¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que un señor húngaro, don Jozsef, de 57 años, intentaba pasar inadvertido por nuestro querido aeropuerto Juan Santamaría, pensando que nadie iba a meterle pata adentro. Pero claro, ahí estaban nuestros oficiales de la Policía Aeroportuaria y de Migración, bien atentos, haciendo su brete para mantenernos seguros.
Según nos cuentan desde el Ministerio de Seguridad, el espanto se descubrió la madrugada del sábado pasado. El tipo, que estaba listo para partir rumbo a Irlanda con una parada en Francia, llevaba consigo más de cuatro kilos de cocaína escondidos en dobles fondos de unas maletas. Imagínate, ¡más de cuatro kilos! Un buen cargamento para tratar de hacer negocio turbio.
Todo empezó porque un perro policía, esos héroes anónimos que trabajan incansablemente, olfateó algo raro en su equipaje facturado. Ahí entendieron que algo andaba mal, y pusieron manos a la obra. Con el apoyo de la Fiscalía y la Policía de Control de Drogas, revisaron las maletas a fondo y encontraron las mochilas trucadas con los paquetitos de droga, bien escondidos entremedio de otras cosas.
Ahora, resulta que no solo llevaban cocaína. También decomisaron unos cuantos billetes en euros y dólares, que seguramente iban a servir para pagar a sus cómplices o lavar el dinero sucio. ¡Qué ratazo! Uno se da cuenta de cómo algunos quieren aprovecharse de nuestro país para sus negocios ilícitos, pero siempre hay alguien vigilando, diay.
Pero esto no va así nomás, mi gente. Esta captura forma parte del Programa Conjunto de Seguridad (JSP) con Estados Unidos, que le ha dado bastante fuerza a los controles en nuestros aeropuertos. Gracias a este programa, ahora tienen más herramientas para identificar a los sospechosos y evitar que la droga salga del país. Es bueno saber que estamos trabajando para mejorar nuestra seguridad y ponernos más fuertes contra el crimen.
Y hablando de eso, parece que los niveles de seguridad han ido subiendo considerablemente en los últimos meses. Se han reforzado los operativos, se ha capacitado al personal y se han invertido recursos en tecnología punta para detectar actividades sospechosas. Definitivamente, la idea es enviar un mensaje claro a los narcotraficantes: en Costa Rica no les vamos a facilitar las cosas.
El húngaro ya está metido en un lío tremendo, enfrentándose a cargos por tráfico internacional de drogas. Ahora tendrá que explicar ante la justicia por qué pensó que podía burlarnos. Espero que le caiga con todo, porque estos tipos dañan la imagen de nuestro país y ponen en riesgo la seguridad de todos nosotros. Ojalá sirva de ejemplo para otros que estén pensando en hacer lo mismo.
En fin, una vez más, demuestran que hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa por una tajada de plata, pero gracias a la vigilancia constante de nuestras autoridades, se frustraron sus planes. ¿Ustedes creen que deberíamos aumentar aún más las sanciones para quienes trafican con drogas y poner más perros policías en los aeropuertos?
Según nos cuentan desde el Ministerio de Seguridad, el espanto se descubrió la madrugada del sábado pasado. El tipo, que estaba listo para partir rumbo a Irlanda con una parada en Francia, llevaba consigo más de cuatro kilos de cocaína escondidos en dobles fondos de unas maletas. Imagínate, ¡más de cuatro kilos! Un buen cargamento para tratar de hacer negocio turbio.
Todo empezó porque un perro policía, esos héroes anónimos que trabajan incansablemente, olfateó algo raro en su equipaje facturado. Ahí entendieron que algo andaba mal, y pusieron manos a la obra. Con el apoyo de la Fiscalía y la Policía de Control de Drogas, revisaron las maletas a fondo y encontraron las mochilas trucadas con los paquetitos de droga, bien escondidos entremedio de otras cosas.
Ahora, resulta que no solo llevaban cocaína. También decomisaron unos cuantos billetes en euros y dólares, que seguramente iban a servir para pagar a sus cómplices o lavar el dinero sucio. ¡Qué ratazo! Uno se da cuenta de cómo algunos quieren aprovecharse de nuestro país para sus negocios ilícitos, pero siempre hay alguien vigilando, diay.
Pero esto no va así nomás, mi gente. Esta captura forma parte del Programa Conjunto de Seguridad (JSP) con Estados Unidos, que le ha dado bastante fuerza a los controles en nuestros aeropuertos. Gracias a este programa, ahora tienen más herramientas para identificar a los sospechosos y evitar que la droga salga del país. Es bueno saber que estamos trabajando para mejorar nuestra seguridad y ponernos más fuertes contra el crimen.
Y hablando de eso, parece que los niveles de seguridad han ido subiendo considerablemente en los últimos meses. Se han reforzado los operativos, se ha capacitado al personal y se han invertido recursos en tecnología punta para detectar actividades sospechosas. Definitivamente, la idea es enviar un mensaje claro a los narcotraficantes: en Costa Rica no les vamos a facilitar las cosas.
El húngaro ya está metido en un lío tremendo, enfrentándose a cargos por tráfico internacional de drogas. Ahora tendrá que explicar ante la justicia por qué pensó que podía burlarnos. Espero que le caiga con todo, porque estos tipos dañan la imagen de nuestro país y ponen en riesgo la seguridad de todos nosotros. Ojalá sirva de ejemplo para otros que estén pensando en hacer lo mismo.
En fin, una vez más, demuestran que hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa por una tajada de plata, pero gracias a la vigilancia constante de nuestras autoridades, se frustraron sus planes. ¿Ustedes creen que deberíamos aumentar aún más las sanciones para quienes trafican con drogas y poner más perros policías en los aeropuertos?