer en este círculo vicioso? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, vamos a ver qué ideas salen!