Diay maes, ¿han sentido que entrar a Twitter o Facebook a leer sobre política es como meterse en una guerra de barras bravas? Bueno, parece que no estábamos tan perdidos. Resulta que la gente de la Universidad Latina y Kantar IBOPE Media se mandaron un brete de análisis y soltaron la bomba: el presi Rodrigo Chaves tiene al país digital partido, literalmente, por la mitad. Según el informe, un 42,1% de los comentarios sobre él son positivos, mientras que un 40,6% son negativos. Mae, eso es un empate técnico en cualquier cancha. La vara es que este estudio no es de un fin de semana; analizaron casi 200,000 menciones de junio a agosto, así que el dato es bien robusto. Básicamente, Chaves es el cilantro de la política: o lo aman con locura o no lo pueden ni ver.
Pero vamos por partes, porque no todo es garrotazo. Según el estudio, la gente que le tira flores al presi lo hace por varas muy concretas. ¿Se acuerdan cuando fue a la Asamblea a dar la cara en la Comisión de Inmunidad? Eso le sumó puntos. También sus giras por Guanacaste y Limón, donde se le ve inaugurando obras y hablando con la gente, y hasta los cambios que hizo en su gabinete. O sea, cuando se le percibe como un mae de acción, que está en la calle y que no le tiembla el pulso para tomar decisiones, la gente responde con un “¡así se hace!”. Incluso la movida de ir perfilando el partido y la candidata para el 2026 generó comentarios positivos. Para un buen sector del país, el estilo confrontativo y directo de Chaves es exactamente lo que estaban esperando.
Ahora, agarrense, porque del otro lado de la moneda está el despiche. Las críticas no son poca cosa y vienen de frentes bien polémicos. El informe señala que el video de la niña en Guanacaste fue un punto de quiebre. Mae, es que ese comentario de que “se la regalaran” para devolverla graduada de la U fue una torta monumental que ni con toda la justificación del PANI y de él mismo lograron arreglar. A eso se le suma el fantasma de Celso Gamboa, cuya posible cercanía con gente del gabinete y hasta su aparición en video en el residencial donde vive Chaves, levantó una polvareda de críticas. Y para rematar, la condena de la Sala IV por el quite de pauta publicitaria a ciertos medios. Son temas que alimentan la narrativa de un gobierno impulsivo y con vínculos cuestionables, y sus detractores no perdonan una.
Y aquí es donde la vara se pone todavía más interesante. El estudio revela que esta división es casi exclusiva de la figura del presidente. Porque cuando se analiza a su gabinete como un todo, la balanza se inclina feo hacia lo negativo. Pero lo más curioso es ver el ranking de instituciones. ¿Adivinen cuáles salen con más comentarios positivos que negativos? ¡El OIJ y el TSE! Sí, maes, precisamente dos de las instituciones a las que Chaves más duro les ha tirado en sus conferencias. Qué carga el OIJ, que hasta con los pleitos del presi sale bien parado en la opinión digital. En cambio, la Fiscalía, el Poder Judicial y la Contraloría, también blancos frecuentes de Zapote, terminan con una valoración mayoritariamente negativa. Esto demuestra que el ring de pelea no es solo Chaves contra la oposición, sino el Ejecutivo contra los contrapesos del Estado, y esa batalla se libra a diario en nuestras pantallas.
Al final, el informe de la U Latina nos pone un espejo en la cara. No solo muestra la imagen de un presidente que genera pasiones extremas, sino que refleja un país fracturado, donde el debate se convirtió en una trinchera digital. Chaves es el gran catalizador de esta dinámica; cada declaración, cada video y cada conferencia es gasolina para un fuego que ya estaba encendido. La pregunta que queda en el aire es si este estilo de gobernar a punta de polarización es sostenible a largo plazo o si, eventualmente, la cuerda se va a terminar rompiendo. La discusión está servida, y como siempre, el teclado es el arma de elección.
Y ustedes, ¿de qué lado de la mecha están? ¿Creen que este "empate" en redes es un reflejo fiel de la calle o solo el ruido de los más fiebres?
Pero vamos por partes, porque no todo es garrotazo. Según el estudio, la gente que le tira flores al presi lo hace por varas muy concretas. ¿Se acuerdan cuando fue a la Asamblea a dar la cara en la Comisión de Inmunidad? Eso le sumó puntos. También sus giras por Guanacaste y Limón, donde se le ve inaugurando obras y hablando con la gente, y hasta los cambios que hizo en su gabinete. O sea, cuando se le percibe como un mae de acción, que está en la calle y que no le tiembla el pulso para tomar decisiones, la gente responde con un “¡así se hace!”. Incluso la movida de ir perfilando el partido y la candidata para el 2026 generó comentarios positivos. Para un buen sector del país, el estilo confrontativo y directo de Chaves es exactamente lo que estaban esperando.
Ahora, agarrense, porque del otro lado de la moneda está el despiche. Las críticas no son poca cosa y vienen de frentes bien polémicos. El informe señala que el video de la niña en Guanacaste fue un punto de quiebre. Mae, es que ese comentario de que “se la regalaran” para devolverla graduada de la U fue una torta monumental que ni con toda la justificación del PANI y de él mismo lograron arreglar. A eso se le suma el fantasma de Celso Gamboa, cuya posible cercanía con gente del gabinete y hasta su aparición en video en el residencial donde vive Chaves, levantó una polvareda de críticas. Y para rematar, la condena de la Sala IV por el quite de pauta publicitaria a ciertos medios. Son temas que alimentan la narrativa de un gobierno impulsivo y con vínculos cuestionables, y sus detractores no perdonan una.
Y aquí es donde la vara se pone todavía más interesante. El estudio revela que esta división es casi exclusiva de la figura del presidente. Porque cuando se analiza a su gabinete como un todo, la balanza se inclina feo hacia lo negativo. Pero lo más curioso es ver el ranking de instituciones. ¿Adivinen cuáles salen con más comentarios positivos que negativos? ¡El OIJ y el TSE! Sí, maes, precisamente dos de las instituciones a las que Chaves más duro les ha tirado en sus conferencias. Qué carga el OIJ, que hasta con los pleitos del presi sale bien parado en la opinión digital. En cambio, la Fiscalía, el Poder Judicial y la Contraloría, también blancos frecuentes de Zapote, terminan con una valoración mayoritariamente negativa. Esto demuestra que el ring de pelea no es solo Chaves contra la oposición, sino el Ejecutivo contra los contrapesos del Estado, y esa batalla se libra a diario en nuestras pantallas.
Al final, el informe de la U Latina nos pone un espejo en la cara. No solo muestra la imagen de un presidente que genera pasiones extremas, sino que refleja un país fracturado, donde el debate se convirtió en una trinchera digital. Chaves es el gran catalizador de esta dinámica; cada declaración, cada video y cada conferencia es gasolina para un fuego que ya estaba encendido. La pregunta que queda en el aire es si este estilo de gobernar a punta de polarización es sostenible a largo plazo o si, eventualmente, la cuerda se va a terminar rompiendo. La discusión está servida, y como siempre, el teclado es el arma de elección.
Y ustedes, ¿de qué lado de la mecha están? ¿Creen que este "empate" en redes es un reflejo fiel de la calle o solo el ruido de los más fiebres?